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18 de Mayo de 2017

Exclusivo: Fiscalía desentraña detalles del fraude en Carabineros y revela que general Whipple pintaba su casa con fondos institucionales

El fiscal Eugenio Campos solicitó en una diligencia secreta el alzamiento bancario de otros 20 involucrados en el megafraude a Carabineros. En el oficio enviado al 7° juzgado de Garantía de Santiago, el persecutor detalla cómo operaba la organización criminal, la funciones de cada uno de los cabecillas y diversas declaraciones que dan cuenta cómo se originó el millonario desfalco y la complicidad con funcionarios de otras reparticiones del Estado encargadas de la fiscalización, como el Ministerio de Hacienda y la Contraloría General de la República. Acá el resumen del fraude que estremece a la institución.

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El fiscal Eugenio Campos, a cargo de la investigación penal por el megafraude de Carabineros, durante esta jornada, solicitó al Séptimo Juzgado de Garantía, autorización judicial para alzar el secretario bancario de 20 involucrados en los ilícitos por asociación ilícita, malversación de caudales públicos y lavado de activos, que persigue el Ministerio Público a raíz del desfalco que alcanzaría $25 mil millones.

En el oficio para argumentar su solicitud, al que tuvo acceso The Clinic Online, el fiscal Campos describe detalladamente el modus operandi de la organización criminal, las distintas etapas del fraude, los mecanismos para evitar ser detectados y los extractos de declaraciones de lo imputados hasta ahora desconocidas, entre ellas, cómo se gestó el origen de la organización y los cómplices en otras reparticiones públicas.

“Desde a lo menos el año 2006 y hasta el año 2017, existió una organización criminal que tenía la finalidad de cometer de manera permanente, indefinida y sistemática en el tiempo, diversos crímenes y simples delitos atentatorios contra la propiedad, el patrimonio fiscal, el orden público y otros, conformando e integrando con dicho fin una organización jerárquica, en la que se distinguen jefes y un grupo de personas o miembros operativos que ejecutan las labores necesarias y funcionales a la finalidad perseguida”, describe el fiscal sobre el funcionamiento de la organización y agrega que realizaban “diversas acciones con el objeto que las instituciones e instancias de control interno y externo no detectaran los dineros sustraídos”.

Sobre el origen del ilícito, Campos explica que comenzó a operar, como ya se sabe, al interior del escalafón de Intendencia de Carabineros de Chile, particularmente, en la Dirección de Finanzas que posee cuatro departamentos:

a. Departamento I Presupuestos y Finanzas.
b. Departamento II Normas, Procedimientos y Controles Específicos.
c. Departamento III Tesorería y Remuneraciones.
d. Departamento IV Contabilidad y Finanzas.

Los sujetos imputados que participaban de la organización criminal cumplían funciones claves en aquellos departamentos que estaban a cargo de las cuentas corrientes más importantes de la institución, esto es el Departamento I, el Departamento III y en menor medida el Departamento II.

“De esta manera, la asociación podía usar a su conveniencia las distintas cuentas corrientes, traspasando fondos de unas a otras, ocultando de esta forma los dineros que habían sido retirados. Así, la asociación se conformaba tanto con funcionarios públicos como privados o civiles, los cuales utilizaban sus conocimientos y posición dentro de la Dirección de Finanzas, con el objeto de sustraer de forma sistemática e indebida, directa o indirectamente, recursos públicos que eran derivados a otros miembros o colaboradores de la asociación para finalmente llegar a los peculios personales de los líderes de la misma”, sostiene el escrito.

ETAPAS DEL FRAUDE

1) Identificar a las personas a cargo del proceso de remuneraciones.
La función de la Sección de Remuneraciones es generar el pago de remuneraciones de todo el personal de la Institución, la cual se genera con la base de datos de todos los Carabineros del país, más las modificaciones que se produzcan en sus remuneraciones, tales como ascensos, beneficios económicos adquiridos o cesados, traslados y todas aquellas situaciones que generen una variación en sus datos administrativos y que inciden en aumentos o disminución de sus remuneraciones. Estas modificaciones son ingresadas a través del “Sistema Lista de Revista de Comisario” en un 90% por el Departamento P.7 de la Dirección de Gestión de Personas y el resto por las diferentes Zonas del País. La organización reclutaba a las personas a cargo de este proceso con el objeto de poder llevar adelante sus fines ilícitos.

2-. Alteración o adulteración de los archivos que debían ser enviados al banco.
Se modificaban los archivos enviados al Banco del Estado, quien tiene a su cargo las cuentas institucionales de Carabineros de Chile, con el objeto de incorporar como beneficiarios a determinados miembros o colaboradores de la asociación.

