Dióscoro Rojas desarma a los cuicos: “Un huevón que anda en un descapotable es porque la mamá no lo quiso de chico”

Un Chile diverso es a lo que apunta Dióscoro Rojas, el líder de los guachacas, que en entrevista con La Segunda hace un análisis del país, habla de la nueva chilenidad, liderada por su movimiento, construido con ciudadanos humildes, cariñosos y republicanos.

Respecto de esta nueva chilenidad, responde que no es entendida por lo poderes. “Los organismos de cultura todavía no se dan cuenta que el verdadero personaje de Chile es la persona que se levanta a trabajar todos los días antes de las 6 de la mañana, que se moviliza pie, y que lo único que quiere es educar a su hijos, tener amigos, alguien a quien amar y una casita para pintar todas las primaveras”.

Sobre si eso se refiere a la cultura popular, asegura que “hablar de eso es como si hubiera otra cultura, pero no hay otra, eso humilla, daña. Nosotros no hablamos de ‘lo popular’ hablamos de los populares, que son los que construyen el día a día”.

Dentro de este nuevo Chile es que Rojas responde al ser consultado por La Segunda que no hay lugar para los cuicos, “que no caben” con los guachacas, porque -según dice- “no hay nada peor que ser cuico. Siempre andan pensando en el qué dirán. El que se compra rompa no se la compra para él, sino que para que se la aprueben. Para desatar envidia. Un huevón que anda en un tremendo descapotable, seguramente es porque la mamá no lo quiso cuando era chico. El auto no le produce amigos. Lo terrible de los cuicos es que están solos. Si no les gusta nada. Ni los rubios, los morenos, los peruanos, los árabes, los colombianos, ni los chilenos. Sueñan con vivir en otros países. Hay unos izquierdistas que quieren vivir en Francia, otros en Nueva York, otros en Miami para vivir en el Patronato del mundo y otros en Jamaica para fumar marihuana todo el día”.

Para el gran Compipa la televisión hoy no es reflejo de esa diversidad que se ve en las calles. “La pantalla está fome, hay mucha imitación”, sostiene Rojas, quien responde que a Bachelet le pediría más pistas de baile “donde la gente se encuentre”.

Finalmente, en su análisis de la realidad chilena el mentor de los guachacas dice que al escudo nacional el pondría un pañuelo, al cóndor o al huemul, y una copita de vino, en algún rinconcito con la leyenda “Por la razón de la fiesta”: