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Opinión

11 de Febrero de 2016

La cruzada de la doctora que envía por correo pastillas para abortar a países donde es ilegal

La holandesa Rebecca Gomperts es la creadora de "Women on Web", una organización sin fines de lucro que promueve el aborto libre y seguro a través del envío de pastillas de mifepristona y misoprostol, a países donde el aborto no está permitido. Esto, a cambio de donaciones de las mujeres que solicitan las pastillas, siempre que puedan costearlas; sino se les entrega de forma gratuita, porque según ella, "las mujeres que no tienen dinero ni acceso a la información y que son desde el inicio las personas más vulnerables de la sociedad, son las afectadas por este tipo de leyes. Las mujeres que están casadas con ministros, doctores o gente en el poder, ellas pueden tener un aborto cuando lo necesiten". Desde Amsterdam, la activista conversó con The Clinic Online sobre las razones de su iniciativa, explicando cómo funciona este método abortivo y entregando su punto de vista sobre la discusión que hace un tiempo se puso sobre la mesa en Chile respecto al aborto terapéutico.

Mariana Arellano Goldsack
Mariana Arellano Goldsack
Por

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Rebecca Gomperts es una doctora holandesa de 49 años, que se especializó en aborto quirúrgico, hizo un PhD en aborto medicinal, un Master en Políticas Públicas en la Universidad de Princeton y que lucha por lograr que toda mujer sea libre de abortar cuando ella lo decida.

Por eso, en 1999 fundó Women on Waves (Mujeres sobre Olas), una organización sin fines de lucro que promueve el aborto libre y que, como parte de sus campañas, ofreció durante 11 años un servicio de aborto seguro y “a domicilio”. Se trataba de un barco que, convertido en una clínica móvil, navegaba por distintos países con profesionales de la salud y voluntarios, entregando pastillas abortivas -mifepristona y misoprostol- a las mujeres que lo requerían y que en sus países fuera ilegal.

Como esto escapaba de la ley, el barco se instalaba a 322 kilómetros del borde costero, donde comienzan las aguas internacionales, un espacio donde las leyes que rigen son las del país al que pertenece el navío. En este caso era Holanda, donde el aborto es permitido.

Hasta aquí las mujeres eran trasladadas en bote para practicarse un aborto, siempre que no tuvieran más de seis semanas y media de embarazo. De hecho, hace 15 años se instaló con su barco en Chile. Según recuerda la doctora, este fue “uno de los primeros países donde quise hacer una campaña de aborto”. Aquí se reunió con varias organizaciones pro aborto que existían en ese entonces.

A partir de esta iniciativa, muchas mujeres alrededor del mundo se contactaron vía mail con la organización pidiendo que visitaran sus países para realizarse un aborto seguro. Fue ahí que Gomperts se dio cuenta que era un problema mundial que no podría resolver sólo con un barco.

Por eso decidió crear Women on Web, un sitio online de consultas y apoyo donde quienes quieran abortar pueden encargar estas pastillas y recibirlas por correo a cambio de una donación sugerida de entre 70 a 90 euros (56 a 72 mil pesos chilenos). Pero si la mujer no tiene los medios para costearlo, se le envía de forma gratuita.

Al sitio acuden miles de mujeres que ven en esto una solución a su embarazo no deseado -ya sea por violación, inviabilidad fetal, riesgo de la madre o simplemente por no quererlo-, una cifra que se ha triplicado en los países donde el virus zika se ha propagado, ya que significa un serio riesgo para las embarazadas por producir microcefalia en los niños que están por nacer.

Aborto 3 A1

Hace un tiempo, en Chile se debate sobre el aborto terapéutico en tres casos: violación, inviabilidad del feto y riesgo de la madre. ¿Qué opinas de esta discusión?

