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Mundo

21 de Abril de 2017

El candidato Macron en Francia: “Los partidos tradicionales ya no pueden responder a los desafíos”

El candidato presidencial francés Emmanuel Macron considera en una entrevista con Efe que “los partidos tradicionales ya no pueden responder a los desafíos”, y cree que sus “fracasos” recientes “han arrojado a los votantes en brazos de populistas y extremistas”. Las formaciones tradicionales, “atravesadas por divisiones profundas, ya no son capaces de responder a los […]

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El candidato presidencial francés Emmanuel Macron considera en una entrevista con Efe que “los partidos tradicionales ya no pueden responder a los desafíos”, y cree que sus “fracasos” recientes “han arrojado a los votantes en brazos de populistas y extremistas”.

Las formaciones tradicionales, “atravesadas por divisiones profundas, ya no son capaces de responder a los desafíos. Por eso he creado el movimiento ‘En Marcha’, para superar esos bloqueos, renovar la oferta política y reunir a los franceses en torno a ideas progresistas”, señala en respuestas por escrito.

El favorito según los sondeos para vencer en las elecciones -cuya primera vuelta se celebra el domingo- acusa a “los fracasos de las políticas desde hace 25 años y las disfunciones del sistema” de haber provocado el auge de “populistas y, desgraciadamente, de extremistas de derecha e izquierda”.

Macron, que se resiste a ser calificado como el “candidato del centro”, percibe que detrás de esa atracción por el populismo existe “una voluntad de cambio, no sólo de repliegue”, por lo que se presenta como el único capaz de responder a esa demanda de alternancia.

“Nuestro movimiento reúne a todos los progresistas que creen en Europa, en el valor del trabajo y en el equilibrio entre la libertad y la protección”, apunta el exministro de Economía del presidente François Hollande entre 2014 y 2016.

Procedente del mundo de las finanzas, Macron cree que su propia trayectoria sirve como punta de lanza para empezar esa nueva etapa.

“En un momento en que todo nuestro entorno -económico, internacional, ecológico- está trastocado, ¿solo la política debería seguir como antes?”, se pregunta el joven aspirante, de 39 años, que ve como una ventaja su falta de una larga trayectoria política.

Macron dice no tener miedo de ganar y enfrentarse a un Ejecutivo sin mayoría parlamentaria tras las legislativas de junio: “Estoy convencido de que los franceses son coherentes. Si eligen mi proyecto el 7 de mayo (fecha de la segunda vuelta), me darán una mayoría para aplicarlo seis semanas más tarde”.

Al defender como ministro su ley de reforma económica en el Parlamento, vio que ciertos diputados “querían trabajar juntos más allá de las etiquetas y los frenos que les ponían sus partidos”. En ese momento asumió que “ante el Frente Nacional hace falta la unión de los progresistas y una renovación profunda”.

Una ley de regeneración de la vida política, junto a reformas “clave” en educación, el mercado laboral y la simplificación administrativa serán sus primeras medidas, seguidas de un proyecto quinquenal de finanzas públicas, “para aplicar los ahorros y bajadas de impuestos”.

En la esfera internacional aspira a una Francia independiente, que “no obedezca ni a Washington ni a Moscú”; humanista, para promover los derechos humanos y las libertades fundamentales; y europea, porque su futuro “en todos los grandes retos se juega a nivel comunitario”.

Y sostiene que su “contrato con la nación” está “muy claro”, con el objetivo de acabar con las ambigüedades que, a su juicio, lastraron el mandato de Hollande.

“La dificultad subyacente, que concierne a los últimos 20 o 30 años y no solo al último quinquenio, es que no hemos explicado antes de las elecciones lo que se quería hacer después”, estima.

Macron explica que su programa -“concreto, unificador y eficiente”- gira en torno a la educación y la cultura, el trabajo, la modernización de la economía, la seguridad, la vida democrática y Europa y las relaciones internacionales.

Y aunque es consciente de que el país actualmente “parece estar bloqueado”, alega confiado que tiene también “bazas considerables”.

“Somos la quinta potencia económica mundial, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, una potencia nuclear y espacial, comprometida con Europa y la globalización. Y, junto a España, uno de los países más visitados del mundo”, concluye.

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