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Opinión

28 de Enero de 2016

Nicolás Larraín, conductor de tv: “¡Estoy endeudado hasta las cachas y me salen estos hueones coludiéndose!”

Nicolás Larraín (50) no tiene filtro ni pudor. Hace un tiempo, mostró su intimidad, sus siete hijos, su examen a la próstata y sus múltiples deudas en el docurreality “Encierren a Nicolás”. Es impulsivo y luego se arrepiente: se empelotó en una campaña publicitaria y ahora se avergüenza de verse gordo en los afiches. En su programa de radio despotrica contra los políticos y empresarios coludidos. Hoy no está en televisión abierta, pero sí en el cable, en un late donde entrevista a personajes excéntricos y de vuelta con CQC en formato online: “Nunca quise ser Don Francisco, habría preferido ser modelo. Lo mío es rock y váyanse todos a la mierda”, dice.

Macarena Gallo
Macarena Gallo
Por

NICOLAS LARRAIN

Hace dos años animas “El Nico Late Show”, en Canal Vive!, donde sueles entrevistar a personajes curiosos, como Planta Carnívora o Irina La Loca.
-Nicolate es un semillero de excentricidades. Cuando empecé a hacer el late, no quería farándula ni la modelito rasca, porque realmente no sé qué preguntarle. No me calienta entrevistar a la Jhendelyn. Siempre he estado escapando de esa televisión abierta. Igual llevé a políticos, como Marco Enríquez Ominami, que iba como panelista, hasta que le pasó lo de los mail y no fue más. Llevo a mi mamá, a un ciego y chiquillos con síndrome de down.

¿Por qué esta mezcla de invitados?
-No quería hacer lo mismo. Yo siento que tengo un tono distinto, soy bueno pa la chacota.

¿Con qué personajes excéntricos te has encontrado?
-Llevo siempre a gente aspirante a famosa en busca de espacio. Antes de la Planta Carnívora, tuve algunos rayados, pero la Plantita la rompió. No tenía idea de ella.

¿Cómo llegó al programa?
-No teníamos a quién entrevistar y alguien dijo que cachaba a una artista visual que rapeaba. Llega esta niñita y no sabía a lo que me estaba enfrentando. No pensé que dejaría la cagada. Su tema Vagina Dentada lo censuraron en la tele y se nos ocurrió subirlo a youtube. Y tuvo una viralización muy potente. Después me llamó un loco de la cabeza, un rockero satánico pero que hacía show para niños. Luego otro que se llamaba Solo contra el mundo, un tipo que decía ser el más loco, tocaba un instrumento con la tetilla. Y después tuve una experiencia con un minero poeta, el típico hueón que se va a parar afuera de los canales y nadie pesca y cantó una hueá, te juro que es superior a la Planta Carnívora, pero todavía no salta a la fama. Y después vino la Irina la Loca.

Por la performance de Irina la Loca, el Sename anunció querella contra el programa.
-Dijeron que se iban a querellar, pero este país está lleno de peos. No pasó nada. La Planta Carnívora me llevó a entender la potencia del mundo en internet. Tengo otros proyectos que pienso llevar adelante este año. No me hagas contar mucho. Pero si viste el docurreality de mi vida en el Canal 13 C, donde Nicolás está quebrado y tiene que vender a su familia para no vender su casa, ahora voy a hacer “como lo hacís, Nicolás”, que espero salga en mayo.

¿De qué se trata?
-De mi vida, los siete niños, el día a día, cómo corro de un lado a otro. Voy a transparentar y mostrar cómo pago mis deudas. Es una locura. Pero, bueno, eso lo contaré en mi próximo docurreality. Pero es difícil.

Pareciera que no tuvieras pudor en mostrar tu vida.
-No se trata de pudor. Me parece que hay que hacer cosas distintas. A los medios los veo muy falsos y empaquetados. Y yo me voy al chancho.

¿Saldrías empelotas o teniendo sexo?
-No, estás loca. Mi límite es la humorada. En Chile Tuday salimos corriendo con el trasero al aire. Y nos dio lo mismo. A veces siento que no tengo límites, pero todo depende del tenor de la huevada.

Así como has mostrado tu vida en un docurreality, ¿no te interesaría entrar a un reality?
-¡No, no! Es la estupidez más grande de la vida. El móvil de un reality no es más ni menos que ser famoso o ganar plata. Y no hay nada más aburrido que eso. Aunque alguien podría decir “y voh, hueón, pa qué hacís lo otro”. Yo lo hago para divertirme, llevar la contra y hacer alguna imbecilidad. La fama es una huevá con patas.

