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Humor

20 de Febrero de 2017

Especial Chantas: Charlatanes de la tele

Cuna de miles de chantas, la tele es el ecosistema que mejor los reproduce, los mantiene y les da de comer. Carismáticos, cuenteros, mercanchifles, engrupidos, iluminados, loquitos, frescos... Nuestra vida no sería lo mismo sin ellos. A continuación, algunos chanturríos memorables de nuestra pantalla.

Por

Ziad Fazah: el políglota

Este poliglota libanés apareció el 7 de julio de 1997 en el programa “Viva el lunes” de Canal 13. En aquel entonces aseguraba hablar más de 58 idiomas, respaldando sus palabras con un Record Guinness. Ante eso, en el set, prepararon toda una parafernalia con invitados de distintos países para ver qué tan ciertos eran sus dichos. Uno a uno le fueron preguntando en chino mandarín –que según él manejaba a la perfección- algunos dialectos egipcios y árabes, ruso y suomi (proveniente de Finlandia), entre otros, y él respondía. Tras toda una ronda de preguntas y respuestas, los invitados aseguraron que no tenían idea de lo que hablaba y que entendía una porción muy mínima de lo que le preguntaban. Ziad, al verse en aprietos, se defendió: “No me avisaron con antelación que habrían estos idiomas, si me hubiesen dicho, habría practicado. Algunos hace más de 20 años que no los practico”.


Tony Kamo: el hipnotizador

Este psicólogo y mentalista español, aterrizó en la tv local causando furor en los 90, ya que hipnotizaba a cuanto famoso pasaba por sus manos. La anécdota ícono en nuestro país, fue en el programa de TVN animado por César Antonio Santis, “Hablemos de…”, donde Zalo Reyes, bajo los efectos de la hipnosis, se comió una cebolla en vivo y en directo. Poco después en todo caso, el gorrión de Conchalí soltó la pepa y recordó el episodio en una entrevista en The Clinic: “¿Cómo me voy a comer una cebolla así? (…) Si la huevá era una manzana con una cubierta de cebolla que trae él. Si el huevón te dice voh estai hipnotizado, queda poco tiempo, dos minutos, querí dos palos y que no te tiriten los párpados. Si yo soy terrible actor. La hice nomás”.

Luego de la revelación del Zalo, varios famosos contaron que lo de Tony Kamo era un burdo show, algo que sucedió en la mayoría de los países en que se hizo famoso. Pero Tony, pese a todo, se reinventó. Ahora anda por el mundo enseñando “hipnosis clínica” y dedicado a los seminarios para dejar de fumar, adelgazar, tener autoestima, controlar el estrés, la ansiedad y los miedos. “¡Tú Decides!” es su nuevo eslogan. Una última curiosidad. En su página web asegura tener el siguiente récord: 15 millones de hipnotizados a través de la TV y 2.600.000 hipnotizados en directo.


Jorge Castro de la Barra: el naturista

Naturópata, dermocosmetólogo, empresario, iriólogo, grafólogo, parapsicólogo, locutor, comunicador y orientador familiar, este llamado doctor se hizo famoso con su programa en UCV, La hora de Jorge Castro de la Barra que comenzó el 2004 luego de su paso por Telenorte y Digital Channel de Antofagasta. Por las pantallas de UCV daba consejos de toda índole y prometía curar todo tipo de males. Con una escenografía básica -acompañado siempre por un esqueleto de plástico- llamados telefónicos bizarros y, una conversación delirante, De la Barra se volvió un personaje de culto. Se jacta de ser el primer doctor en comenzar la venta de productos naturales en Chile con su línea DOKTHOR’S “la única creada por los médicos” que cuenta con productos como: Nucleovital, Triconolil, Corpolight, Oftaplus y Osteo Artricura. Frases memorables: “si tiene olor a rancio, significa que está fresco” y “nadie le enseña a las niñitas chiquititas a no mostrar sus nalgas, redonditas, apretaditas y jugositas”. Sigue tansmitiendo en canales locales de Los Andes, Curicó, Linares y Chillán y, además, en su canal de Youtube.