3-. Recepción del Pago
Los miembros o colaboradores que habían facilitado sus números de cuenta corriente recibían el pago y se quedaban con un porcentaje de lo depositado.

4-. Fraccionamiento y distribución del dinero.
Los sujetos que habían recibido el pago debían fraccionar y distribuir el dinero entre miembros de la organización, mediante la emisión y entrega de cheques en blanco, transferencias bancarias, depósitos o retirando el dinero de las cuentas para luego entregarlo en efectivo.

5-. Realización de inversiones con las ganancias ilícitamente obtenidas, además de la constitución y/o utilización de personas jurídicas.
Los miembros de la organización ocultaban o disimulaban el origen ilícito de los bienes o los bienes en sí mismos producto de la malversación de caudales públicos, para lo que utilizaban diversas formas tales como; adquirir inversiones a nombre de terceras personas, realizar un proceso de estratificación de los montos, entre otros.

FUNCIONES DE LOS CABECILLAS


FLAVIO ECHEVERRÍA CORTEZ: Uno de los lideres o jefes de la organización. En su calidad de Oficial Superior y luego como general a cargo de la Dirección de Finanzas, le correspondía definir y decidir los montos que podían retirar de las cuentas, encargándose además de dar instrucciones precisas a los miembros de la organización para la consecución de sus fines ilícitos. Asimismo, era la persona encargada de negociar y justificar los déficit que presentaban las cuentas de Carabineros. Era el Jefe de todos los Departamentos de Finanzas.

JAIME PAZ MENESES. Uno de los líderes de la organización criminal, Coronel de Carabineros de Chile. Actuaba como Jefe del Departamento I de Presupuesto y Finanzas. Le correspondió justificar el déficit existente en las cuentas de su departamento. Daba instrucciones a los miembros operativos de la organización criminal respecto de los montos que serían depositados. Asimismo, le entregaba dinero a otros oficiales a cargo del control interno. También fue destinatario y receptor final de los caudales sustraídos.

HECTOR NAIL BRAVO. Uno de los líderes de la organización criminal y encargado de reclutar funcionarios que facilitaran su cuenta corriente a cambio de comisiones. Se desempeñó en el Departamento III. Se encarga además de coordinar retiros desde las cuentas de dichos funcionarios para distribuirlos de manera física entre los demás miembros de la organización criminal. También fue destinatario y receptor final de los caudales sustraídos.

NELSON VALENZUELA ARAVENA. También uno de los lideres de la organización criminal tanto cuando se encontraba en servicio activo y luego como oficial en retiro de Carabineros. Se desempeñó como Mayor en la Sección de Intendencia trabajando en Remuneraciones y Finanzas. Se encargaba de reclutar funcionarios de Carabineros en servicio activo, en retiro, funcionarios CPR y civiles que facilitaran sus cuentas corrientes destinatarias de los montos malversados, además, de coordinar el retomo de los montos obtenidos ilícitamente desde las cuentas de dichos funcionarios para distribuirlos de manera física entre los demás miembros de la organización criminal. Mantiene coordinación constante con Héctor Nail, por las inversiones que tienen en Villarrica, con el dinero originado de fuente ilícita y con su hermano el imputado Christian Valenzuela Aravena funcionario CPR de Carabineros de Chile, este último, también destinatario de los montos millonarios malversados. Además, fue destinatario y receptor final de los caudales sustraído.

ROBINSON CARVAJAL LEIVA. Miembro operativo de la organización criminal. Se desempeñaba como Jefe de la Sección Planificación Presupuestaria del Departamento I de Presupuesto y Finanzas. Junto con Héctor Nail se encarga de reclutar funcionarios que facilitaran su cuenta corriente a cambio de entrega de dinero. Además, recibió en su cuenta corriente a lo menos $ 199.886.730 pesos como exceso injustificado de sueldo, desde una cuenta institucional de Carabineros de Chile.

FRANCISCO ESTRADA CASTRO. Miembro operativo de la organización criminal y brazo operativo de la misma. Está encargado de reclutar funcionarios que facilitaran su cuenta corriente a cambio de un porcentaje del dinero recibido. Se encarga además de coordinar retiros desde las cuentas de dichos funcionarios para distribuirlos de manera física entre los demás miembros de la organización criminal. Además, recibió en su cuenta corriente a lo menos $ 111.931.261 como exceso injustificado de sueldo, desde una cuenta institucional de Carabineros de Chile.

