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Poder

14 de Febrero de 2015

Mosciatti no deja títere con cabeza por el Nueragate y barre el piso con Bachelet, Dávalos, Andrade, Luskic y el PC

“Se veía venir todo esto, pero claro que se veía venir, sin concurso público, sin antecedentes académicos, sin tener una carrera destacada", dijo el director de radio Bío-Bío sobre la situación en que se vio involucrado el hijo de Bachelet. Además reventó al PS, su presidente Osvaldo Andrade, y el PC, por el silencio que mantuvieron los siete días que hubo entre que estalló el caso y llegó la renuncia de Dávalos.

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moschiatti YT

En lo que va del caso Caval, que ayer apaciguó en algo los ánimos tras la renuncia del hijo de Bachelet luego de que se supiera que ayudó a su mujer a conseguir un crédito por 10 millones de dólares con el dueño del Banco de Chile, Andrónico Luksic, en pleno periodo de campaña presidencial 2013, quizás la opinión vertida por el periodista y director de radio Bío-Bío, Tomás Mosciatti sea de los más duro que se ha visto esta semana.

En su espacio editorial, Mosciatti reventó a los involucrados, particularmente a Sebastián Dávalos Bachelet, y fustigó duramente al PS y el PC por el silencio que mantuvieron los siete días que hubo desde que estalló el caso, con el artículo de Qué Pasa, hasta la renuncia de Dávalos leyendo, muy nervioso, un comunicado en uno de los patios de La Moneda.

“Con voz entrecortada, con cuerdas vocales irritadas, con un carraspeo, con angustia, Sebastián Dávalos Bachelet renunció a la dirección Sociocultural del Gobierno. No aguantó simplemente a la presión, pero no es como creen algunos en el gobierno, como creen en el entorno estrecho y ella misma, Michelle Bachelet, que es la presión del entorno de los medios, la presión fue de los hechos, simplemente de los hechos que marcaron a la opinión pública. Hechos, no tanto opiniones en un gobierno donde el lucro se mira con lupa y él, su esposa técnicamente, él se transformó en el grupo del 1% más rico de Chile”, dijo el periodista que llegará a conducir el noticiario Central de Mega.

Para el dueño de Radio Bío-Bío, “en un gobierno donde se dice que hay que igualar la cancha, Sebastián Dávalos Bachelet se ha transformado en uno de los símbolos de la desigualdad, porque solo él puede ir a un banco a hablar con el hombre más poderoso del país que es Andrónico Luksic, ser recibido y ser además premiado”.

Agregó además que deberá haber un pronunciamiento desde la Presidencia “porque no fue Sebastián Dávalos, sino que fue la presidencia el año pasado que se negó en dos oportunidades a que Dávalos diera a conocer una declaración de patrimonio de sus intereses, que son declaraciones meramente formales porque en realidad verlo casi no se aprende nada, pero ni siquiera ese gesto hubo durante el año pasado y quedarán muchas preguntas sin responder y esta renuncia va a impedir que conozcamos estas preguntas”.

“Pero también quedará en la conciencia pública este silencio enorme, un silencio de cementerio, un silencio sacrosanto del Partido Socialista. El Partido Socialista, una vergüenza porque Sebastián Dávalos es militante del PS. Sabemos que es un partido cuyo principal dirigente Osvaldo Andrade es siempre locuaz, irónico, agresivo y siempre está dispuesto a hablar y ahora no. También veremos el silencio del Partido Comunista que se ha preocupado tanto del lucro, salvo de la Universidad Arcis, y ahora vamos a tener que decir una vez más que el PC se preocupa del lucro, es verdad, pero a veces”, apuntó.

Las críticas de Mosciatti no se quedaron ahí, pues cuestionó la capacidad y la trayectoria de Dávalos.

“Se veía venir todo esto, pero claro que se veía venir, sin concurso público, sin antecedentes académicos, sin tener una carrera destacada, sino que por el apoyo político de su mamá, Sebastián Dávalos entró a la Cancillería, a la Direcom, y no hubo concurso público. Partió mal el asunto, meritocracia me dice usted, meritocracia de la familia Bachelet. No, no es verdad sin ningún antecedente integró el equipo negociador del tratado de libre comercio con Japón. Con que antecedentes si no tenía ninguno y estando en ese cargo, su esposa celebró un contrato de una empresa para asesorar a empresarios asiáticos que invertirían en Chile”.

Mosciatti también disparó contra Bachelet, al asegura que “pudo haber dicho a Sebastián revirtamos esto, pudo haberle dicho al comprador revirtamos esto. Los Presidentes lo pueden hacer y más aún cuando hay un hijo involucrado y no lo hizo. Ella estuvo siete días cara a cara con Natalia Compagnon y su hijo en Caburgua en donde este fue el único tema que hablaron y no fue capaz, o no quiso revertir este negocio. Siete días en que Bachelet dudó entre la institucionalidad, el orden público económico y una serie de cosas y su hijo. Naturalmente esto es entendible desde el punto de vista de las emociones, pero es repudiable desde el interés de todos los chilenos”.

Una repasada a Luksic

Como es sabido, fue el propio dueño del banco de Chile, Andrónico Luksic, quien visó el crédito de los 6.500 millones de pesos para la pyme de la nuera de Bachelet, Natalia Compagnon. En ese sentido, Mosciatti no le desligó responsabilidad al magnate chileno.

“Dio la plata, es el hombre más rico de Chile, el más poderoso y financia la política… de dónde viene Alberto Arenas, de las empresas de Luksic; de dónde viene Nicolás Eyzaguirre, de las empresas de Luksic; de dónde viene Máximo Pacheco, de dónde viene René Cortazar”.

“Cuando el representante de la empresa llamó a la secretaria de Luksic, María Teresa Errázuriz y Ximena Valenzuela, llamó a las secretarias para pedir audiencia, dijeron don Andrónico no tiene problemas, los va a recibir pero le agradaría muchísimo que estuviera Sebastián Dávalos. Fue Luksic el que pidió que estuviera Sebastián Dávalos y él es responsable porque aceptó, entonces le hizo el favor personal y eso es lo que fue”, subrayó el periodista.

Cabe recordar que después de una tensa semana en Palacio, Sebastián Dávalos Bachelet ofreció personalmente una declaración pública en la, pese a negar cualquier vicio legal en el asunto, pidió perdón y anunció su salida de la dirección sociocultural de La Moneda, donde estuvo por 11 meses. En medio de esos siete días, su esposa, Natalia Compagnon, logró cerrar el negocio y vendió las 44 hectaréas que había comprado con el crédito que le otorgó Luksic, metiéndose al bolsillo una ganancias de 2.5o0 millones de pesos; es decir, unos cuatro millones de dólares.

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