Mirando nuestra historia de legalización del aborto en diferentes países, lo que aprenderemos es que esto no va a ayudar a ninguna mujer, sólo a algunas. Y no resolverá el problema de los abortos ilegales. Sólo cuando los abortos estén permitidos en todos los casos, cuando sea que las mujeres lo necesiten, ahí realmente se va a afectar en la salud y en los derechos de la mujer. Honestamente, pienso que es un desperdicio de energía sólo legalizarlo en estos casos. Además, en Brasil, por ejemplo, donde es legal en el caso de violación, es muy difícil acceder al aborto. Las mujeres tienen que ir a la policía, donde son investigadas y humilladas. Además, de las mujeres que quieren abortar muy pocas lo hacen por una de estas tres razones.

La única manera de resolver realmente el problema es abrir totalmente el aborto, hacerlo disponible para todas las mujeres y que esté dentro de los seguros médicos básicos. Y eso es lo que pretende lograr Women on Waves, aconsejando a los gobiernos una y otra vez para que lo incluyan en sus políticas; las mujeres debieran poder hacerse un aborto en la salud pública.

¿Por qué piensas que el aborto es un derecho?

Tengo un punto de vista bien pragmático. Básicamente, todo embarazo para una mujer es un riesgo para su salud; en Holanda 10 mil mujeres mueren dando a luz anualmente, y esta cifra aumenta en otros países. Esto quiere decir que las mujeres están obligadas a arriesgar su salud para dar a luz a sus bebés.

Sobre todo si hay riesgo para la madre, el aborto medicinal es más seguro que continuar el embarazo. Tienen mayores posibilidades de morir cuando dan a luz que cuando se realizan un aborto medicinal. Creo que esa es la base fundamental de porqué esto es un derecho, porque las personas deben tener derecho a proteger su salud y su vida.

¿Por qué crees que el aborto es ilegal en primer lugar?

Hay muchas teorías sobre eso. Lo que vemos en general es que el cuerpo de la mujer y su reproducción son siempre herramientas políticas, entonces el derecho a abortar es restringido. La capacidad de reproducirse siempre ha sido una herramienta política.

Aborto 2 A1

¿Por qué luchas en contra de las leyes de cada país? Ya que tus pacientes las están pasando a llevar cuando toman estas pastillas.

Porque creo que hay muchas leyes injustificadas en muchos países, como las leyes que permiten torturar gente, y creo que nosotros como ciudadanos, cuando creemos en la humanidad, en los derechos y en la justicia social, es algo por lo que debemos luchar. Y está la perspectiva de las clases económicas; las mujeres que no tienen dinero ni acceso a la información y que son desde el inicio las personas más vulnerables de la sociedad, son las afectadas por este tipo de leyes. Las mujeres que están casadas con ministros, doctores o gente en el poder, ellas pueden tener un aborto cuando lo necesiten; pueden viajar a hacerse un aborto a otro país o pagar miles de dólares a un doctor que las ayude en su país. La ley crea injusticia social, el aborto ilegal crea injusticia social, y las leyes y las sociedades democráticas tienen la obligación de proteger los derechos de cada persona, de permitirles accesos iguales a vivir sanamente y la misma oportunidad de permanecer vivas. Así que la ley está violando el principio de una sociedad democrática.

¿Por qué surge en ti este interés por el aborto?

Lo que me interesa a mí es la injusticia, y creo que en el aborto ocurren las injusticias sociales más fundamentales. Para mí, tiene que ver con el derecho de autonomía y dignidad. Creo que estos valores son realmente importantes.

¿Has abortado alguna vez?

Yo aborté, como muchas otras mujeres. También tuve un aborto espontáneo, pero ahora tengo dos niños. Soy una mujer muy normal, en mi vida reproductiva he experimentado todo lo que puede experimentar una mujer, pero la razón de trabajar en esto no es porque haya tenido un aborto.

¿Cómo surgió la idea de crear Women on Web?

Fue en respuesta a todos los emails que estábamos recibiendo después de la primera campaña en barco que hicimos. Mujeres comenzaron a escribirnos: ‘¿cuándo estará el bote por aquí? Necesito un aborto’. Nos dimos cuenta que teníamos que resolver el problema; de ahí viene el sitio web. Algo que encontré muy fascinante es que después de esto, en Latinoamérica comenzó a gestarse un fuerte movimiento de resistencia, muchos grupos de mujeres locales empezaron a prestar soluciones abortivas. Claro que no puedes generalizar, porque cada país es muy diferente.

