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Cultura

1 de Marzo de 2016

El desafiante salto al cine estadounidense de Paulina García

Paulina García, por estos días, es testigo del éxito de su primer intento en el cine estadounidense. Se trata de 'Litlle Men' del destacado director Ira Sachs, que ha cosechado excelentes críticas en la prensa internacional. En la película interpreta a Leonor, una madre soltera chilena que enfrenta, junto a su hijo, las dificultades de la vida como inmigrante en Nueva York.

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PAULINA GARCIA LITTLE MEN 2

En una repisa llena de libros en un rincón de la casa de Paulina García se ubican más de una decena de estatuillas. Son los premios que ha ganado durante su carrera. Pero hay uno que sobresale entre todos: es el Oso de Plata que ganó el año 2013 en el Festival de Berlín por la mejor actuación femenina.

A los pies del Oso, están los lentes que usó para filmar ‘Gloria’, última cinta hasta la fecha del cineasta chileno Sebastián Lelio.

Son símbolos de un logro histórico para el país –la última vez que una actriz ganó algo similar fue Gloria Munchmeyer en Venecia 1990–, que la catapultó hacia nuevas fronteras en la actuación.

Antes del efecto que produciría su primer protagónico en la pantalla grande Paulina veía al cine como algo circunstancial y tenía sus intenciones puestas en el teatro. “Nunca pensé dedicarme mucho al cine”, dice en conversación con The Clinic Online.

Pero con la llegada del éxito de ‘Gloria’ comenzaron a llegar las ofertas: con el Oso de Plata se había unido a un selecto grupo de actrices entre las que destacan Catherine Denueve, Juliette Binoche, Meryl Streep, Julianne Moore, Charlize Teron y Nicole Kidman, por nombrar a algunas.

Así participó con un pequeño papel en ‘Los 33’ -película que no le gustó nada- y al tiempo la contactó Ira Sachs, un reconocido director del cine independiente estadounidense.

“Quiero escribir un personaje de mi próxima película para ti”, le dijo el cineasta al contactarla, a través de Sebastián Lelio. Sachs había visto su actuación en ‘Gloria’ y quería que ella interpretara a Leonor, una madre soltera chilena intentando sobrevivir en una Nueva York donde el suelo habitacional cada vez cuesta más.

Paulina se sorprendió, pues nunca se esperó un salto hacia el cine internacional. Pero después de darle vueltas, aceptó.

Cuando se reunieron por primera vez, vía Skype, se sorprendió aún más.

Sachs, “gay y judío”, como él mismo se define, vive con su esposo ecuatoriano en un barrio bien acomodado de Nueva York. Y mientras Paulina veía en la pantalla a los dos pequeños hijos del director y su pareja –ambos de cuatro años-, Ira Sachs le explicaba, muy directamente, que era marxista.

“No sé si mi terminología es tan precisa al respecto, pero entiendo la cultura y el funcionamiento del sistema desde un punto de vista marxista. Siento que el efecto del dinero y la clase está en cada momento de la vida”, explica el cineasta a The Clinic Online desde Nueva York.

Ira, además de un cineasta con preocupaciones sociales, es un activista de la causa gay, especialmente en su relación con el arte. Hace unos años fundó Queer Art, una organización de ayuda a artistas homosexuales de diferentes generaciones y estatus socioeconómico. En las funciones que realizan cada semana, ha participado Sebastián Silva (‘La nana’), director chileno con el que ha forjado una amistad, al igual que con Marialy Rivas (‘Joven y Alocada’)

“Ahí me di cuenta el calibre del personaje que Ira es. Y dije ya, hay que ir. Y se me va mal, me va mal, pero por lo menos lo conocí, ya sólo eso valía la pena”, recuerda Paulina. Se puso de acuerdo con el director, vio sus películas y viajó a Nueva York para filmar ‘Little Men’ a finales de julio de 2015.

