Vía Marcianos.mx Muy probablemente en este justo instante te encuentres cubierto de bacterias y materia fecal. Prácticamente todos los aspectos de tu rutina diaria tienden a ser repugnantes, y tus hábitos de higiene son mucho peores de lo que piensas. Si bien esta lista no cubre todas las situaciones en las que tu vida es un […]
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Muy probablemente en este justo instante te encuentres cubierto de bacterias y materia fecal. Prácticamente todos los aspectos de tu rutina diaria tienden a ser repugnantes, y tus hábitos de higiene son mucho peores de lo que piensas. Si bien esta lista no cubre todas las situaciones en las que tu vida es un fiasco en el asunto de la limpieza, te puede ayudar a mejorar tus hábitos.
1. El jabón antibacterial puede interferir con la química hormonal.
75% de los jabones antibacterianos comerciales contiene una sustancia química llamada triclosán, misma que puede alterar los niveles hormonales, según lo revelan ensayos clínicos practicados en animales. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) actualmente está investigando su seguridad y los resultados no son concluyentes. El triclosán también se puede encontrar en productos domésticos de limpieza y algunas pastas dentales. Independientemente de los efectos potenciales del triclosán, la FDA concluyó queel jabón antibacterial no es más eficaz que el jabón regular en la prevención de enfermedades.
2. Lavar la ropa puede librarte de la suciedad, pero también hay una buena probabilidad de que te cubras de E. coli y materia fecial.
Investigaciones realizadas por el Dr. Charles Gerba, profesor de microbiología en la Universidad de Arizona (EE.UU.), concluyeron que el sólo hecho de lavar la ropa en la máquina puede transmitir 100 millones de bacterias E. coli al agua, que pueden, posteriormente, ser transmitidas a la siguiente carga de ropa. “Hay alrededor de una décima parte de un gramo de excremento, en promedio, por ropa interior“, comentó Gerba. Para reducir el problema, sugiere que la lavadora gire a 60 grados centígrados y que la ropa sea transferida rápidamente a una secadora, ya que las bacterias se multiplican en áreas húmedas.
3. Probablemente pasas mucho tiempo en la parte más sucia de tu casa.
El suelo del baño podría ser el hogar de 2 millones de bacterias a cada 6 centímetros cuadrados, mientras que más de 500,000 bacterias por cada 6 cm cuadrados apenas pueden vivir en el desagüe del fregadero de la cocina. Eileen Abruzzo, directora de control de infecciones en Long Island College Hospital, Nueva York (EE.UU.), afirma que el fregadero de la cocina es mucho menos higiénico que la taza de baño, ya que los platos y las ollas con desperdicios son caldo de cultivo para las bacterias como la E. coli y la salmonella.
4. No todo lo que “avientas” al sanitario se queda ahí.
Jamie Hyneman y Adam Savage de MythBusters confirmaron esta leyenda urbana: las tazas sanitarias abiertas hacen que la materia fecal vuele por los aires. Y sí, tu cepillo de dientes puede ser cubierto con gérmenes fecales. El Dr. Gerba explica que hacer una descarga del depósito con la tapa abierta provoca que estas partículas de caca floten hasta 1.8 metros alrededor de la taza. Por lo tanto, asegúrate de que la tapa este bien abajo, o que tu cepillo de dientes este fuera de ese rango, por lo menos.
5. Si te secas las manos con secadores de aire, cuidado.
El Dr. Rodney Lee Thompson, epidemiólogo del hospital de la Clínica Mayo, concluyó, después de varios estudios, que las toallas de papel son más higiénicas que los secadores de manos. Al probar la eficacia de las toallas de papel, el secador de aire caliente y el secador de chorro, el Dr. Thompson también encontró que las toallas de papel son la manera más limpia de secarse las manos. Gran parte del beneficio proviene de la rapidez de las toallas de papel, lo que deja menos humedad para las bacterias. Las toallas de papel tardan unos 15 segundos para secar las manos, mientras que los secadores de aire toman 45 segundos.
6. Los frenos dentales pueden ser más desagradables de lo que piensas.
Investigadores de la Universidad de California (EE.UU.), descubrieron que 67% de los frenos dentales tenían levaduras vivas, mientras que aproximadamente el 50% tenían bacterias, incluyendo la MRSA, que puede conducir a infecciones peligrosas. Los brackets que no se limpian adecuadamente tienen una buena oportunidad de promover estos microbios nocivos. Dicho esto, el problema surge principalmente en las personas que mantienen sus frenos en una caja y simplemente los lavan rápidamente con agua antes de ponerlos en la boca. Basta con limpiarlos correctamente para estar libre de problemas.
7. La regla de los tres de segundos no existe.
“La regla de los tres segundos probablemente debería convertirse en la regla de los cero segundos“, dijo el Dr. Roy M. Gulick, jefe de la división de enfermedades infecciosas del Weill Cornell Medical College (EE.UU.). De acuerdo con un estudio publicado en The Journal of Applied Microbiology, 99% de las bacterias son transferidas inmediatamente cuando la comida llega al suelo. Algunos suelos pueden ser más peligrosos que otras, ya que las superficies duras y secas son mucho más difíciles de albergar bacterias que las zonas húmedas o alfombradas. El tipo de alimento también es importante. Los que tienen mayor contenido de azúcar y sal parecen recoger gérmenes mucho más lentamente.
8. No limpias bien tu ombligo.
Investigadores encontraron 2,368 especies únicas de bacterias después de limpiar sólo 60 ombligos. De éstas, 1,458 pueden ser completamente nuevas para la ciencia. En este mismo estudio, el ombligo de un hombre albergaba bacterias que se suponía sólo existían en Japón – mientras que él nunca vivió allí.