Cuando las mujeres solicitan las pastillas en tu sitio web, ¿simplemente confías en que te están diciendo la verdad en cuanto a las razones, condiciones y posibles enfermedades que puedan generar contraindicaciones con esta forma de abortar?

Sí; toda relación doctor-paciente se basa en la confianza, no se puede trabajar de otra manera. Los pacientes están ahí por interés propio y le piden ayuda a los doctores diciéndoles cuáles son sus problemas. Cuando quiero prescribir a alguien penicilina, por ejemplo, si es que tiene una infección, le pregunto si es alérgico a la penicilina y me dice que no pero en realidad sí lo es, está actuando en contra de sus propios intereses. No es distinto con el embarazo.

¿A las mujeres se les entregan estas pastillas sin importar la razón de querer abortar?

Les preguntamos la razón de su aborto, pero básicamente sí. Creemos que la única persona que puede decidir si es que necesita o no un aborto es la mujer misma, porque nadie más va a dar a luz y ella es la única que resulta afectada por esto.

Como organización lanzaron una campaña solidaria para las embarazadas contagiadas con el virus zika, entregándoles las pastillas para abortar de forma gratuita. ¿Por qué decidieron hacer esto?

Lo que notamos cuando se dio a conocer que el zika producía microcefalia en los niños, fue un incremento en las solicitudes de aborto desde los países más afectados por el virus. Ahí nos dimos cuenta de que hay muchas, muchas mujeres que están realmente asustadas y que están buscando la forma de abortar. Muchas de ellas harían abortos inseguros y peligrosos, porque el aborto es muy restringido en sus países, por eso es que anunciamos que las ayudaríamos de forma gratuita.

De todas formas, Women on Web actualmente trabaja de esta manera; es una organización sin fines de lucro. Pedimos una donación, pero hay mujeres que no pueden costear las pastillas. Un embarazo no deseado es una emergencia médica, no puedes negarle cuidado a esa mujer.

Aborto 4 A1

Según tú, ¿el aborto medicinal es la forma más segura de abortar?

El British Journal of Obstetrics and Gynaecology dice que el aborto medicinal es siempre la mejor opción. Pero un aborto hecho en un ambiente limpio por una enfermera o un doctor capacitado es también muy seguro. El problema es que muchas mujeres quieren ocultar su embarazo y con las pastillas pueden abortar ellas mismas, no necesitan un doctor para tomar una pastilla, sólo necesitas acceso a ésta y saber cómo tomarla.

¿Cómo funcionan estas pastillas en el cuerpo?

Hay dos formas de hacer un aborto medicinal: la primera, que es la mejor opción, es tomar las dos pastillas, una es mifepristona y la otra misoprostol, las llamamos m&m. Te tragas la primera píldora, que bloquea la hormona que permite que el embarazo esté intacto. 24 horas después, tomas la segunda, el misoprostol, que produce contracciones uterinas y permite expulsar el feto. Básicamente, la combinación de estas pastillas causa un aborto espontáneo.

La segunda forma es sólo tomar misoprostol, provocando sólo las contracciones para expeler el feto, pero es menos efectivo.

¿Existen algunas enfermedades que no puedes combinar con la mifepristona y el misoprostol?

Muy pocas. Las compañías farmacéuticas dicen que no se deben ingerir en caso de tener alergia a alguna de estas medicinas, pero eso es extremadamente raro, porque las alergias se dan por enfermedades muy raras, como la porfiria.

¿Cuáles son los riesgos de este método?

Tiene los mismos riesgos de un aborto espontáneo, 20% de los embarazos terminan en aborto espontáneo. El riesgo ocurre cuando no tienes suficientes contracciones uterinas o cuando sangras demasiado, ahí es cuando debes ir a un hospital.

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