¿Por qué es interesante conocer tu vida?
-No es que tenga el ego de creerme súper interesante ni nada. Pero estando en CQC empecé a contar mi vida. Alguien me dijo “tenís que escribir un libro de lo que te pasa”. Yo era una licuadora, un taladro, como me puso Andrés Rillón.

¿Cómo así?
-O sea, estoy a mil por hora, estoy aquí, corro a otra reunión, voy donde la contadora. Por ahí se empezó a creer que mi vida excesiva podría ser interesante. Ahora, lo hago por huevear. Igual me arrepiento de cosas, como haber mostrado mi examen a la próstata.

¿Por qué te arrepientes?
-Fue un error, porque los maricones entraron con las cámaras cuando me hacían el examen. Pensé que me dejarían hasta la entrada. Y los hueones me grabaron bajándome los pantalones. Me da un poco de vergüenza, pero al final me da lo mismo. Por favor, no veas el capítulo.

Ya lo vi.
-¿En serio? ¡Qué vergüenza! Ahora me pasa que me contrató Defontana como rostro. Me invitaron a hacer una campaña en calzoncillo y terminé empelotado tapándome con un computador. No racionalizo. No soy un hueón muy analítico. Y después muero de vergüenza. Además que me veo gordo.

Es primera vez que eres rostro de una marca…
-Sí, antes había sido la voz de Sprite, pero cara no había sido nunca. Da un poco de bochorno ver tu cara. Pero me gusta.

HASTA LAS CACHAS

NICOLAS LARRAIN 01
Hace unas semanas volvió CQC pero en internet. ¿Por qué la obsesión por resucitarlo?
-Nadie lo reemplazó. Se necesitaba un programa que encarara al poder como lo hacía CQC. En otras partes del mundo donde se ha acabado, hay programas parecidos. Y aquí, youtube y tuíter, reemplazaron una parte de los chistes. Pero encarar al poder con un micrófono, nadie lo hizo. El periodismo televisivo es un poquito obsecuente. CQC tenía la virtud de ir donde el político y tirarle la pregunta o pachotada en el lenguaje del pueblo, pero sin garabatos. Aquí, más allá de Matamala o Juan Manuel Astorga en ciertos momentos, todo está revestido de formalidad y respeto.

La vuelta de CQC la venías prometiendo hace rato.
-Sí. Tuve intentos de volver en un teatro, pero no resultó. Eran intentonas más bien pensadas en las lucas. En el intertanto, cuando estaba partiendo el caso Penta, nos juntamos con Feito y Guerrero e hicimos unas notas que se las mostramos a todos los canales , pero no pescaron. Para ellos, siempre CQC fue un programa caro, de nicho y poco rating.

Nadie te dio bola.
-No, poh. De los canales tengo la peor opinión: son una manga de hueones tomando una decisión de cómo se viste el animador del matinal. Imagínate, ¿que vuelva CQC? No se atrevieron. Le tienen miedo a meterse con el poder. En agosto del año pasado, estaba en la radio y me llegó un video de Fulvio Rossi, encarado por un gallo que le grita “care raja”. Se me ocurrió poner el video en la radio. Y la gente empezó a decir que vuelva CQC. Ahí empecé a decir: oye, esta cuestión debiera volver.

¿Y qué hiciste?
-Se me ocurrió hacer una campaña de crowdfunding, pero no juntamos la plata. Justo después almorcé con un gallo que había recaudado 80 millones vía crowdfunding, y me dijo “hueón, no hagas CQC como antes en la tele, haz la nota y tírala a internet”. Me cayó la teja. Era un error que CQC mirara a youtube como un enemigo, deberíamos habernos transformado y reducido los costos de los estudios y los animadores a lo más importante: el micrófono frente a la autoridad. Dije, no va a estar Feito ni Guerrero, voy a estar solo en el estudio, y en las notas iba a estar Roberto Van Cauwelaert, el notero disponible. Volvimos con una nota encarando a Piñera por el tema de Ruiz Tagle y la colusión. Rápidamente llegamos a 30 mil visitas. Me llamó todo el mundo: noteros y productores ofreciéndose, y de El Telón, una plataforma tipo Netflix pero gratis, para producirnos las notas, viralizarlas y ayudarnos a vender los auspicios. Partimos con cuatro minutos, ahora vamos en diez y le agregamos Los Grandes Pensadores. La semana pasada entramos al Congreso, después de años de veto, agarramos a Moreira, le preguntamos por el raspado de la olla, y el gallo salió corriendo. Cuestiones que CQC provoca: que el político quiera arrancar. Eso me tiene muy excitado.

