Dávalos pide perdón y renuncia a su cargo mientras la derecha cuestiona que no ahondara en el millonario negocio

Visiblemente nervioso, con la voz algo trabada, y media hora después de lo agendado, Sebastián Dávalos Bachelet puso fin a la semana más tensa del gobierno en lo que va del año y renunció a su cargo como director Sociocultural de La Moneda, luego de la polémica que se generó una vez que se destapara el caso del crédito de 10 millones de dólares que en noviembre de 2013 le ayudó a conseguir a su esposa Natalia Compagnon, con el dueño del Banco de Chile, Andrónico Luksic, en pleno periodo de campaña presidencial.

El hijo de la Mandataria comenzó a leer el comunicado que preparó para anunciar su dimisión, sin aceptar preguntas de las prensa, y dando luces de que daría un paso al costado, una vez que comenzó a agradecer a quienes habían trabajado con él estos 11 meses en su cargo en el gobierno.

Dávalos Bachelet agradeció a la dirección sociocultural, la fundación Integra y Prodemu. Además, destacó el trabajo del MIM y las fundaciones de la Presidencia, como las orquestas juveniles y Artesanías de Chile.

Luego de esto, el hijo de Bachelet se fue al meollo del asunto y comenzó a leer las siguientes líneas: “Rechazo categóricamente la publicación de información falsa respecto a supuestos comentarios realizados por mí u otros miembros de mi familia las cuales perjudican la honra de ésta”.

“Deseo poner énfasis que no he cometido ilícito alguno, ni delito funcionario, como algunos medios han sugerido. Es menester señalar que en la posición que me encuentro es a lo menos incómoda, pues se me ha criticado abiertamente por trabajar en el sector público y además por trabajar en el sector privado”, agregó Dávalos.

No obstante puntualizar ese hecho, el ahora ex funcionario admitió el “malestar que esto ha generado” y asumió “que el perjuicio provocado ha dañado a la Presidenta de la República y al gobierno, quienes cuentan con mi total y absoluta lealtad”.

En ese sentido, subrayó que ” es debido a lo anterior que no me queda más que pedir humildemente perdón por este amargo momento. Entiendo además que esto para algunos pudiera no ser suficiente. Es debido a lo anterior que he decidido dar un paso al costado y renunciar a mi cargo de director sociocultural de la presidencia”, agregó.

Sebastián Dávalos leyó su declaración acompañado de su jefa de gabinete Erika Silva, pero sin la presencia de ningún ministro.

El primer sector del oficialismo en reaccionar fue la DC, que en voz de su vicepresidente el diputado Fuad Chahín, valoró la renuncia e hizo hincapié en que el hecho permitía volver a poner el foco en el programa del gobierno.

Desde la derecha, si bien valoraron la renuncia, criticaron el hecho de que en su declaración no se refiriera al negocio de su mujer, mediante el cual su pyme, Caval, se embolsó 2.500 millones de pesos esta semana tras vender las 44 hectáreas de Machalí a un empresario de la zona.

“Aquí lo importante es que el negocio completo y todos los antecedentes que han generado dudas y polémica se aclare”,  dijo el diputado RN, Nicolás Monckeberg.

“Esto no sé si permite aclarar algo”, planteó a su vez el secretario general de la UDI, Javier Macaya, quien aseguró que “no ha cambiado mucho la situación respecto de una operación que está cuestionada”.

Por su parte, el vocero (s) José Antonio Gómez, sostuvo desde La Moneda que la renuncia era valorable, y enfatizó que en la negociación no hubo ningún ribete de ilicitud.

Consultado por el hecho de que si no había ilegalidades el porqué de la renuncia, Gómez, aseguró que era porque se había armado un polémica por una publicación tendenciosa.

Los cinco días que se demoró en renunciar

La renuncia de Dávalos se produce luego de que las presiones, desde la derecha y desde el interior del oficialismo, se hicieran insostenibles para el gobierno en los cinco días que pasaron desde que se salió públicamente a abordar el tema.

El lunes, el Ejecutivo blindó a Dávalos, pero en el transcurso de los días poco a poco comenzó a desmarcarse del ex director sociocultural de La Moneda, pasándole la pelota para que él mismo se refiriera a los hechos. Es más, este viernes la revista Qué Pasa publicó un artículo donde consignaba que Peñailillo había presionado a Dávalos, a través de terceros, para que diera la cara.

Hoy, tres históricos de la Concertación, como son los ex ministros Sergio Bitar y José Joaquín Brunner, además del ex senador del PS, Camilo Escalona, habían sostenido -en entrevistas con distintos medios- que la renuncia era la única forma de aplacar la crisis.

Un caso Caval

El caso Caval o Nueragate se destapó la noche del jueves pasado con el reportaje de la revista Qué Pasa titulado “Un negocio Caval”. En éste, se relataba cómo la nuera de Bachelet, a través de una pyme con un patrimonio de sólo 6 millones de pesos,  había armado el negocio de la compra de las 44 hectáreas en un sector de la comuna de Machalí, luego de conseguir personalmente un crédito de 6.500 millones de pesos (10 millones de dólares) con el dueño del Banco de Chile, Andrónico Luskic, tras un reunión que se realizó el 6 de noviembre de 2013.

Más allá de los cuestionamientos por la facilidad para conseguir una considerable suma de dinero sin contar con las espaldas financieras, el asunto comenzó a salpicar a La Moneda cuando se supo que Dávalos había acompañado personalmente a su mujer en la cita con Luksic. Desde ahí, domingo por la noche, comenzó la escalada de cuestionamientos que terminaron esta tarde con la forzada renuncia del hijo de la Mandataria, quien -como se dijo- leyó su declaración sin la compañía de ningún miembro del gabinete.