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Mundo

16 de Diciembre de 2016

Rebajan condena a los dos chilenos que colocaron una bomba en la Basílica del Pilar de Zaragoza

El alto tribunal español acepta con esta reducción de condena el recurso de uno de los condenados y considera que el castigo, por unos hechos que da por probados, debe ser como autores de un solo delito, más aún teniendo en cuenta que los daños por el atentado no afectaron gravemente a bienes de interés cultural e histórico (ascendieron a un total de 143.317 euros). Los detenidos argumentaron durante el juicio que el pequeño artefacto de fabricación casera perseguía atentar contra un símbolo religioso como elemento del poder establecido, pero no causar lesión a ninguna persona.

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caso bombass-yt

El Tribunal Supremo español rebajó este viernes de doce años a cuatro y medio la pena para los dos chilenos que colocaron un artefacto explosivo en la Basílica del Pilar de Zaragoza.

La justicia de dicho país consideró que no debe castigarse los hechos como dos delitos por separado, de lesiones y de daños terroristas, sino uno solo.

Los dos condenados son los anarquistas chilenos Francisco Javier Solar, “Cariñoso” y Mónica Andrea Caballero, “Moniquita”, quienes son investigados por haber puesto un artefacto compuesto por una bombona de butano, dos kilos de pólvora y un reloj activador que estalló en la nave central.

El atentado causó deterioros en varios bancos de madera situados frente al altar mayor y ocasionó daños en un oído a una mujer que se encontraba en el recinto.

El alto tribunal español acepta con esta reducción de condena el recurso de uno de los condenados y considera que el castigo, por unos hechos que da por probados, debe ser como autores de un solo delito, más aún teniendo en cuenta que los daños por el atentado no afectaron gravemente a bienes de interés cultural e histórico (ascendieron a un total de 143.317 euros).

Los detenidos argumentaron durante el juicio que el pequeño artefacto de fabricación casera perseguía atentar contra un símbolo religioso como elemento del poder establecido, pero no causar lesión a ninguna persona.

Ello lo demuestra, según ellos, el que a la hora del atentado la zona donde estaba ubicado el artefacto estaba cerrada al público. Además, el dispositivo no tenía metralla y avisaron de su colocación antes de su detonación.

Ambos pertenecían al “Comando Insurreccional Mateo Morral”, el mismo que se atribuyó la colocación de un artefacto en la catedral de La Almudena de Madrid en el mes de febrero de 2013 y estaban preparando una acción terrorista contra la basílica de Montserrat de Barcelona (noreste).

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