EL NUEVA YORK DE LITTLE MEN

PAULINA GARCÍA LITTLE MEN 1

García se quedó en un departamento, conseguido por la producción, en el barrio de Chelsea. Sobre la calle 27 y la 6ta avenida, el lugar le sirvió como base hasta finales de agosto, cuando terminó el rodaje.

En ‘Little Men’, García hace de Leonor, una madre soltera que vive con su hijo adolescente, Tony (Michael Barbieri), en un pequeño departamento en Brooklyn. Sobreviven gracias a las ventas de una tienda de ropa que le arrienda bajo el precio de mercado, Max, su amigo de avanzada edad al que cuida hace varios años.

Su frágil equilibrio desaparece cuando, al comienzo del film, su amigo muere y llega su hijo Brian (Greg Kinnear) a mudarse al departamento de su padre, junto a su esposa Kathy (Jennifer Ehle) y su hijo Jake (Theo Kaplitz).
Sin tomar en cuenta el arreglo que tenía Leonor con Max, Brian pretende cobrarle por la tienda lo que el precio de mercado indica, desatando la crisis.

“Leonor está totalmente aferrada de la tienda, es como su caverna. ‘Aquí me quedó, aquí hago mi fuego, aquí crío a mi hijo’, siente ella. Y aunque es porfiada, no le va bien con las ventas. Cuando llega el hijo de Max ella propone una discusión interesante: ‘Max era mi amigo, yo lo cuidé durante 8 años y él me cuidó a mí, y estoy en la tienda porque somos amigos, no es un contrato, no se trata de platas’”, explica García.

Como en varias de las películas de Sachs, el dinero aparece como un elemento central que remece las relaciones humanas de sus personajes.

“Ese discurso sobre el dinero y las cosas que causa, es vital en Ira. Cuando la plata aparece el diablo mete la cola, pero ese escenario, él lo logra retratar con una humanidad que a mí me sorprendió”, dice García.

“La plata es parte de nosotros. Tiene que ver con nuestra identificación de clase. En algún nivel, todos nos definimos en cuanto a la relación que tenemos con el dinero. Eso me parece interesante, en el contexto de una ciudad que desplaza a sus propios habitantes. En ese lugar, el otro elemento que aparece es el amor”, dice el cineasta.

Y claro, mientras los líos del mundo adulto enfrentan a Leonor con Brian y Kathy, sus hijos se vuelven amigos, forjando una íntima amistad que sirve como contraste al conflicto que viven sus padres.

INMIGRANTES EN NY

PAULINA GARCIA LITTLE MEN 3

Para Ira Sachs la temática de los inmigrantes siempre ha sido importante. Varias de sus películas cuentan con protagonistas de diversas nacionalidades, y es que, de alguna forma, siempre se ha sentido un poco marginado.

“Me identifico con la situación de los inmigrantes, que llegan a un nuevo país a buscar oportunidades, porque como un hombre gay y judío, siempre he estado un poco al margen, incluso como artista”, cuenta.

Sin embargo, la biografía de Leonor, madre e inmigrante en Brooklyn, tiene una inspiración aún más cercana para el director, pues su esposo, Boris Torres, llegó con diez años a Nueva York desde Ecuador, bajo el cuidado de su mamá. Al igual que el personaje de García, se asentaron en Brooklyn.

“Para mí el tema es bien personal y en Nueva York es cada vez más importante. Me acuerdo cuando llegué a la ciudad en 1998 y fui el único ‘blanco universitario’ en un sector de inmigrantes dominicanos. Recuerdo que estuvieron ahí cinco años desde que llegué y después fueron desplazados”, recuerda.

En la historia, Leonor lucha contra una situación similar. Se aferra con todo lo que puede a su tienda que es lo único que le da cierta seguridad. “Ella es como una tigresa y lucha por eso”, dice el cineasta. Tanto así que llega a echarle en cara a Brian –el hijo de Max- que nunca visitó a su padre y que ella fue quien lo cuidó en los momentos más difíciles.