Nicolás Copano te dedicó una carta el año pasado. No era muy buena onda.
-Es que Copano es hijo mío. Llego de cabrito cuando estaba partiendo CQC y con Fabrizio hicieron los Top Five. Siempre quiso ser notero o conductor, pero a los argentinos no le gustaba, lo encontraban muy hiperventilado. Y después pasó algo, pero no me acuerdo qué. Y yo dije quién es Copano. Y me escribió esa carta. Después nos encontramos en la calle y nos reímos. Yo creo que Nicolás se perdió, porque era muy divertido, pero se creyó Lanata y no lo es. Pero, más allá de eso, le tengo cariño.

En su carta decía que eras el favorito de Ricardo Claro cuando estabas en CQC…
-Se dicen tantas cosas. La gente de derecha -como en algún momento apoyé mucho a Enríquez Ominami, ahora no tanto- cree que soy el favorito de la izquierda. Y los de izquierda, dicen que era el favorito de Ricardo Claro.

¿Es cierto que votaste por el SÍ?
-Esas son ignorancias. Voté por el NO. Pero después nos contrataron para hacer campaña para Büchi. Y por esa campaña, la gente ignorante que no sabe nada dijo “ah, este hueón es del SÍ”. Una cosa era apoyar el SÍ y otra a Büchi.

¿Pero por qué te gustaba Büchi?
-No es que me gustara. En ese minuto, el candidato era Aylwin y Büchi me parecía un gallo raro. Hoy veo que toda la gente, a quienes uno ha apoyado, tiene su lado oscuro. Sintiéndome con un armatoste de derecha, creyendo en el modelo, apareció Marco y me volví loco con Marco.

¿Qué te volvió loco de MEO?
-Rompía todos los paradigmas. Me gustaba su crítica a la clase política, lo visionario, lo anticipado. Y me embobé. Creí que Marco era mágico. Y ahora con lo de SQM y su discurso para aclararlo, me defraudó. Lo mejor que he aprendido en el último tiempo, es un recado que me llegó de la Nasa de Estados Unidos, que dice: “la política le empeora la vida a la gente, lo único que le mejora la vida es el emprendimiento y la innovación”. Esa es la clave.

¿Cómo que de la Nasa?
-Sí, un mensaje que leí. Ahora cuando me preguntan por quién voy a votar, digo que no me calienta nadie. Todo está en la innovación.

¿Ves innovación en Chile?
-Hay mucha, pero sin la vitrina que uno quisiera. A los dos días de este mensaje de la Nasa, fueron a mi late unos vecinos de Quilicura y uno de los entrevistados parte contando que había creado un grupo de Whatsapp en el barrio para denunciar a los ladrones, pero viene su hijo chico y le dice, “por qué no mejor que sea Telegram, donde caben más de 200 personas por grupo”.

¿Y les resultó?
-Están todos conectados con los pacos y los ladrones se fueron. En un minuto y medio está el Giay Jou. Se están acabando las empresas de alarmas porque con cosas como esa no es necesario. Pues bien, fueron a tocarle la puerta al diputado Gonzalo Fuenzalida para contarle y no los recibió. Cuando escucho historias como estas, digo “no me meto más en política”.

¿Pensabas entrar a la política?
-Alguna huevada pensé hacer. Lo que hago es comunicación y los políticos se manejan como el hoyo en comunicación. Mira la colusión de los supermercados: Cencosud no contesta, Unimarc no contesta. Esos hueones no innovan. Se hacen ricos a puros chanchullos. Estamos coludidos hasta la mierda, los grandes estandartes no dejan espacio a los verdaderos innovadores.

El otro día, en la radio mandaste literalmente a la “conchesumadre” a los dueños de supermercados coludidos.
-Me parece como el hoyo y están todos hasta el cogote. Lo único que nos sacará de esto es que echen a todos los políticos y lleguen otros que pongan multas y cárcel pa estos picantes de mierda que se mandan mail por el precio de las chuletas. Me parece un bochorno y estamos pagando de más, no solo el 10% del papel confort y la comida, sino que en todo. Tengo siete niños, estoy hasta las bolas, ¡endeudado hasta las cachas y me salen estos hueones coludiéndose! ¿Cuánto gastai en el supermercado al mes? Te doy mi cifra y te morís. No lo creerías. Prefiero no dártela.

