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6 de Noviembre de 201311 señales que te indican que quieres más a los animales que a las personas
Vía Buzzfeed 1. Todos tus momentos más memorables de las fiestas incluyen sentarse en una esquina y acariciar al gato del anfitrión. Donde me encontrarás en las fiestas… ¡Eres tan lindo! Gente genial. Haciéndote amigo de los animales del lugar, como una Blancanieves borracha. Via gemmacorrell.tumblr.com Arte por Gemma Correll. 2. Te rehúsas a salir con alguien si alguna vez […]
Vía Buzzfeed
1. Todos tus momentos más memorables de las fiestas incluyen sentarse en una esquina y acariciar al
gato del anfitrión.
Donde me encontrarás en las fiestas… ¡Eres tan lindo! Gente genial. Haciéndote amigo de los animales del lugar, como una Blancanieves borracha.
Arte por Gemma Correll.
2. Te rehúsas a salir con alguien si alguna vez tu perro le gruñe o lo ignora de alguna forma.
3. Puedes ver dramas sin derramar una lágrima, pero si el corte comercial involucra a Sarah McLachlan, estás acabado.
Hola, soy Sarah McLachlan y estoy por arruinar tu puto día.
4. De niño, preferías mucho más a los animales de peluche que a los muñecos con forma humana.
5. Consideras que poder tener mascotas en la oficina es un beneficio laboral válido.
6. Cuando tienes que elegir entre salir con tus amigos o quedarte en la cama con tu mascota, la elección es obvia.
7. Miras de reojo a los niños pequeños que no dejan de molestar a un animal (y, sobre todo, a sus padres que piensan que es tierno).
Es un ser vivo. Siente las cosas. ¡Controla a tu hijo!
8. El día cuando estabas en séptimo grado y tuviste que disecar ranas fue uno de los peores días de tu vida.
Y fue el momento en el que decidiste que odiabas a todos tus compañeros de clase por ser tan indiferentes al respecto.
9. Tus películas preferidas de Disney eran las protagonizadas por animales, no por princesas.
Disney/Bambi
Disney/El Rey León
10. Los zoológicos te hacen sentir absolutamente miserable y fantaseas con meterte y liberar a los animales.
Nickelodeon/¡Oye, Arnold!
11. Mientras crecias, siempre sentiste una envidia irracional por los personajes de caricatura que tenían como mejores amigos a animales antropomórficos.
Y todavía la sigues sintiendo.
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