Eyzaguirre pone paños fríos con la Iglesia en diálogo con apoderados de colegios católicos

Con una presentación frente representantes de padres y apoderados de colegios católicos subvencionados, el sábado por la mañana en el colegio Salesianos Alameda (en la esquina de Av. Ricardo Cumming con Alameda), el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, planea poner paños fríos a la tensa relación con los representantes de la Iglesia liderada por el cardenal Ricardo Ezzati.

Una actividad que busca bajar la preocupación latente del Gobierno sobre las diferencias con el prelado y que habría generado la preocupación en la propia Presidenta Bachelet, que pidió el martes pasado, según La Segunda, en el Comité Político en Cerro Castillo comenzar a desactivar los posibles focos de conflictos abiertos de la reforma. En especial con la Iglesia, después de la entrevista concedida a El Mercurio por Ezzati, donde criticó la “arquitectura” de la reforma impulsada por el Mineduc.

De esta forma, Eyzaguirre expondrá mañana en el seminario “Reforma educacional: Desafíos y oportunidades para la educación Católica”, buscando explicar los cambios que plantea el Gobierno. Un foro en el que será presentado por el Vicario para la Educación del Arzobispado de Santiago, el presbítero Tomás Scherz; los diputados Romilio Gutiérrez (UDI) y Giorgio Jackson (RD); y será moderado por la periodista Mónica Rincón.

Diálogo respetuoso y propositivo

Tanto para La Moneda como el ministerio de Educación, la intención de mantener buenas relaciones con la Iglesia ha existido desde el primer minuto. En Educación, específicamente, el diálogo ha estado a cargo del propio Eyzaguirre y del obispo de Temuco, Héctor Vargas Bastidas, presidente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal.

Aunque públicamente, el ministro sólo ha recibido al obispo Vargas en su despacho en abril de este año, en total han sido cinco las reuniones que han sostenido con Eyzaguirre o sus asesores, según aseguró el propio obispo de Temuco a The Clinic Online.

“Han sido cinco encuentros en total, todos ellos con la finalidad de dar a conocer nuestro parecer tanto sobre la educación chilena en general, los principios que consideramos esenciales a la hora de concebir la educación y de legislar sobre políticas públicas, de acuerdo al Magisterio de la Iglesia, y nuestro parecer y aportes respecto del Proyecto de Ley mismo”, explica.

Según Vargas, en ellas se han intercambiado opiniones y fruto de ese trabajo la Conferencia Episcopal ha emanado los tres documentos públicos de la Iglesia. “No hemos recibido, ni solicitado ningún documento de parte del Ministerio de Educación”, señaló.

Según fuentes del Mineduc, la preocupación de un diálogo permanente con la Iglesia ha sido una de las prioridades de Eyzaguirre. Él mismo, comentan en el ministerio, tiene una muy buena percepción del obispo de Temuco y lo considera una voz válida y experta en el tema.

En efecto, Vargas es profesor de la PUC y es magíster en Ciencias de la Educación de la Pontificia Universidad Salesiana de Roma. Además, ha sido consejero para el Cono Sur de la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) y representante de la Oficina Mundial de Educación Católica (OIEC) ante la Cepal.

Tras los dichos sobre el límite de la gratuidad en educación superior, realizados en una entrevista con El Mercurio, el obispo fue uno de lo pocos que celebró el anuncio diciendo que “los recursos públicos deben estar a disposición de la educación. Eso me parece óptimo. Pero también se deben poner límites”.

Según el propio Vargas, la relación con el Gobierno es considerada “respetuosa y propositiva” y se definió agradecido de que se haya valorizado las opiniones del cardenal Ezzati “como propias de un momento en que el Gobierno desea escuchar a todos los sectores, como signo de una auténtica democracia”.

Además, valora la preocupación de Bachelet de generar espacios e instancias de diálogo para llegar a un acuerdo, quien según afirma La Segunda, en el Comité Político del martes pasado le pidió a Eyzaguirre despejar el máximo posible “enemigos” de la reforma, incrementando el diálogo y los encuentros con representantes eclesiásticos.

Sin embargo, las diferencias siguen estando. “Al parecer, lo que el Sr. Cardenal ha querido expresar está en sintonía con lo que ya hemos señalado, es decir, que al tratarse de una Reforma que busca llevar a cabo un cambio paradigmático en el sistema educacional chileno, habría sido muy importante haber dado unos pasos preliminares”, dice.

Para el obispo, esos pasos habrían sido un gran diálogo y debate democrático y la oportunidad de “discernir juntos cómo es el país que anhelamos construir entre todos”. Pero a cambio de eso han recibido otras cosas.

“Lamentablemente la premura de los tiempos y objetivos políticos han dicho otra cosa. Ha primado un pragmatismo que nos ha obligado a analizar solo una parte en sí misma, al margen de una propuesta más global que le daría su sentido orgánico y procesual, pero de la cual, de hecho, se desconocen hasta ahora sus características y alcances. En efecto, el Proyecto de Ley se reduce más bien a medidas pragmáticas sobre cuatro objetivos concretos, relacionados fundamentalmente con aspectos de tipo económico”, dice el prelado.

Este sábado, frente a los padres y apoderados de colegios católicos particulares subvencionados, será una nueva oportunidad para que Eyzaguirre convenza a un sector desconfiado y en desacuerdo con algunos de los elementos que propone la reforma.