Cultura
13 de Octubre de 20136 consejos para vencer la depresión del domingo en la noche
Entre los estudiantes-trabajadores de Chile -y del mundo- es archiconocido la paja/tristeza/depresión de los domingos en la noche. Muchas veces se puede consolar con el estreno de tu serie favorita (hoy Los 80, por ejemplo), pero en otras oportunidades es posible que no tengas distracciones y te sientas como el hoyo. Por eso, el Huffington Post seleccionó algunos consejos para sobrellevar esos sentimientos mala onda. A lo Pilar Sordo, lea.
Relájate y distráete
A veces la mejor forma de dejar de pensar tonteras, es justamente dejar de hacerlo. Según Steven Meyers, profesor de psicología de la Universidad de Roosevelt en Chicago, citado por el Huffington Post, “encontrar actividades que cambien la atención son especialmente importantes”.
Llévalo al papel
Escribir lo que sientes te puede ayudar para soltar los “nudos” emocionales que tengas. Según James Campbell, profesor de la Universidad de Texas, Estados Unidos, bajar tus problemas al papel es “como una catarsis… como tirar la cadena”.
Desconéctate
En este mundo de smartphones, Wi Fi público, internet móvil, etc, es bastante difícil desconectarse. Pero, según los especialistas, apagar todo y desconectarse es una buena solución para comenzar bien la semana. Estar atento siempre a las redes sociales puede incluso generar ansiedad. Quizá, el domingo en la noche sea un buen momento para detenerse, poner una película y disfrutar a la antigua.
Agenda algo que te motive
No hay que guardar todos los panoramas pulentos para el fin de semana, dice Meyers. Justamente, la idea es agendar cosas que te motiven para la semana y así generar una mejor predisposición. Así, pensar que “mañana es lunes” probablemente no sea tan re penca.
Preparar las cosas el viernes
Es probable que si dejas todas las responsabilidades para el domingo, tu día sea ultra fome y pajero. Pero si adelantas un poco el día viernes o incluso el sábado, podrás tener un domingo más piola.
Escucha música
Muchas veces no nos damos el tiempo de sentarnos y escuchar música que nos haga felices. No hay un estilo determinado, pero sí hay algunos más alegres que otros. Gospel, blues, reggae, ska, son algunas buenas opciones. Ahora, sí se quiere relajar completamente, le vendría bien la música clásica.
Un ejemplo