“Ella pelea por su espacio y su hijo, pero está siendo empujada hacia una esquina sin la habilidad de tomar las mejores elecciones. Ella toma todas las decisiones erróneas pero siempre desde un lugar con mucho corazón”, cuenta el director.

Esa profundidad con la que se aborda la historia de Leonor en ‘Little Men’, hacía necesario que la actriz estuviera a la altura. Sachs lo sabía y por eso buscó a Paulina García.

“Yo en cuanto vi Gloria quedé encantado. Amé su actuación, amé sus detalles, amé su riesgo. Y una de las cosas que descubrí con Paulina en Little Men es que ella no es temerosa y no necesita ser amada por la audiencia en todo momento. Siento que no es un actriz que ruegue porque la audiencia la quiera. Está dispuesta a verse mal, a cometer errores como personaje, está dispuesta a ser humana”, explica el cineasta.

“Eso la hace fascinante”, agrega. “Su personaje está lleno de contradicciones, que creo que no es una forma típicamente estadounidense de enfrentar la escritura de personajes. Creo que una actriz menos sofisticada habría tratado de simplificar las contradicciones en vez de ampliarlas, como hace Paulina”, explica sobre el rol de la actriz chilena.

Para García, su primer protagónico en el cine estadounidense, fue una experiencia increíble. Aunque no distó mucho de su trabajo en el cine chileno en cuanto al tamaño de la producción, sí fue un desafío complicado, sobre todo por el idioma.

“Yo hablo inglés, pero actuar en otro idioma es otra cosa”, asegura Paulina. “Sobre todo porque cuando uno entra en una situación vivencial las palabras salen en castellano. No sé si logro eso totalmente”, dice Paulina.

Sin embargo, Ira le permitió tomárselo con calma. Si bien su trabajo está estrictamente apegado al guión, el cineasta le da espacio a los actores para que descubran durante el rodaje su propia interpretación. Sin ensayos de por medio, cuando a García le costaba pronunciar alguna línea en inglés, Sachs le decía que la dijera en español.

PAULINA GARCIA LITTLE MEN 4

“Nunca le digo a los actores qué hacer, siempre intento descubrir cómo un actor interpreta, en conjunto con ellos. Hay una gran cita de Jean Renoir, que dice: cuando filmas una película asegúrate de mantener la ventana abierta y dejar que la vida entre. Así es como yo intento acercarme al rodaje”, cuenta.

En enero pasado ‘Little Men’ se estrenó internacionalmente en Sundance y posteriormente en el Festival de Berlín. Con excelentes críticas, hasta ahora, es la película de Ira Sachs con mejores reseñas.

En las citas internacionales consiguió ventas en casi toda Europa, Estados Unidos y algunos países de Latinoamérica. Sin embargo, pese a la presencia de García, aún no encuentra un partner chileno que traiga la película a nuestras salas, por lo que su estreno aquí aún es incierto.

García, por otro lado, tendrá un 2016 muy movido. Por estos días en Bogotá graba sus últimos capítulos en la serie de Netflix ‘Narcos’ y prepara una obra de teatro de Luis Barrales a presentarse en septiembre en el Teatro UC. En mayo presentará la obra Las Analfabetas en México, y el segundo semestre viajará a Argentina para protagonizar su segunda película en el extranjero.

Se llamará ‘La novia del desierto’, y será dirigida por Cecilia Atán y Valeria Pivato, colaboradoras frecuentes de Juan José Campanella. En la ficción, García interpretará a una asesora de hogar de una familia acomodada de Buenos Aires que es enviada –“como un mueble más”, dice García- a San Juan cuando la familia se cambia de casa. “Ella no tiene nada, ni familia, ni hijos, así que va para allá. En el camino se pierde y comienza su propio viaje, vestida de novia y en el desierto”, revela García.

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