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Opinión

8 de Noviembre de 2016

Nace una estrella: Columnista compara a la izquierda chilena con palomas “portadoras de un gran número de enfermedades”

El presidente de la Fundación Soñando Chile y fundador del grupo "Leones del Movimiento Gremial", Henry Boys, hizo una pintoresca comparación entre las aves citadinas y los militantes de izquierda en una columna publicada en Diario Financiero. "Su clave es la perseverancia, cooptando de a poco las instituciones hasta un punto en que resulta muy difícil plantarles oposición. Una vez en el poder, arrasan con todo. Sin embargo, un rocío de buenas ideas y sentido común consigue frustrar sus planes", dice.

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Palomas comunistas Montaje A1

A falta de Axel Kaiser, la derecha de ultranza tiene otros personajes para salir a debatir sobre la política nacional y, fundamentalmente, disparar contra su enemigo político por excelencia: la izquierda.

Eso fue lo que sucedió el jueves pasado en el Diario Financiero, en una columna escrita por el licenciado de Derecho UC y presidente de la Fundación Soñando Chile, Henry Boys, donde hizo una sanitaria comparación entre los militantes de partidos de izquierda y las palomas que “invaden” espacios públicos.

El autor, que en su cuenta de Linkedin se define en primerísimo lugar como “católico” y luego como Licenciado en Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile, fundador y presidente de la Fundación Soñando Chile y fundador también de un “grupo de formación” llamado “Leones del Movimiento Gremial”, parte su comentario diciendo que un día cualquier estaba tomando desayuno una terraza hasta que apareció una paloma.

“Qué puede hacer una simple paloma contra todos nosotros?”, pensamos, con aquel exceso de confianza que precede a las grandes debacles”, escribió Boys. Pero el problema vino después, explica el jurista.

“No bien dejamos de mirarla, llegaron tres palomas más, alentadas sin duda por el éxito impune de la primera invasora. Ahí ya nos comenzó a molestar y otro comensal se levantó de su mesa para espantarlas, logrando su cometido. No obstante, cuando había retornado a su puesto e izaba la servilleta ara atarla a su cuello, aquellas indeseables regresaron”, prosiguió.

Según el aproblemado Henry, las palomas se acercaron nuevamente apenas disminuyó el peligro y siguieron llamado a otras más. “El procedimiento se repitió varias veces, hasta que sin darnos cuenta nos encontramos rodeados de palomas: habían conquistado nuestro territorio y ahora ellas eran la ‘nueva mayoría'”, dice.

Eso sí, Boys y sus amigos encontraron la solución “cuando a alguien se les ocurrió rociarles agua helada con un aspersor”, algo así como un guanaco policial anti palomas, pero con agua limpia. Tras esa intrépida acción, las comensales del desayuno en terraza tuvieron un final feliz y pudieron terminar de alimentarse en paz, aún cuando a la distancia, en el edificio contiguo, “aquellas indeseables observaban pacientes la oportunidad para volver a disputar la ‘hegemonía’ del lugar”.

De esa forma, el gremialista graficó lo a que su parecer es una comparación adecuada de las invasiones palomeras con el actuar político de la izquierda chilena, con un párrafo para el deleite del Tea Party:

“Como las palomas, la izquierda es portadora de un gran número de enfermedades -en este caso, sociales- y opera en política con similar estrategia. Su clave es la perseverancia, cooptando de a poco las instituciones hasta un punto en que resulta muy difícil plantarles oposición. Una vez en el poder, arrasan con todo. Sin embargo, un rocío de buenas ideas y sentido común consigue frustrar sus planes. Eso sí, hay que tener presente que volverán a intentarlo. El problema de fondo surge cuando hay que limpiar el desastre que han dejado tras su paso”, finaliza.

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