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Opinión

22 de Septiembre de 2016

Columna de Claudio Bertoni: Nieve

"Cuando se habla de varones de más de 60 y tantos años y se los llama “abuelitos” yo pienso: ¡abuelitos mi culo! yo tengo más de 60 y no soy ningún maldito abuelito".

Claudio Bertoni
Claudio Bertoni
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Claudio-Bertoni1[1]

No se trata de mandarse la parte es como si hablara de otra persona es la única manera de hablar acerca del viejito que hoy día en al café Mangos pidió permiso para tomarme una fotografía con su multifacético celular es un viejito que he visto varias veces por aquí en Viña del Mar con su señora muy peinada de peluquería violeta o calipso en uno de los cafés que frecuentamos los tildados de adultos mayores aunque mejor no sigo con esto de las fotografías y de las felicitaciones y de los saludos se puede malinterpretar sólo quiero agregar que cuando se habla de varones de más de 60 y tantos años y se los llama “abuelitos” yo pienso: ¡abuelitos mi culo! yo tengo más de 60 y no soy ningún maldito abuelito y si volviera a nacer mil veces las 1000 veces no sería tampoco un “abuelito”, ¿de dónde han sacado que todos han cometido la brutalidad de engendrar criaturas las que a su vez cometerán la misma insensatez dando a luz nietos que lo convierten a uno en “abuelito”?! / “No fui creado para ser padre de familia. Además considero el matrimonio como un pecado, la procreación de los niños como un delito, pues les da la vida a los hijos sin poder darles la certeza de la dicha. Preveo que nuestros descendientes serán aún más desdichados que nosotros. ¿No debiera ser un pecador si a pesar de esta visión engendrase hijos, es decir, a seres infelices?” Humboldt dice eso (un poquito pasado para la punta quizá pero eso dice) Y esto escribe Nicanor Parra: “tampoco me impresionan los nietos // es decir me ponen los nervios de punta // apenas me ven volver de la costa // se me tiran encima con los brazos abiertos // como si yo fuera el viejito pascuero // ¡puta que los parió! // que se habrán imaginado de mí” / Y para cambiar de tema pero seguir alegando ya empezaron con las banderitas chilenas de plástico y de papel higiénico y con las huinchas tricolores del capó a las esquinas de los parabrisas de las micros y colectivos y autos particulares y con los tiki tiki tís y con las cuecas y con los huasos y con las chinas de vestidos repolludos y buenas mozas (debo reconocer) y con los aguachentos Huasos Quincheros y con las fondas y con los terremotos y el pipeño y el tintito y el blanquito y el navegao y los anticuchos y el choripán y las empanadas con ají y el humo y la fritanga y los curados y la chilenidad y los millares de invasores santiaguinos y los muertos y heridos de diversa consideración en accidentes automovilísticos de conductores y transeúntes borrachos el 18 es siempre la misma bulliciosa indeseable cuestión me gustaría ser islandés para esa fecha, no irlandés, islandés como la Björk: pura nieve y vacío y vuelvo a la primera parte cuando el viejito en cuestión me tomaba la foto tuve incluso que actuar después de tomarme la primera fotografía sonriendo como idiota (yo) me pidió si podía escribir en esa libretita donde siempre me veía anotando algo para fotografiarme en acción y otro viejito un poquito menos viejito apareció y me dio calurosamente la mano y me decía no se preocupe por el Premio (Nacional) yo y mis amigos siempre lo leemos y lo seguiremos leyendo en sus libros y en la columna del Clinic y ya se lo darán algún día ya se lo darán ya verá ud no se preocupe y al fin se despidió y yo me puse a escribir posando para la instantánea de poeta pillado in fraganti en acto de creación para complacer al primer viejito.

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