Nacional
26 de Febrero de 2016Claudio Naranjo analiza la crisis de la educación: “sirve para domesticar a la gente de generación en generación”
"Tenemos una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su tiempo y su vida (...) La educación enseña a la gente a pasar exámenes, no a pensar por sí misma. En un examen no se mide la comprensión, se mide la capacidad de repetir", explica el siquiatra, guía espiritual y sicoterapeuta chileno.
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“La crisis de la educación no es una crisis más entre las muchas crisis que tenemos, sino que la educación está en el centro del problema”, observa el psiquiatra chileno, guía espiritual y sicoterapeuta, Claudio Naranjo, en una reciente entrevista con Alberto D. Fraile Oliver, en donde analiza el que se ha sido uno de los pilares de su pensamiento, recogido en el libro “Cambiar la educación para cambiar el mundo”.
El hombre que admite haberse inspirado en Tótila Albert y reconocido estudioso de la obra de George Gurdjieff, explica que “la problemática en la educación no es de ninguna manera la que a los educadores les parece que es. Creen que los estudiantes ya no quieren lo que se les ofrece. A la gente se le quiere forzar a una educación irrelevante y se defiende con trastornos de la atención, con desmotivación. Yo pienso que la educación no está al servicio de la evolución humana sino de la producción o más bien de la socialización”, recoge el sitio www.periodicodelbiencomun.com.
En ese sentido, Naranjo advierte que “esta educación sirve para domesticar a la gente de generación en generación para que sigan siendo unos corderitos manipulables por los medios de comunicación. Esto es socialmente un gran daño. Se quiere usar la educación como una manera de meter en la cabeza de la gente una manera de ver las cosas que le conviene al sistema, a la burocracia”.
Como estudioso de la espiritualidad y crítico de la sociedad patriarcal, el discípulo de Fritz Perls, asegura que “nuestra mayor necesidad es la de una educación para evolucionar, para que la gente sea lo que podría ser”.
Al respecto toca uno de los tópicos abordados en innumerables oportunidades en sus charlas y entrevistas… el hecho de ser seres con un conciencia poco despierta.
“Tenemos una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su tiempo y su vida (…) La educación enseña a la gente a pasar exámenes, no a pensar por sí misma. En un examen no se mide la comprensión, se mide la capacidad de repetir. ¡Es ridículo, se pierde una cantidad tan grande de energía! En lugar de una educación para la información, se necesitaría una educación que se ocupe del aspecto emocional y una educación de la mente profunda. A mi me parece que estamos presos entre una alternativa idiota, que es la educación laica y una educación autoritaria que es la educación religiosa tradicional. Está bien separar Estado e Iglesia pero, por ejemplo en España, han echado por la borda el espíritu como si religión y espíritu fueran la misma cosa. Necesitamos que la educación atienda también a la mente profunda”.