 

Raquel Castillo: la imitadora

Esta inusual imitadora chilena se hizo conocida en el programa Factor X de TVN en el año 2011. Cuando se subió al escenario contó que hacía entre 3.500 a 5.000 imitaciones de artistas de todo tipo. Entre las afortunadas estaban Miriam Hernández, Shakira, Nicole, Marta Sánchez, en fin… A los pocos segundos de su imitación a Christina Aguilera, comenzó el abucheo. No solo no imitaba sino que su performance vocal era pobrísima. Cuando el jurado la interrumpió se puso chora: pidió respeto, dijo que era una “dama chilena”, que no tenían argumentos para criticarla, porque no tenían idea, y por último, que ella “venía de la academia de Miriam Hernández”, de donde sólo provenian profesionales. Para colmo, se escudó en que estaba imitando, por eso su voz no salía bien, pero cuando le dieron la oportunidad de cantar sin imitar, remató diciendo: “Ah, es que yo no me aprendo las canciones completas”. Se fue despotricando del programa. Años más tarde –en el 2013- lo volvería a intentar en el programa Talento chileno de CHV mostrando sus destrezas en el baile, más que rápido salió eliminada. Sus fracasos la hicieron famosa, hasta la invitaron a Morandé con Compañía. Actualmente, se autodenomina en las redes sociales como “La Diva del Pop”.


 

Doctor Dencil: el iriogenético

Este autodenominado doctor fue condenado en 1994 por ejercicio ilegal de la profesión y estuvo preso. La condena, en todo caso, no logró amedrentarlo. El 2012 se hizo famoso tras su aparición en el programa En su Propia Trampa, de Canal 13. Aseguraba curar el cáncer, el sida y la homosexualidad, entre otros. ¿La manera?: la iriogenética, un sistema creado por él mismo que se basaba en las mutaciones genéticas. “Tres meses antes de titularme de médico cirujano me dio una diarrea horrible. No pude seguir estudiando y me puse a comer pasto. Ahí descubrí el poder de los aminoácidos en las plantas e investigué hasta dar con la iriogenética”, contó. Clasificaba a la gente dependiendo de si tenían “malos o buenos genes”, solo mirando a los pacientes con su lupa a los ojos. Según su hijo, el doctor Dencil descubrió que las personas que tienen ojos claros tienen mejor recuperación que los de ojos oscuros. Algunas de sus terapias son apoyadas por aminoácidos, energía electromagnética y suelas de zapatos de madera.

Tanto chanterío lo hizo saltar a la fama y ha sido invitado a programas como Mentiras Verdaderas, Mucho Gusto, Bienvenidos y a participar como invitado estrella en el Club de la Comedia. Sus frases no han dejado de cautivar. “Hay personas que van a mi consulta, se sientan en la silla y me dicen que el dolor de su columna ya no está”, “el doctor atiende la salud y el médico la enfermedad”. Actualmente tiene un centro turístico de sanación en el sur donde hay una piedra volcánica que, según el doctor, es curativa.


 

Darlik Castro: el sanador

Este sanador es otro de los que funó el Tío Emilio en Canal 13. Sus tratamientos consistían en reparar las “partes enfermas del cuerpo” sentando al paciente en una silla, murmurando un ritual inventado por él, presionándole el pecho y finalizando todo con un chasquido. Este tratamiento era de su autoría y tan eficiente que podía sanar hasta 30 pacientes por semana. Asegura haber curado a inválidos, personas con cáncer, incluso pacientes terminales. Otro de sus poderes extraordinarios era que con su energía positiva le quitaba las partículas tóxicas a los cigarros.


 

Omar Gárate: la pulsera de los 11 poderes

Hizo su fama promocionando la imbatible Pulsera de los 11 Poderes. Este simple pedacito de metal mantendría a la persona “tiqui taca” el resto de su vida. Proveniente de Culipran -y de padres agricultores- siempre con rancheras y consejos para los campesinos, ha tenido participación en varios canales de televisión regionales siendo toda una estrella y otras pantallas como en Canal Más 22 donde tenía su show, Omarcito y sus invitados. Aunque se ha ganado el título de máster charlatán, su nombre ha dado sus frutos: es dueño de diez emisoras de radio en varias ciudades del país. Para él tanta sospecha y mala onda hacia su persona es porque le tienen envidia. Hoy asegura haber dejado atrás la pulserita, y está dedicado a productos naturales a base de Moringa, un árbol de la India que le maravilló. Su grito característico: “Mamaaaaaaaaaa, estoy en la tele”.

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