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24 de Noviembre de 2015

Columna: Fetiche cultural

La imagen de perros vagando por veredas, basurales y sitios eriazos, o atravesando impávidos las traficadas calles de Santiago, ha impactado la retina de Peter Bonde, el artista danés que en 1999 representó a su país en la Bienal de Venecia y que hace un mes atravesó el mundo para instalarse a vivir y trabajar […]

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La imagen de perros vagando por veredas, basurales y sitios eriazos, o atravesando impávidos las traficadas calles de Santiago, ha impactado la retina de Peter Bonde, el artista danés que en 1999 representó a su país en la Bienal de Venecia y que hace un mes atravesó el mundo para instalarse a vivir y trabajar en un galpón de la Gran Avenida, a pocas cuadras de la estación de metro El Llano. Allí, junto al chileno residente en Dinamarca Javier Tapia, prepara una gran instalación que se inaugura el 26 de noviembre en el Museo de Bellas Artes y otra exposición que abre el 3 de diciembre en la galería D21 Proyectos de Arte. Bajo el título “Double Headed South” (Dos cabezas hacia el sur) los artistas reinterpretan los conflictivos cruces y mestizajes culturales del paisaje contemporáneo, combinando imágenes del patrimonio vikingo y del precolombino, como también elementos de la cultura popular actual, en un diálogo carnavalesco entre el hemisferio norte y el sur, que es también un debate entre sus propios orígenes y biografías.

Ante la mirada extranjera, el quiltro aparece como un fetiche que condensa la contradicción entre la ilusión del desarrollo y la feroz precariedad de la institucionalidad cultural chilena. Tanta fuerza tiene la imagen, que Bonde y Tapia la incorporaron a una película que se exhibirá en una pequeña sala de cine construida al interior de la instalación. El filme, en clave de thriller de misterio, reinterpreta esta travesía entre Dinamarca y Chile, y está protagonizado por el actor danés Pilou Asbæk, conocido por su rol en “Lucy”, de Luc Besson, y fichado para la próxima temporada de “Juego de Tronos”, de HBO.

El perro que los artistas retrataron para esta página, es uno de los 220 mil que hoy merodean por la ciudad, según cifras del Colegio Médico Veterinario. Con este ejemplar establecieron una amistad personal en los últimos días, pues deambula hambriento por los alrededores del galpón. “Tenemos pensado desparramar comida en el hall del Museo e invitar a los quiltros a la inauguración”, anuncian.

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