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Nacional

14 de Noviembre de 2013

La vida de Francisco Solar en Barcelona después de ser absuelto por el caso Bombas

Residiendo en España hace poco más de un año junto a su pareja, el antropólogo absuelto de colocar tres artefactos explosivos en el denominado caso Bombas ahora enfrenta ´junto a Mónica Caballero, la mujer con la que formó pareja durante la preparación del ese juicio- una nueva acusación, en el país donde hacía uso de una beca para posgrado que ganó por "mérito académico". Aunque le señaló a sus cercanos que su salida de Chile era para "rehacer su vida", hoy es nuevamente imputado de al menos una explosión al interior de una catedral en Zaragoza. La policía española lo seguía hace al menos dos meses.

Ricardo Ahumada
Ricardo Ahumada
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Un postgrado de Semiótica en la Universitat de Barcelona era la razón, según su familia y algunos cercanos al proceso que enfrentó hasta el año pasado en Chile, para que Francisco Javier Solar Domínguez estuviera en España, donde fue detenido la madrugada de este miércoles por su posible participación en un atentado incendiario al interior de la Basílica del Pilar de Zaragoza.

El antropólogo de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, absuelto de su participación en el denominado Caso Bombas, llevaba poco más de un año ahí con su pareja, Mónica Caballero, otra de las 14 personas formalizadas y después absueltas por el caso que investigó la colocación de diversos artefactos explosivos en distintos puntos de la capital, entre enero de 2006 y enero de 2009.

La pareja se encontraba en Europa desde el año pasado tras la resolución de la jueza del Tercer Tribunal Oral de Santiago, Marcela Sandoval, cuando determinó la absolución de ambos por los delitos de colocación de bombas. Solar por su posible participación en tres bombazos que hubo ese año: el frontis de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), ocurrido el 18 de enero de 2006; en una ventana del Consejo de Defensa del Estado (CDE) el 21 de diciembre de 2006; y en una oficina de Chilectra, ubicada en la comuna de La Cisterna, el 16 de octubre de 2007.

Caballero, en cambio, fue formalizada por el delito de colocación de artefacto incendiario la Iglesia de Los Sacramentinos, evento ocurrido el 21 de noviembre de 2009. Un dato que podría ligar a los chilenos a los delitos de “uso de explosivo con fines terroristas” en España, aunque el propio jefe de la Interpol en Chile, el subprefecto Pedro Muñoz, señaló a The Clinic Online que la información pedida al país por la Interpol madrileña ocurrió un mes antes de la explosión en Zaragoza.

Según Muñoz, la investigación española seguía a los ciudadanos chilenos desde hace varios meses, ya que la comunicación entre ambas oficinas ocurrió el 4 de septiembre de 2013, un mes antes de la detonación de la bomba en la Basílica del Pilar de Zaragoza. Esto, debido a que el 7 de febrero de este mismo año ya había ocurrido un atentado en ese país en otra iglesia llamada la Almudena de Madrid. Ambos fueron asumidos por el denominado Comando Insurreccional Mateo Morral y, en esa fecha, ambos chilenos ya residían en ese país.

Empezar de nuevo

Según fuentes ligadas al caso, ambos se conocieron durante la preparación del juicio del Caso Bombas y mantuvieron una relación que los llevó a radicarse en España, donde Solar estudia un magíster tras obtener una beca por “mérito académico”.

Esto, a diferencia de las críticas recibidas tras su salida del país, cuando se señaló que había “arrancado”. Por el contrario, antes de eso Solar era visto regularmente en el Ministerio Público durante la preparación del juicio, aunque no era su obligación asistir.

Durante el caso, Solar siempre señaló que fue inculpado en el caso tras la declaración de “El Grillo”, Gustavo Fuentes Aliaga, y la relación que se produjo durante la realización de su tesis para optar al grado de Antropólogo. “Resistencia al interior de la Cárcel de Alta Seguridad: la identidad en el Kolectivo Kamina Libre”, fue el nombre de la investigación que entregó a inicios del año 2007 y con la que obtuvo su título, con distinción.

Fue en ese contexto, tal como lo ha declarado, que conoció a Pablo Morales Fuhrimann y Rodolfo Retamales, ambos sindicados como líderes de la asociación ilícita organizada para la colocación de bombas que fueron absueltos por la justicia chilena.

Tras esa tesis, Solar emprendió varias investigaciones ligadas a las formas de vida y códigos de grupos anarquistas, incluso algunas financiadas con fondos Fondecyt, entregados con recursos estatales. Al momento de su detención, el 14 de agosto de 2010, trabajaba para la consultora CEC, en Valparaíso.

Después de su arresto, no volvió a ejercer su profesión y se refugió en el hogar de su familia, en las afueras de Santiago. Según fuentes cercanas a Solar, antes de salir del país el ahora inculpado en España señaló que quería “reformular su vida” y “empezar de nuevo”.

“Cuando nos contó que se iba, nos dijo que quería irse del país y rehacer su vida, usando esta beca que recibió por su propio mérito”, señala una fuente ligada a la familia. Solar tenía una relación acomodada -estudió en el colegio Sagrados Corazones y practicó tenis durante su infancia-, a diferencia de su pareja, quien proviene de una familia de escasos recursos.

Según una fuente consultada, ambos tenían un pasar austero en España, donde seguían ligados de manera indirecta a movimientos anarquistas. Esto, aún cuando el propio Solar ha señalado ser “antiautoritarista” y “libetario”, pero no anarquista propiamente tal.

España

Sin embargo, esta mañana Solar y Caballero fueron detenidos por la policía madrileña en un departamento, en el que se encontraban al menos otras tres personas. Entre ellas, otra chilena, Rocío Yune Mira Pérez, pareja de un ciudadano argentino, también investigado por la policía española. También fue detenida una ciudadana italiana.

Requerida por Interpol en Madrid, la PDI informó que Solar salió de Chile en agosto de 2012 con dirección a Argentina, desde donde partió finalmente hasta Barcelona, España, y que su pareja, Mónica, lo hizo a fines de octubre de ese mismo año, pero directamente al país ibérico a encontrarse con su pareja.

Según el subprefecto, la comunicación que hubo desde Madrid fue para confirmar si las personas que estaban siendo indagadas eran ciudadanos chilenos y qué antecedentes habían en el país, “respecto de que ellos sabían que había un caso bombas, de lo que habían visto por la prensa digital”.

“Lo que hizo Interpol Santiago fue confirmar bajo los antecedentes que ellos aportaron, sin confirmación dactiloscópica, pero sí correspondían a los ciudadanos chilenos. Y se les envió información de fuentes abiertas en cuanto a los hechos que ocurrieron en Chile, lo que se había investigado y le informamos de toda la parte penal de lo que se podía obtener de la página pública de Justicia donde aparece toda la sentencia”, dijo Muñoz.

Hasta el momento, la PDI chilena no conoce cuáles son los medios de prueba que la policía española presentará en la formalización, la que ocurriría este sábado, ya que la investigación fue declarada secreta. “Nosotros por lo menos no hemos recibido ningún tipo de información de parte de la policía española”, dice Muñoz.

Por ahora el Ministerio del Interior español aseguró que los detenidos formaban parte de “un comando anarquista muy bien organizado, extremadamente peligroso y con fuertes conexiones internacionales” llamado “Triángulo Negro Anarquista”, que se movilizaron en transporte público desde Barcelona a Zaragoza con los artefactos explosivos que dinamitaron en Zaragoza y que ayer, antes de la detención, merodearon la Catedral de Montserrat en Barcelona.

Ayer, Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior ibérico, señaló que se comunicó con su homólogo chileno, Andrés Cahdwick, quien le explicó que los detenidos “son muy conocidos por su historial delictivo en Chile” en el marco del llamado caso Bombas.

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