¿Por qué tienes deudas?
-Me he metido en puros cachos. Le presté plata a todo el mundo, hice negocios de mierda, me cagaron y quedé muy endeudado. Cuando veo todo lo que me roban en papel, pollos y remedios, exploto y digo “loco, métanlos presos”. Si Servicios Impuestos Internos está siendo presionado por el ministerio de Economía, ¡vomito, vomito! Maca, soy decente, pago todos los IVA y mis impuestos, no doy boletas truchas, nunca he coimeado a nadie. Con lo de la Papelera me dan ganas de vomitar. Esa gente pechugona, a la que pertenezco, y soy Larraín y vomito. Entonces, ¡váyanse a la mierda! En la radio me dicen que no puedo decir estas cosas. Pero si olfateo que en los supermercados están coludidos con los jamones, los quesos y los tallarines, ¿por qué no me van a estar cagando con los detergentes? ¡Me están cagando! No me queda ni una duda. ¿Y no lo voy a decir?

Hace unos días, los diputados UDI, Hasbún, Urrutia y Ulloa presentaron un proyecto que prohíbe enaltecer la figura de Allende.
-Esas son imbecilidades, un gastadero de saliva. La gente quiere trabajo, salud y expectativa positiva. Están equivocados en la UDI. ¡Den la cara! Y a Moreira lo ponen como el paradigma de que algo dijo, pero no hizo nada. ¡Pichula, pichula! Cuando ellos quieren cambian las leyes, no me digan que no se puede, ¡se puede! “Yo renuncio, porque no puedo seguir. Pedí boleta y me voy del Congreso”, ¡digan eso!

¿El senador Orpis debiera renunciar?
-Sí. Aquí no hay costos. ¿Dónde están los costos, señora Bachelet? ¿Dónde está la querella? SQM lo están estirando como chicle. No ha caído nadie. ¡Que me vean las bolas!

¿Qué te parece Bachelet?
-Cuando salió Bachelet, a pesar que no voté por ella y sí lo hice por la Matthei en segunda vuelta, porque en la primera voté por Marco, estuve de acuerdo con lo de las reformas que planteaba.

¿Por qué votaste por la Matthei?
-Le tenía pavor a la Concertación. Son muy soberbios. Me gustan ideas de izquierda, y me carga la prepotencia de la derecha, pero entre que saliera la Bachelet, vamos con la Evelyn. He vivido haciendo campaña para que no salga el otro. Piñera me cargaba y voté por él para que no saliera la Concertación. La Bachelet ha caído en la misma torpeza de la derecha de decir “todo de ese bando es malo”. Ella debería haber sido más enérgica con el caso Dávalos. Pero su comunicación es como el hoyo. Todo es pusilánime. ¡Es un desastre! A pesar que ha hecho reformas por el bien del país, tiene que manejar el ánimo y la expectativa. Estos hueones lo hacen como el hoyo y están metidos en la política más cochina. Necesito alguien que me dé una expectativa que el país estará mejor. Hoy, me paso por la raja la ideología.

¿Tan así?
-Sí. Qué me demuestren que la reforma laboral o la tributaria serán mejores para la gente. Todo lo que me hizo criticar a la derecha, ahora me hace reflotarla: prefiero a tecnócratas haciendo la pega antes que un hueón preocupado de si lo invitaron a la Araucanía o no. Todo lo que ha pasado con Burgos es un gasto de saliva y una soberana pelotudez. Hay problemas muchísimo más importantes como los vecinos de Qulicura.

LA JHENDELYN

¿La tele está encarando al poder?
-La televisión abierta no.

¿De qué está preocupada, entonces?
-De las utilidades, están cagados así. Se acabó la televisión. Que Mega gane, lo único que confirma es que se acabó esa industria. TVN tiene que vender su edificio, contratar a un jefe de producción que ponga programas envasados, y echar a todos los directores, porque tienen a 14 hueones para decir qué hacemos con dos puntos de rating. El mundo cambió. La tele está cagada. No hay nada peor que tratar de agradar al público. Haz lo que quieras hacer y ve si les gusta o no. “Ah, es que eso no se paga, Nicolás”. Hueón, hay que ir a venderlo. ¡Vayan a buscar auspiciadores! Yo siempre empujaba para conseguirlos.

