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Nacional

10 de Marzo de 2017

La historia de la universitaria que llevó al marido a la justicia por video donde aparecen teniendo sexo

Ambar Belmar interpuso un recurso de protección luego de que un video íntimo llegara por correo a compañeros y profesores. El marido, con quien está en trámites de divorcio, rechaza la acción judicial, pues dice que es un sinsentido, que la difusión afecta a ambos.

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Ambar Belmar, estudiante de fonoaudiología de 29 años, cuenta su historia a LUN, luego de interponer un recurso contra su marido por el video íntimo que él difundió sin su consentimiento, “en el cual salimos teniendo relaciones sexuales”.

Relata Ambar que esa grabación y otras habían sido registradas de mutuo acuerdo, pero “quedamos en que cada vez que nos grabáramos, él tenía que borrar los videos de su celular”.

“Mi marido me conoció en un café con piernas y, durante el pololeo, me pidió que dejara ese trabajo. Me dijo que le daban muchos celos y también me aseguró que me iba a mantener, que me iba a pagar mis estudios, ya que yo me pagaba la universidad con el sueldo del café. Y así lo hice. Pero pasó que nunca me cumplió con eso y tampoco con otras cosas que me prometió: con formar una familia, con tener una casa, con tener responsabilidades. Por todo esto, actualmente nos encontramos en trámite de separación judicial”, cuenta.

Sobre los videos, dice que la noche del 4 de julio pasado cuando uno de los videos le llegó por correo a 19 personas. Entre éstos, compañeros y profesores de ella.

“Un compañero me dijo por WhatsApp que me metiera a mi correo. Me explicó que había un mail colectivo y que tenía que verlo. Ahí estaba el video y también un mensaje que decía: La trepadora, la roba maridos, la reina del Café Paraíso ”.

“En el video se ven todas mis partes: se ve mi cara, mi cuerpo; todo. Fue algo que nunca en la vida me había pasado, siendo que el video lo teníamos sólo mi marido y yo, nadie más”, se queja.

Recuerda al volver a clases “todos me miraban… Después se reunieron mis profesores y compañeros en una sala y me hicieron pasar adelante, como brindándome el apoyo, pero igual lloré, porque me sentía pésimo. Mis compañeros me decían que qué derecho tenía esa persona de violentarlos a ellos, quienes no tenían por qué ver el video”.

“Quedé muy mal. Y académicamente el tema también me afectó porque no me concentraba. Yo soy una buena alumna pero, por todo esto, no empecé a rendir: bajé mis notas y reprobé un ramo”, agrega.

A modo de mensaje, dice que “si a otra mujer le pasa lo mismo o algo similar, que se atreva, que hable, que luche por sus derechos, por su dignidad y su honra. Y que no tenga miedo”.

LUN agrega que a través de un informe presentado en el tribunal, el marido rechaza el recurso.

“Señala que es falso que él sería el único portador de una grabación de carácter íntima, puesto que habría más de un video y estos estarían en poder de ambos cónyuges. Refiere, también, que la imputación es un sinsentido. Sostiene que si se están difundiendo uno de esos videos, no sólo afectan a la recurrente (Ámbar) sino también a él, ya que sería dañoso a su imagen, intimidad y dignidad”, dice el documento.

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