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Nacional

11 de Febrero de 2016

Condenan a excarabineros por desaparición de adolescente en dictadura de Pinochet

La resolución, del juez especial Mario Carroza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, condenó a la pena indicada al exoficial Pedro Herrera Mossuto y a Francisco Contreras Torres, quienes detuvieron al joven el 18 de octubre de 1973 tras una riña durante un partido de fútbol aficionado en la población La Faena, del sector santiaguino de Ñuñoa.

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carabineros a1

Un juez condenó hoy a siete años de prisión a dos excarabineros por el secuestro calificado (desaparición) de Héctor Vásquez Sepúlveda, un adolescente de 18 años, en octubre de 1973, informaron hoy fuentes judiciales.

La resolución, del juez especial Mario Carroza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, condenó a la pena indicada al exoficial Pedro Herrera Mossuto y a Francisco Contreras Torres, quienes detuvieron al joven el 18 de octubre de 1973 tras una riña durante un partido de fútbol aficionado en la población La Faena, en Ñuñoa.

La detención de Vásquez Sepúlveda ocurrió en su domicilio, cuando ya la riña había terminado y, según testigos, los uniformados aseguraron que lo llevarían a la comisaría sólo para tomarle una declaración.

El joven, según sus parientes, no objetó la acción, pues conocía a los policías e incluso uno de ellos pertenecía a su mismo club de fútbol.

La madre de la víctima vio cuando su hijo ingresó a la comisaria junto a los carabineros, pero desde ese momento su rastro se perdió para siempre.

Según el expediente, la policía detuvo ese día a otros participantes en la riña y los cadáveres de dos de ellos aparecieron al día siguiente en un canal del sector.

Dos de los detenidos, “aparecen ejecutados y lanzados sus cuerpos al Canal San Carlos y otros, luego de su ingreso a la Comisaría, desaparecidos”, dice el fallo del juez.

En la parte civil, el magistrado condenó al Estado de Chile a pagar una indemnización cincuenta millones de pesos a los familiares de la víctima.

Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), según cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado y de ellos, 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos.

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