CARLOS ROJAS MUÑOZ Miembro de la organización. Recibió en su cuenta corriente a lo menos $ 80.461.461 pesos como exceso de sueldo desde una cuenta institucional de Carabineros de Chile por concepto de “remuneraciones”. Actuaba y trabajaba al interior del Departamento I de Presupuesto y Finanzas, y entre sus funciones estaba la de autorizar los millonarias pagos ilícitos. También fue destinatario y receptor final de los caudales sustraídos.

PEDRO VALENZUELA SAN MARTÍN, Miembro de la organización criminal, ex Jefe de Gabinete del General Flavio Echeverría cuando éste se desempeñaba como Director de Finanzas. Entre abril del año 2011 y agosto del año 2015 recibió depósitos en su cuenta corriente en 13 ocasiones como exceso injustificado de sueldo, por un monto total de $602.447.493

PATRICIO IVAN MIRANDA HERRERA: Miembro de la organización criminal, funcionario de Carabineros de Chile, del Departamento III de Tesorería y Remuneraciones. Su función era modificar los denominados “archivos planos” correspondientes a las nóminas de remuneraciones que debían ser aprobadas y enviadas al Banco Estado para el pago de sueldos.

PATRICIO IGNACIO ROJAS SOTO: Miembro de la organización criminal, funcionario de Carabineros de Chile, del Departamento III de Tesorería y Remuneraciones. Su función era modificar los denominados “archivos planos” correspondientes a las nóminas de remuneraciones que debían ser aprobadas y enviadas al Banco Estado para el pago de sueldos.

Además, la organización contaba con la participación de distintos sujetos en diversos organismos de control, internos y externos, logrando de vencer de esta manera la esfera de probidad en la que dichos sujetos debían envolverse

DECLARACIONES

ARNOLDO RIVERO GERDES: señala que los montos en la cuenta de reintegros siempre se iban acumulando y ello provocó que se comenzaran a sacar dinero. Señala que en 2004 el mayor Nelson Valenzuela reunió a Diego Valdés, a Randy Maldonado y a él, y les propuso abultarse los sueldos. Sostiene que al Coronel Reyes Momberg de Contraloría institucional de Carabineros, también se le abultaba el suelo con la finalidad de que cuando revisaba no informara. Afirma que todos accedieron y comenzaron a recibir aparte de sus sueldos montos de $2.000.000 millones cada dos meses.

Señala que otra forma de sacar dinero, ya que eran muchos los que se repartían la plata, era entregar un Rut en el que se depositaba, luego se recolectaba y se repartía; y que todo esto se hacia “en coordinación con el señor Hugo Zúñiga Pailamilla de Hacienda”. Sostiene que todo esto lo disponía el general Pizarro (Konga), quien no figuraba en los listados porque el mayor Nelson Valenzuela le pasaba el dinero en efectivo y que el general Pizarro se quedaba con el 80%.

Agrega que el Coronel Pérez Barría y el Mayor Nelson Valenzuela le dijeron que tenían todo arreglado con el Ministerio Hacienda, que tenían un contacto que era Hugo Zuñiga Pailamilla, quien además era amigo de Julio Pizarro Konga, entre ellos arreglaban las cosas entre Carabineros y Hacienda, desviaban fondos. Finalmente sostiene que el Coronel Fernando Pérez Barrio, el General Julio Pizarro Konga y Hugo Zúñiga realizaban almuerzos privados.

FERNANDO PÉREZ BARRÍA: señala que en abril de 2008 recibió dineros irregulares de Carabineros mientras era jefe del departamento I de Finanzas, su función era importante puesto que se coordinaba con Dipres y con Tesorería General de la República, se relacionaba con los sectorialistas, Hugo Zúñiga, Cereli Pardo, Mauricio López, Héctor Gallegos, entre otros, teniendo el control de la disponibilidades financieras de Carabineros de manera única. Señala que en el año 2008 fue contactado por el coronel Rivero quien le pidió que “soltara la mano”, es decir, que no fiscalizara. Le pidió además, conseguirse dos cuentas corrientes para hacer depósitos, por lo que contactó al Coronel en retiro Sarabia Lagreze y al Coronel en retiro Jorge Latrille Niembro, les dijo que les depositarían dinero del departamento de remuneraciones y que luego ellos tenían que depositado en su cuenta. Agrega que “su premio por flexibilizar el control de la ejecución presupuestaria” fue de $75 millones por vez. Reconoce haber recibido dinero unas 8 o 9 veces en 2008 y 2009 por una suma total de 800 o 900 millones de pesos.

