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11 de Diciembre de 2017Listas de espera de Piñera: Testimonio inédito revela cómo se sacó de forma ficticia a pacientes y la emisión de boletas ideológicamente falsas
En la declaración del médico Rodrigo Gutiérrez Soto, a la que tuvo acceso The Clinic, el profesional detalla que de 15 formas que usaron para que un paciente salga de la lista de espera, sólo dos correspondían a una verdadera resolución médica de su problemas. Además detalla que facultativos entregaban boletas por servicios no prestados, lo que configura un delito tributario. Asegura que la irregularidad se cometió por “flojera”.
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El 28 de agosto de 2013, Contraloría interrogó al médico Rodrigo Gutiérrez, responsable de Clínica Maruri, establecimiento donde, según corroboró el ente fiscalizador, se redujeron de forma ficticia las listas de espera No Auge del Hospital San José, durante el gobierno de Sebastián Piñera. En su declaración, el profesional explicó el mecanismo para eliminar a los pacientes que esperaban una intervención quirúrgica, reconoció la escasa fiscalización a las prestaciones supuestamente entregadas por médicos externos y reveló que los doctores que atendían en ese policlínico emitieron boletas ideológicamente falsas por servicios no prestados.
“Cuando un paciente tiene una indicación quirúrgica definida hace años, eso no significa que actualmente no la tenga, pero si se puede egresar (de la lista de espera), ya que hay 15 causales de salida del repositorio nacional, de las cuales las médicas para este caso en particular, causal 1, resuelto; 3 no corresponde actualmente realizar cirugía; 4 resuelto en extrasistema, clínica privada y 12, rechaza; y 14 no pertinentes. De las 15, solo dos son la resolución del paciente”, explicó Gutiérrez sobre las causales administrativas para borrar de la lista a los pacientes, que posteriormente debieron ser reincorporados.
El interrogatorio es especialmente revelador respecto de anomalías tributarias, las que son atribuidas a “flojera”:
Pregunta: ¿Hubo médicos que se les pago honorarios por servicios prestados en dicha clínica y no tenían contrato? Señale sus nombres.
Respuesta: Sí, a todos, y la mayoría de las veces se le paga a un profesional por las prestaciones del él más las de varios médicos más, a las cuales posteriormente se les entregaba el dinero correspondiente a sus atenciones. (Sic)
Pregunta: ¿Porque se realizaba este procedimiento?
Respuesta: Por flojera y comodidad y porque nunca se les dijo que no podían hacerlo y para efectos del pago del impuesto del pago global complementario.
Pregunta:¿Entonces cuando se le paga a determinado médico por una cantidad de prestaciones que realizó, no todas corresponden a este profesional y por lo que los respaldos de las documentos físicos no nos van a coincidir con las que realmente ejecutó?
Respuesta: Así es.
Pregunta: ¿A qué le llaman la mochila?
Respuesta: Es la forma como se interpretó cuando un médico le pagó a otro profesional y sacó el dinero de una mochila, dinero que le correspondía por sus prestaciones que lo había cobrado el otro. En octubre del año pasado cobrando el señor Hasbún el dinero de otros médicos, fue víctima de un robo de $14.000.000.
En cuanto al descontrol en la fiscalización de las prestaciones y sus pagos a médicos externos, Gutiérrez detalla que, por ejemplo, no había un cruce de datos entre la fichas clínicas de pacientes atendidos en policlínicos con el egreso monetario del funcionario que debía entregar ese servicio. Tampoco existía un informe mensual de las atenciones de estos médicos y el único registro especifico, que no contaba con respaldos físicos, eran planillas digitales de Excel, autorizadas por Gutierrez.
Frente a la falta de fiscalización, Contraloría le consultó: ¿Qué tipo de control usted realizaba para determinar que los servicios tanto las horas turno como de las atenciones médicas del Policlínico fueron prestadas?
La respuesta del profesional fue “hay reloj control, pero los médicos no tienen la obligación de marcar su asistencia, entonces la manera como yo comprobaba que se realizaron los turnos, llamaba telefónicamente o iba físicamente a verificar la presencia, además usaba el libro de registro de turno de enfermería de la Clínica Maruri, ya que se registran los médicos que están en turno”.
EL ENGAÑO
Tal como reveló Ciper hace una semana, luego de una indagatoria de cuatros años, una investigación de la Contraloría General de la República confirmó que las listas de espera en el Hospital San José fueron reducidas de manera engañosa. Por ello, el contralor Jorge Bermúdez propuso en el sumario administrativo la “destitución” del ex director del Hospital San José, el médico Raúl Hernán Vásquez Cataldo, y de su par Rodrigo Gutiérrez Soto, ex encargado de la Clínica/Policlínico Maruri.
Lo que determinó la investigación es que al centro asistencial de Maruri eran derivados pacientes del San José que engrosaban las listas de espera. Se suponía que en el centro debían recibir atención especializada. Lo que en rigor ocurría era que los enfermos eran eliminados de las nóminas aún cuando no recibían atención. Se desarrolló así un subterfugio para figurar con cumplimiento de metas de forma artificial, lo que ocasionó que algunos pacientes vieran agravada su condición de salud.
“Un alto porcentaje de pacientes No Auge, inscritos en el Registro Nacional de Lista de Espera (RNLE), fueron eliminados de este repositorio por haber sido supuestamente atendidos en el citado centro médico (Maruri), no obstante encontrarse irresoluta su patología, debiendo ser reingresados en lista de espera, retardando de manera inexcusable la eventual solución a sus problemas médicos, con grave afectación de sus derechos”, dictaminó Bermúdez.
A la gravedad de este hecho, se suma una serie de irregularidades administrativas, entre ellas la contratación y los pagos realizados a profesionales de la clínica Maruri. Se constató, entre otras cosas, el pago de honorarios médicos sin comprobantes de egreso ni de prestaciones realizadas y el pago a médicos generales como si fueran especialistas.