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Opinión

3 de Julio de 2016

John Carlin, escritor británico sobre el Brexit: “Idealizamos la democracia sin pensar en su lado más peligroso”

El jueves 24 de junio pasado, fue uno de los peores días en la vida de John Carlin (60). El periodista y documentalista británico, conocido por sus ácidas columnas en diarios europeos y escribir la biografía de Nelson Mandela que inspiró la película “Invictus”, no podía creer que su país había votado a favor del Brexit. Europeísta de corazón, tapó de insultos a sus compatriotas y empezó a tramitar un pasaporte español para él y su hijo de 16 años, aprovechando la nacionalidad hispana de su madre. Aquí, en entrevista con The Clinic, enjuicia el referéndum, señala a sus culpables y cuestiona, incluso, la legitimidad de la democracia directa.

Daniela Yáñez
Daniela Yáñez
Por

John-Carlin

¿Viste la Copa América Centenario?
Sé que ganó Chile, pero estoy más feliz porque Islandia le ganó a Inglaterra en la Eurocopa. Justicia divina. El primer gran castigo de los muchos que se merecen estos pendejos mal nacidos.

Parece chiste…Inglaterra fuera de Europa por segunda vez.
¡Sí! Me parece estupendo ese revés. Islandia es un país que me encanta. Imagínate que el seleccionador del equipo es dentista y el portero, cantante. Un grupo aguerrido ni siquiera conformado por profesionales, un país chico. Son geniales. Una bofetada en la cara a la nación inglesa que decidió ser estúpida.

¿El Brexit es una estupidez?
En mi opinión, sí. Y esa es la opinión de mucha gente, casi la mitad del Reino Unido. Yo simplemente soy una expresión de toda la indignación que se vive en el país. Tenemos la sensación de que se ha caído en un disparate absolutamente histórico. Quizás haya algo más idiota en la guerra mundial, pero posterior a eso, nada. Es una payasada, un disparate y un acto suicida, lleno de irresponsabilidad y frivolidad.

Pero hubo una alta participación, incluso mayor a las elecciones generales. Y el referéndum se veía venir porque era parte de la campaña de David Cameron para ser primer ministro. ¿Es el Brexit la cara oscura de la democracia?
Hoy vivo un momento donde me cuestiono las bases más sagradas que tengo, los actos de fe más indudables, como el valor de la propia democracia. Si la democracia es capaz de dar resultados como éste, uno se empieza a hacer preguntas de fondo si realmente lo estamos haciendo bien. He visto, por ejemplo, que el gobierno chino se ha estado riendo de la democracia británica. Ahí no hay democracia, solamente un grupo de viejos que deciden absolutamente todo por los más de mil millones de habitantes.

¿Y ese sistema te parece más legítimo?
Mi forma de analizar esto es simple. Llevo harto tiempo pensando que la actitud que tenemos en los países occidentales de una democracia inmediata está mal. Es un posicionamiento muy dudoso. En la primavera árabe, la gente salió a las calles y la prensa occidental estaba encantada. Por fin esa gente salía de su ignorancia, represión y silencio. En Twitter se llenó de las pavadas típicas que nos encanta decir: libertad de expresión, justicia, bla, bla, bla. Idealizamos la democracia sin pensar en su lado más peligroso.

Un discurso civilizador.
Sí, como Estados Unidos invadiendo Irak. Se asumió que esa gente estaría encantada y que se implementaría una democracia jeffersoniana o churchiliana. Todos estarían felices, ¡qué payasada! Ni siquiera sé cómo partió la idea de que la gente pudiera decidir estar o no en la Unión Europea (UE). De algún idiota baboso de la democracia directa, seguro.

Reino Unido siempre se ha jactado de su democracia parlamentaria, la más antigua del mundo.
Orgullo inexplicable. Desde principios del siglo 18, fueron 200 años de una democracia imperfecta, con mucha corrupción y donde las mujeres, en 100 años, no pudieron votar.

¿Te gustaría otro sistema político a raíz de lo que pasó con el Brexit?
Sé que la democracia es lo apropiado acá, pero veo este ejercicio de democracia directa y lo que ha ocurrido es, insisto, un disparate. Debemos cuestionarnos si la sabiduría de las masas es la máxima virtud para el bien de un pueblo.

La voluntad de todos versus la voluntad general…
Exacto. Yo, como Churchill, pienso que la democracia es el menos malo de todos los sistemas de gobierno y que funciona relativamente bien en elecciones generales, porque la gente puede rectificar. Pero insisto, aplicar en esta democracia, actos directos como un referéndum con un tema tan complicado como éste, es una pelotudez. ¡Qué va a saber la gente de los factores económicos o de la relativa soberanía que nos da Bruselas! Estos tipos que nos querían fuera de la UE lo hicieron muy bien. La campaña para permanecer en la Unión Europea operó a nivel racional, de datos. En cambio, ellos apelaron al populismo más barato, a los instintos más bajos y primitivos. A esas ganas de ser el imperio que éramos antes, a la protección de lo nuestro. Es alarmante lo susceptible que es la gente a estos líderes que manipulan las emociones de la gente para lograr sus propios objetivos.

Si el Brexit hubiera sido votado en el parlamento, no tenía ninguna posibilidad. ¿Bastó el carisma del líder del partido nacionalista (UK Independence Party) para sacar a Inglaterra de la Unión Europea?
Es horrendo, pero verdad. A pesar de que líderes del partido conservador como Boris Johnson también estaba a favor del Brexit, lo que ganó el referéndum fue el espíritu de Nigel Farage. Un populista xenófobo horrible. Acá en Inglaterra he contado varias veces cómo era este monstruo en el colegio. Sus excompañeros me aseguraron que acosaba niños judíos para decirles al oído: “Hitler tenía razón”.

