Colo-Colo: la plataforma desde la que Piñera construirá su campaña de retorno a La Moneda

En 2006 con Claudio Borghi a la cabeza, Coco-Colo vivió una de sus mejores épocas futbolísticas: ganó cuatro títulos, jugó la final de la Copa Sudamericana y salía a la cancha con figuras como Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Chupete Suazo.

Ese año, en marzo, el Presidente Sebastián Piñera había iniciado su relación con Blanco y Negro: adquirió el 8% de la sociedad a $268 por acción. Luego, compró otro porcentaje cercano al 6% a $305. Se convitió así en socio controlador con una participación cercana al 14%. En noviembre de 2006, Gabriel Ruiz-Tagle había aumento su injerencia en el club llegando, tras invertir US$ 15 millones, a obtener el 24,5% de los papeles de ByN.

Hasta 2009, Colo-Colo registró ganancias en la bolsa y en los torneos: ganó el campeonato de clausura, su último título. Y aunque Piñera no cumplió con la promesa de hacer triunfar al cacique en la Libertadores, la dupla que formó con Ruiz-Tagle, su hoy subsecretario de Deportes, es reconocida como exitosa, al punto de que ambos, ya detentando cargos en la administración pública, tardaron bastante en cortar vínculos con el club. Ambos vendieron recién en 2010: Ruiz-Tagle lo hizo en junio; Piñera en diciembre.

Juntos también, afirman fuentes de la derecha, volverán a “salvar” al cacique en marzo de 2014, una vez que Piñera deba entregar el poder y quede con las manos libres para iniciar, formalmente su plan de retorno, uno en el que Colo-Colo sería crucial para armar el relato de eficiencia que podría permitirle retornar al Gobierno en los comicios de 2017.

“No es casual que Ruiz-Tagle se haya reunido a conversar con Borghi hace un tiempo para sembrar el retorno para 2014. Ese es un plan conjunto con Piñera. En el partido hay gente que ha estado vinculada a Colo-Colo y ellos dicen que el tema ya es comentado en los circuitos futbolísticos y por cierto en el parlamento sabemos que ese caballo corre bien en el plano electoral”, sostiene un diputado de la UDI.

El diálogo al que hace alusión el parlamentario fue un almuerzo de noviembre de 2012, cuando el “Bichi” aún encabezaba la Selección nacional, en el restaurante OX de Nueva Costanera, en que Ruiz-Tagle y el entrenador conversaron sobre el futuro del equipo y, según consignó La Tercera, sellaron un pacto de volver juntos. La certeza en la derecha es que el regreso incluye a Piñera.

Y volver, volver, volver…
Fanático de las rancheras, Piñera ha entonado más de una vez, en sus encuentros con la tercera edad sobre todo, el corrido predilecto del dictador Augusto Pinochet –Sigo siendo el Rey-, cuya letra calza a la perfección con los planes del gobernante de volver a La Moneda y, antes de eso, volver a Colo-Colo.

Según cercanos al gobernante, se trata de una actividad que “no choca” con un eventual re postulación, a diferencia de lo que sucede con mercados protegidos como el aéreo y el televisivo, donde Piñera también tenía sus inversiones –Lan y Chilevisión- previo al fideicomiso ciego que implementó ya en el poder. “Es más realista que vuelva a Colo-Colo, que es una decisión que pasa sólo por él, que el que retorne al Gobierno, porque eso pasa por muchos otros factores”, adelanta un asesor.

Más suspicaz, una alta fuente de RN sostiene que, “tal como en la Alianza Piñera ha contribuido a ‘devaluar’ la opción presidencial de Evelyn Matthei y el peso de los partidos políticos, para aparecer como el gran y único salvador, con Colo-Colo va a hacer lo mismo, va a sacarlo del suelo y se va a convertir en un ídolo”, afirma.

Lo cierto es que si Piñera regresa por Colo-Colo lo hará en momentos en que el plantel vive su peor campaña: de la mano del controlador Leonidas Vial, se está ante el desempeño más negativo desde 1945, al punto de que los hinchas se han organizado en “Colo-Colo de todos” para quitarle poder a los accionistas mayoritarios.

“Cualquier cosa que haga Piñera es un avance respecto de cómo está el equipo. Es una buena estrategia de campaña”, agrega un parlamentario de la UDI.