Es raro que un animador busque los auspicios…
-No es lo típico. Siempre he sido vendedor y me convencí que lo importante eran los auspicios. Uno puede tener cualquier idea, pero si nadie te la paga, no pasa nada. Y no es tener a los auspicios a tontas y locas. El objetivo no puede ser solo el rating.

¿Por qué no estás en la tele abierta?
-Para estar en la televisión abierta tienes que estar con la tombolita y la Jhendelyn bailando. Eso me da vergüenza.

¿Por qué nunca te convertirte en un rostro siendo que lo tenías todo?
-¿Pero querías que me transformara en qué? ¿en don Francisco? ¿o Rafa Araneda?, desprecio a ese hueón. Ni cagando.

¿Y no envidias las lucas que ganan?
-No. Odio la plata. La plata se me escabulle entre las manos. No la cuido. Para lo único que quiero lucas es para pagar mis deudas. Pero no ambiciono nada. ¿Para tener la vida de Don Francisco y que se le pierda un nieto en el supermercado?, no.

¿Qué no te gusta del estilo de ellos?
-Uno tiene que estar todo el rato congraciándose con la masa. Y poner una sonrisa falsa para la foto. Tienes que preocuparte de tu dentadura, tu peinado, hacerte cirugías estéticas, hablar políticamente correcto y dar una entrevista a The Clinic sin decir las barbaridades que digo yo, porque capaz que un empresario se ofenda y quite el auspicio. No estoy ni ahí con eso. Todo es maqueteado. Es la sonrisa Teletón, como le digo yo. Mira la sonrisa de Ignacio Gutiérrez en un programa nuevo, “Sabingo” o una huevá así. Es lo más falsa que hay. Y no suma nada. Finalmente, me parece que esa gente lo pasa mal. Los rostros deberían mostrarse más erráticos y looser, que andar de winner por la vida. Por eso la gente que está fuera del sistema no está en la tele.

¿Te sientes fuera del sistema?
– Soy un aspirante. No estoy en la televisión abierta, porque una parte mía no hace concesiones. Mi primo hermano, Juan Cristóbal Guarello, está mucho más afuera del sistema estando en la televisión abierta, pero él no está ahí con nada. Yo soy más amable con el sistema. Cuando me preguntan por qué no soy animador de matinal, me pongo a vomitar. Si estuviera en un matinal hablando de Jhendelyn, estaría vomitando. Me parece rasca despreciar a la audiencia. Me gusta una televisión más suelta. Nunca quise ser Don Francisco, habría preferido ser modelo. Lo mío es rock y váyanse todos a la mierda. Y en mi radio llevo doce años, hablo lo que se me cante la raja y no me para nadie. En la tele, no poh: tenís que agachar el moño y sobar lomo. No estoy para eso.

¿Crees que falta una televisión cultural?
-La televisión cultural que se hace es torpemente fome. La televisión cultural no tiene que ser sobria. En Chile, o erís un zarpao o erís perno. El intermedio no lo saben hacer. O erís Los Prisioneros o Jaime Guzmán. Así estamos cagados. En todo caso, estoy feliz fuera de la tele abierta. Ahora mi vida es internet y mis charlas motivacionales.

Al contrario del común de los charlistas, reivindicas tus fracasos.
-Los fracasos son una buena escuela. Aprendí una frase que la tengo guardada para mi próxima historia que es “el looser nunca pierde”. La estupidez del éxito es un error. Cada día valoro más el fracaso, los problemas, las deudas. Todos los problemas tienen oportunidad.

¿Cómo eres como papá?
-No soy estricto, pero sí catete para que no estén todo el día en el celular.

Casi todos ellos están en edad pre adolescente. ¿Le hablas de sexo?
-Sí, harto. Y los lateo, porque vienen de vuelta. Saben más que yo. Los cabros están muy agrandados y zarpaos.

¿Fuiste zarpado en tu juventud?
-No, toda la vida he sido perno y de pololeos largos. Muy tranquilo y bien pavo.

¿Pavo cómo para casarte virgen?
-Sí. Me casé virgen a los 28 años. Pero la virginidad es una huevá hipotética también. Es una intimidad que no te puedo estar detallando. Además que la gente todo lo transforma en blanco y negro. Nunca he sido de hueviar. No me copeteo. Me he mareado, sí, pero vomitando, nunca. Tampoco he jalado ni fumado pitos. Una vez tomé un pito y ni aspiré. Toda esa excentricidad me hace sentir como un bicho raro ante el mundo.

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