“Lo único que importa es yo yo yo”: El modelo universal detrás del boom Neymar, según Martín Caparrós

“Neymar, Messi, Ronaldo y otros modelos de conducta” se titula la columna que el periodista y escritor argentino Martín Caparrós publicó en el The New York Times horas antes de que se oficializara el traspaso del brasileño Neymar desde el Barcelona al Paris Saint-Germain por una cifra que nunca antes se pagó en la historia del fútbol (más de 260 millones de dólares).

A propósito de esa estratosférica cantidad de dinero que la mayoría de los seres humanos no puede dimensionar ni siquiera en un sueño, el escritor plantea que lo que hay detrás de todo esto es que “durante muchos siglos nos pareció normal que las personas pudieran traficarse; ahora, cuando lo consideramos poco edificante, los que siguen sometidos a esa práctica son ellos, los héroes de estos días sin héroes. Sólo que se venden y se compran tan caros que no parece una desgracia sino un privilegio: aspiración a que te compren y te vendan”.

“El mercado de la pelota no parece tener techo”, dice Caparrós, quien afirma que “más allá o más acá de esos negocios, hay algo que vale más que nada: el fútbol establece un modelo”. Al respecto explica que “gracias a la televisión globalizada, el mundo rebosa de chicos que quieren ser como sus ídolos”, modelos que distan de aquellos que imaginó el Barón de Coubertin cuando habló de que “lo importante es participar”. “Ahora, más de un siglo después, la idea triunfó: el deporte produce modelos, aunque no los que el barón quería. Dicen, para empezar, que todo se compra con dinero. Y, para seguir, que hay que aspirar a eso”.

Lo que se impuso entonces -agrega Caparrós- “fue el mito del éxito súbito, inmediato, casi sin esfuerzo: ganar fortunas sin saber gran cosa, acelerar los coches más potentes, beneficiarse a las rubias de portada, ganarles a todos porque lo único que importa es yo yo yo; vivir para el triunfo y el dinero y los aplausos. Son modelos y la conducta que ofrecen ni siquiera es motivo de debate: ser Messi, Cristiano o Neymar es la esperanza de millones de chicos que no tienen otras. Por un rato imaginan, gracias a esa quimera, que forman parte, que tienen un futuro”.