MARIO FERNANDO FIGUEROA RAMOS: civil, comerciante, con fecha 20 de marzo de .2017, quien señala que hace 20 años lleva sus productos a Carabineros, entre ellos, Eduardo Pardo. Sostiene que este último le depositaba dinero en su cuenta indicándole que debía ir sacándola en cantidades de $5 y $10 millones. Este dinero lo juntaba en su local y a cambio de todo esto le daban una comisión de $200 a $300 mil pesos. Señala que Eduardo Pardo le pasaba mensualmente dos cheques que eran de $98.000.000 a $94.000.000 pesos cada uno.

RANDY ALEXIS MALDONADO GUTIÉRREZ:señala que a petición del general Echeverría contactó a Alejandro Ponce, quien accedió a prestar su cuenta corriente para que le efectuaran depósitos y por orden del mismo general, dicha cuenta se la entregó al Mayor Diego Valdés Bustamante.

LUIS GUILLERMO VILCHES MORALES: reconoce que en el año 2007 Nelson Valenzuela le dijo que le depositarían $20 millones en su cuenta, de los cuales se quedó con $5 millones como comisión. En ese tiempo sus jefes eran el Coronel Juan Moraga y el Comandante Julio Pizarro. Señala que se rumoreaba que los capitanes Randy Maldonado y Diego Valdés, habían heredado lo que hacía Nelson Valenzuela. Finalmente, sostiene que en el año 2011, comenzó a recibir dineros nuevamente, en noviembre de ese año, el Capitán Estrada le dio $8 millones en efectivo.

FRANCISCO JAVIER ESTRADA CASTRO: señala que Luis Vilches le preguntó si tenía alguna persona de confianza para depositar dinero distinto del sueldo, por lo que ganaría una comisión y el resto se lo repartían entre Patricio Mirando, Patricio Rojas, Luis Vilchés y el capitán Sergio Bracamonte. Señala que la teniente Pamela Castillo sabía todo lo que se hacía respecto a sacar plata de Carabineros y que estando en su oficina lo llamó Luis Vilches diciéndole que había un problema con el Capitán Ávila ya que le habían congelado la cuenta. A propósito de esto, lo habría llamado el Comandante Nail y le dijo que fuera a la oficina de la teniente Castillo. Al llegar al lugar, la teniente se habría puesto a llorar y dijo “que los habían pillado”. Señala que conforme lo dispuso el Comandante Nail, envió un correo al ejecutivo del banco, correo que envió desde la cuenta del comandante Nail pero desde el computador de la teniente Castillo. Dicho correo lo confeccionó en presencia de esta última, quien sabría claramente el contenido del correo.

SERGIO ALFREDO BRACAMONTE VILLALOBO: señala que a fines del año 2015 o principios del 2016 sostuvo una reunión con compañeros de oficina entre los que estaban Javier Gonzalez Brito (imputado formalizado en la presente causa) y conversaron sobre las debilidades del sistema, para hacer movimientos contables que les permitieran sustraer dineros de manera irregular de Carabineros de Chile. Los cheques con los que se sustraía el dinero eran confeccionados por él, a nombre del civil, Mario Figueroa. Agrega que a este último lo conoce desde el año 2003 dado que es proveedor de Carabineros. Señala que al proponerle el negocio a Figueroa aceptó, pero a cambio solicitó quedarse con un 10%. Se lo propuso a él ya que sabía que se arreglaba con Randy Maldonado y Diego Valdés, quienes también habían hecho movimientos irregulares para sacar dinero desde otra cuenta institucional de Carabineros. Señala que habría entregado 5 o 6 cheques a Figueroa.

HECTOR EMILIO NAIL BRAVO: señala que en el año 2015 la teniente Pamela Castillo y él, eran quienes firmaban los cheques provenientes de la cuenta de desahucio. Sostiene que Castillo también recibió dinero, pues era él mismo quien se lo entregaba, llegando a recibir más de $100 millones en total. La teniente Castillo era quien subía las nóminas de pago del Banco Estado, por lo que ella estaba en pleno conocimiento de todo. Agrega que cuando se supo el tema del capitán Ávila, recibió la instrucción de parte del General Echeverría de recuperar $200 a $300 millones de pesos, por lo que comenzó a recolectar dinero entre todos los que recibieron pagos ilícitos. Sostiene que Carlos Rojas, Patricio Miranda, Luis Vilches, Flavio Echeverría aportaron alrededor de $30 millones, Jaime Paz alrededor de $40 millones, Pedro Valenzuela alrededor de $20 millones, Robinson Carvajal alrededor de $80 millones y la teniente Castillo alrededor de $30 millones.

