El dilema de Lagos

Ayer, el comando de Ricardo Lagos confirmó que el expresidente no se ha cerrado a la opción de participar en las primarias internas del PS, fijadas, inicialmente, para el próximo 23 de abril. De sumarse a la interna socialista, Lagos tendrá que competir con su ex mano derecha, José Miguel Insulza y el candidato de la Izquierda socialista, Fernado Atria.

Sin embargo, las señales del último mes de su entorno y del PPD indicaban que el exmandatario se iba marginar de la competencia del PS. Principalmente por el riesgo de una derrota, dado el bajo apoyo que concita entre los miembros del Comité Central del PS. De hecho, el lunes Camilo Escalona, líder de la Nueva Izquierda, en entrevista con El Pulso, reconoció que “las personas que respaldamos hoy a Lagos estamos en minoría en el Partido Socialista”.

Por esta razón, Lagos evaluaba ir directo a la primaria legal el 2 de julio, exclusivamente con el respaldo del PPD, partido que ya anunció su proclamación para el 14 de enero, dada las reticencias del PS a la figura del exmandatario y la tardanza en los plazos establecidos por esa colectividad.

El cambio de estrategia de abrirse nuevamente a una definición al interior del PS, estaría relacionado con el retorno de Isabel Allende a la conducción del partido. Tras un mes y medio de licencia, que coincidió con el momento más álgido de tensión, la senadora reactivó las esperanzas del PPD de lograr algún mecanismo común para definir el candidato presidencial.

Luego del Comité Político en La Moneda, la senadora Allende reconoció que la opción presidencial pasaba por un escenario complejo, ya que por primera vez, desde el retorno a la democracia, no hay acuerdo sobre un candidato común entre los socios histórico del eje progresista, y declaró “falta un año (paras la elecciones) pero con casi un 60% sin tener una opción clara, entonces yo creo que el PS razonablemente tiene que ser prudente, cuidar la unidad”.

Pero además de sus declaraciones, que fueron un gesto hacia el laguismo, lo más contundente fue que Allende anunció una reunión este viernes entre las directivas de ambos partidos para retomar las conversaciones sobre la opción presidencial y explorar una alternativa conjunta, saliendo del punto muerto en que se encontraban las negociaciones.

Esto es clave para el laguismo, ya que el plan original del exmandatario era ser ungido como el candidato único del eje PS-PPD para llegar a la primaria del 2 de julio con el respaldo cerrado del progresismo y así aumentar sus opciones de vencer al candidato mejor posicionado en las encuestas, Alejandro Guillier. Opción que se vería disminuida si llega sólo con el apoyo del PPD y el socialismo se dispersa.

Pero las cosas se complicaron el 26 de noviembre pasado, cuando en su Comité Central, el PS decidió que su candidato se zanjaría con primarias abiertas a celebrar el 23 de abril, a solo 8 días del plazo legal para la inscripción de candidatos a las primarias oficiales. Mucho más tarde de los plazos que contemplaba el laguismo para lograr que la campaña se desplegara con tiempo y así poder remontar en las encuestas.

El lunes Allende confirmó que “hasta ahora” el acuerdo sobre las primarias sigue vigente, ya que debe ser ratificado el 21 de enero, cuando el Comité Central vuelva a revisar el tema, pero planteó que la idea es pensar en los tres militantes socialistas en carrera. “Nosotros tenemos, hasta ahora, un acuerdo tomado por el Comité Central -que me parece que es claro- que dice que tenemos que hacer una primaria pensando en Ricardo lagos, José Miguel Insulza y Fernando Atria”.

Altos dirigentes del PS comentaron que es muy probable que finalmente Lagos acepte ir a la primaria de los socialistas ya que necesita el respaldo del partido para fortalecer su candidatura.

Así las cosas, el exmandatario deberá definir si se arriesga y compite con Insulza y Atria, aun a riesgo de perder, pero en caso de imponerse, contará con el apoyo necesario para enfrentar a su verdadero rival, Alejandro Guiller, hasta ahora el candidato mejor posicionado de la Nueva Mayoría.