EL CLUB

¿Inglaterra siempre ha estado con un pie afuera de la Unión Europea?
Pensemos la UE como un club. Y en ese exclusivo club, los británicos tienen privilegios especiales. Europa tiene el Schengen, un sistema que permite a ciudadanos de la UE pasar migración sin mostrar pasaporte. Nosotros nos quedamos fuera de ese acuerdo. También tenemos propia moneda y últimamente David Cameron, había logrado no pagar seguros sociales inmediatamente a ciudadanos de la UE que vinieran a Inglaterra. En resumen, ya teníamos una posición de privilegio dentro del club, pero no era suficiente.

¿Qué mensaje manda este referéndum a Europa? ¿Se espera un efecto dominó?
Al club europeo le mandamos el mensaje que no tiene por qué estar feliz en un matrimonio con la UE, a pesar de que tengas el poder. Es como que en un matrimonio común, uno de los dos jamás lava los platos y aún así, a pesar de sus privilegios, decide que el matrimonio no está a su nivel. Nadie sabe lo que pasará en Europa y no me gusta adelantarme, pero quizás se venga un efecto dominó.

En Inglaterra se habla de “recuperar el control”, Donald Trump en Estados Unidos habla de “hacer a USA increíble de nuevo”. América Latina parece también estar girando a la derecha ¿Hay primavera patriótica en el occidente?
No sé, no quiero darle dignidad a un fenómeno que obedece a la estupidez humana. Pero sí hay un paralelismo con el Brexit y Trump. Nos estamos llenando de estos personajes populistas que mienten sin consecuencias y llenan la sociedad de sentimientos xenófobos, en vez de solidaridad para los inmigrantes.

El populismo parecía ser un mal de los países del tercer mundo.
A mí me tiene impactado. Antes de la campaña, nadie tenía ni una mínima conciencia de que había “algún control por recuperar” en el Reino Unido. La gente empezó a decir en las calles que habíamos perdido soberanía. ¿Cómo les afectaba eso en sus vidas o libertades? ¡Nada! Nigel Farage inventó ese concepto y la gente se lo compró entero. Esa película de mierda americana “Independence Day”, inspiró a Nigel Farage y Boris Johnson para decir que el Brexit era nuestro Día de la Independencia. ¡Qué mierda están diciendo! ¡Qué tipo de pelotudez es esa!

Pero ese mensaje llegó al corazón de millones de ingleses. Una de las explicaciones es que la campaña fue anti elitista y eso les hizo ganar a la clase trabajadora.
La gente se encandila y emociona con no sé qué mierda. La libra está más baja que en 31 años y los mercados se desplomaron. El movimiento anti elite es una farsa, porque todos los que apoyaron el Brexit son la elite de la elite. Fueron a los mejores colegios y en su mayoría son millonarios. Con su discurso defensor de las masas, ganaron el voto de la gente más pobre y ellos mismos son los que sufrirán las consecuencias de este desastre.

Se los cagaron…
Las elites se cagaron a la gente. Boris Johnson va a estar bien con o sin Brexit. Los que van a estar jodidos son los obreros que trabajan en fábricas de autos e inversiones chinas, porque todo eso se va a ir. Yo no soy millonario, pero gano mucho más dinero que la media de este país y estoy bien. Soy elite y no voy a sufrir las consecuencias. Tengo un amigo, al que vi el viernes en la mañana, justo después de saber los resultados y el tipo estaba hundido igual que yo, sin embargo, desde que se acostó el jueves por la noche y se levantó el viernes por la mañana, su empresa ganó 1,4 millones de libras, es decir, más de un millón y medio de dólares. Como él gana su dinero en dólares, la caída de la libra lo hizo rico. Yo, que también recibo mi dinero en dólares o euros, mi sueldo ha subido 15% gracias al Brexit. ¿Qué beneficios tuvo la gente más pobre? Ninguno. Yo hubiera aceptado una baja en mi sueldo mucho más grande de un 15% con tal que nos quedáramos en Europa.

¿Qué debe hacer o dónde queda la izquierda en este escenario? Slavoj Zizek dijo en una columna de Newsweek, que el Brexit podría darle una nueva vida a la izquierda.
No estoy capacitado para darte una respuesta útil a esa pregunta. Lo único que diría es que la izquierda británica ha perdido oportunidad tras oportunidad de imponerse como posible partido de gobierno, o de influir en la agenda política, gracias a la frívola decisión de sus bases de elegir como líder a un tipo decente, pero inepto, como Jeremy Corbyn (líder Partido Laborista).

¿Inglaterra puede arrepentirse?
Yo me aferro a ese sueño. Cameron dijo que no era posible, pero sé que hay gente que está trabajando en círculos diplomáticos para ver si hay alguna forma de llegar a un segundo referéndum o a un acuerdo. Ahora estoy mirando la lista de votantes a favor de la permanencia y es impresionante. Hay políticos, dirigentes sindicales de trabajadores, empresarios, líderes de organizaciones internacionales. Miro los que estaban a favor y son tres o cuatro imbéciles sin ninguna influencia. No entiendo nada. Fueron los flautistas de Hamelin, sin responsabilidad cívica y sedientos de poder, quienes nos condujeron al infierno.

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