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Cultura

9 de Agosto de 2014

Loco Jack, el soldado que cargaba contra los nazis espada en mano

Fuente: Yorokobu.es   Las guerras son acontecimientos muy traumáticos para cualquier persona excepto para tipos como el Teniente Coronel John Malcolm, ‘Loco Jack’ Churchill. Este señor inglés se lo pasaba en grande cargando contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, espada en mano, o acojonándolos con el sonido de su gaita. Tipos como él rebosan […]

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Loco Jack

Fuente: Yorokobu.es

 

Las guerras son acontecimientos muy traumáticos para cualquier persona excepto para tipos como el Teniente Coronel John Malcolm, ‘Loco Jack’ Churchill. Este señor inglés se lo pasaba en grande cargando contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, espada en mano, o acojonándolos con el sonido de su gaita. Tipos como él rebosan de valor de ese que llaman agallas en las películas antiguas y van tan sobrados de romanticismo que su biografía no necesita de un novelista que la edulcore. Tipos como Jack Churchill ha habido muy pocos; tan pocos que quizás solo haya habido uno. Veamos por qué.

Tras 10 diez años haciendo el cabra decidió retirarse y trabajó como editor de periódico, modelo ocasional y actor de reparto. De hecho, gracias a su pericia con la gaita y su excelente técnica del tiro con arco ya había desempeñado un pequeño papel en 1924 enEl ladrón de Bagdad. En aquella época todavía le dio tiempo para representar a Inglaterra en el Campeonato Mundial de Tiro con Arco de 1939. Pero claro, esta clase de tipos se aburren como ostras sin algo más de adrenalina con lo que se enroló de nuevo en el ejército para participar en la Segunda Guerra Mundial.

El único que abatió a un enemigo con una flecha en la Segunda Guerra Mundial

En mayo de 1940, Churchill y su unidad, el regimiento Manchester, defendían el pueblo de L’Epinette, en Francia. Un contingente alemán andaba cerca. Antes de que sus soldados dispararan, ‘Loco Jack’ abatió al sargento nazi con el arco desde una distancia de 30 metros. Según relata su hijo en el Daily Mail, «él y su sección esperaban en una torre mientras se aproximaban los alemanes. Entonces dijo “dispararé a ese primer alemán con una flecha” y eso es exactamente lo que hizo. Los demás se encargaron del resto con las ametralladoras».

Según parte del diario de guerra de la cuarta brigada de infantería (recogido en este artículo), «una de las incidencias más celebradas de la evacuación de Dunkerque fue la visión del Teniente Coronel Churchill marchando por la playa con su arco y sus flechas. Sus acciones en el Saar con sus flechas son conocidas por muchos y su disgusto por no haber podido practicar más con ellas ha sido notable. Su ejemplo y buen trabajo con su grupo de ametralladoras han sido una gran ayuda para la cuarta brigada de infantería».

A golpe de gaita y espada

En 1941, Churchill era el segundo al mando del Comando Nº 3 en la Operación Arhery, un asalto a una guarnición alemana en Vågsøy, Noruega. Cuando cayeron las rampas en la playa, ‘Mad Jack’ saltó hacia adelante y comenzó a tocar la marcha de los Hombres de Cameron en su gaita, para luego lanzar una granada y entrar corriendo a la batalla en la bahía. Por sus acciones en Dunkerque y Vågsøy, recibió la Cruz Militar.

Jack Churchill liderando una carga en Maaloy, Finlandia, con su claybeg en la mano.

JACK CHURCHILL LIDERANDO UNA CARGA EN MAALOY, FINLANDIA, CON SU CLAYBEG EN LA MANO.

«En mi opinión, un oficial que entra en batalla sin una espada no está apropiadamente vestido», decía Churchill sin tapujos. Él siempre llevaba consigo una pequeña espada claybeg escocesa de principios del XIX con puño de cesta y hacía buen uso de ella. En 1941, como oficial comandante de un contingente británico en Salerno, Italia, atacó con sus hombres un pueblo tomado por nazis. Cuando se le terminó la munición, el solocapturó 42 alemanas con su espada. Y claro, recibió otra condecoración.

En 1944 lideró otro comando en Yugoslavia para ayudar a los partisanos. Tras una dura batalla, todos sus hombres fueron abatidos menos él. Cuando llegaron los nazis, tocaba el Will Ye No Come Back Again con la gaita a sus compañeros heridos para animarlos. Le llevaron al campo de concentración de Sachsenhausen donde junto a otros veteranos cavó un túnel y se escapó durante 14 días hasta que fue capturado por la Gestapo. En 1945, en la prisión de Tyrol, el Capitán Wichard von Alvensleben evitó que las SS le asesinasen junto con otros 140 compañeros aliados. Fueron liberados y Churchill anduvo 150 kilómetros hasta Verona donde se encontró con un contingente americano.

A continuación le mandaron a Burma para pelear en el frente del Pacífico contra los japoneses pero cuando llegó, EEUU ya había lanzado las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki y la guerra había terminado. «Si no hubiese sido por esos malditos yankis, podríamos haber seguido combatiendo otros diez años más», exclamó.

Pero ahí no acabó su leyenda. En 1952 realizó un pequeño papel como arquero enIvanhoe (1952) y tras su paso por Australia como instructor de guerra, se construyó una tabla de surf y se convirtió en el primer británico en cabalgar la ola del río Severn al suroeste de Inglaterra.

«Qué delicia oler Napalm por la mañana», decía el Coronel Kilgore a pecho descubierto en Apocalipsis Now mientras veía como sus soldados cogían olas en la playa. Cuando le escucho me acuerdo de ‘Loco Jack’ Churchill. Claro que Kilgore pertenece al mundo de la ficción y Churchill vivió de verdad.

 

Jack Churchill, ya más mayor, tocando la gaita en un evento.

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