PATRICIO IGNACIO ROJAS SOTO:, señala que la teniente Pamela Castillo era quien recibía los archivos planos de transferencia y los mandaba al Banco Estado para que se hicieran los pagos. Sostiene que en el mes de noviembre de 2015, recibió un llamado de Luis Vilches, quien le indicó que estaban llamando del banco porque había un problema con un pago de dudosa procedencia. Señala que fue a la oficina de la teniente Castillo y al entrar ella estaba llorando, acompañada del capitán Estrada quien estaba en su computador redactando un correo de respuesta para el banco indicando que se trataba de pagos retroactivos. Posteriormente señala que una vez que realizaban las operaciones pedidas por el capitán Estrada y el comandante Nail, ellos llamaban por separado a Luis Vilches, a Patricio Mirando a él, y les pagaban $800 mil en efectivo.

GERARDO HERNAN AGURTO RECABAL: señala que desde el año 2014 fue Jefe del Departamento de Contraloría financiera de Carabineros. Afirma en el año 2014 Héctor Nail le entregó aproximadamente 4 millones de pesos y durante el año 2015 3 millones, todo este dinero lo depositó en su cuenta del Banco Estado y que en una oportunidad, el coronel Jaime Paz le realizó una transferencia electrónica por un millón de pesos. Señala que sabía que esos dineros provenían de Carabineros.

PEDRO VALENZUELA SAN MARTIN: señala que el puesto de Jefe de Tesorería durante el año 2014 y hasta enero de 2017 fue ocupado por la teniente Castillo, ella junto con el comandante Nail, eran los giradores autorizados para firmar los cheques y realizar las transferencias. Agrega que Eduardo Pardo era el encargado de retirar los cheques y entregárselos a los civiles, quienes después los cobraban y entregaban el dinero a Pardo, quien a su vez lo entregaba al coronel Paz en efectivo.

En su segunda declaración de abril señala que en el año 2006 se pagó una demanda por sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, pero que el general Julio Pizarro Konga realizó algunos contactos con Hacienda, específicamente con don Hugo Zuñiga de la Dipres (Dirección de Presupuesto del Ministerio de Hacienda) y consiguió que esta enviara el monto a la cuenta de gastos operacionales del depto. III de Tesorería y Remuneraciones, en donde se volvió a pagar dicha sentencia por monto de $600 millones. Señala que se pagó dos veces la sentencia y que uno de los ideólogos de esto fue Fernando Pérez Barría. Agrega que la Contraloría General de la República también controlaba las finanzas, entre los auditores estaban Patricia Sanguinett y Juan Munieres con quienes los Directores de Finanzas tenían una relación muy estrecha. Señala que a contar del año 2014 el Jefe de Contraloría Financiera de Carabineros de Chile era el Coronel Gerardo Agurto, compañero de promoción del coronel Paz, con quien este último decía que tenía todo conversado así que “por ese lado había que estar tranquilo”. Finalmente, sostiene que Eduardo Pardo habría intervenido en la contabilización y registro de las cuentas, ya que era un especialista en el sistema SIGFE, por haber trabajado como diseñador de dicho programa anteriormente en DIPRES.

DIEGO ALEXIS VALDES BUSTAMANTE: señala que un señor de apellido MUNIERES de Contraloría General de la República, a quien llamaban el “Chico Munieres”, cuando iba a auditar tapaba o manejaba las auditorias. Esto lo decía el jefe de gabinete del general Iván Whipple, el coronel Carlos Cárcamo Bravo.

PATRICIO ESTEBAN MORALES DÍAZ: señala que en 2010 el coronel Torres le solicitó pagar con cargo a la cuenta de desahucio, facturas de servicios de lavado de cortinas por $4 ó $5 millones y pintura del domicilio particular del general Whipple $6 ó $7 millones. Agrega que el equipo de fiscalizadores de la Contraloría General de la República estaba compuesto por Juan Munieres y Carlos Moreno.

RODRIGO ORELLANA CABELLO: señala que en el 2011 recibió un depósito por $3.700.000 pero que el general Whipple le informó que se trataba de un error informático. Posteriormente llegó a su oficina el capitán Randy Maldonado quien le dijo que los $3.700.000 se debían a un error informático en compensación le entregó $10 millones de pesos en efectivo. En el año 2011, el general Whipple le solicitó girar un cheque por $9 ó $19 millones a nombre de un abogado que estaba patrocinando a varios funcionarios, con cargo a la cuenta de desahucio, que tuvo que firmar y girar a pesar de no tener ningún respaldo.

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