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Opinión

19 de Diciembre de 2017

Belisario Velasco y el fracaso de la Nueva Mayoría: “Hay que volver a la política de los consensos”

El ex ministro de la Concertación asegura que Piñera ganó porque “trabajó intensamente y el pueblo quería un cambio”. Le preocupa el futuro de las reformas -dice que hay que hacer ajustes importantes- y que a la oposición no le queda otra que generar acuerdos con el nuevo gobierno. Respecto a su partido, asegura que tiene que ser dirigido por gente más joven. “Ojalá menores de 60 años”, dice

Claudio Pizarro
Claudio Pizarro
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-¿Por qué ganó Piñera?
Ganó porque dio la impresión al país de ser una persona bien preparada que manejaba los temas y las cifras. Trabajó intensamente y ganó en 14 de las 16 regiones, o sea, el pueblo quería un cambio y se produjo. Ahora, como DC, voté por Alejandro Guillier, lo que no me impide desear a Sebastián Piñera un gran éxito en su gestión.

¿Cuál cree que son los factores que influyeron en esta votación? ¿Primó la tesis del crecimiento sobre la profundización de las reformas?
-Creo que esos factores influyeron y unos cuantos más que hay que analizar. Piñera va a recibir reformas importantes como la reforma tributaria, laboral, educacional y los planteamientos para una nueva Constitución. Hay que hacer ajustes importantes en ellas, porque eso tenía un poco desorientado a los chilenos. Todas esas reformas van a requerir de ajustes importantes y eso requerirá de amplios consensos. Creo que más que discusiones violentas, lo que el país quiere ver son consensos entre gobierno y oposición.

¿Hay que volver a la política de los consensos, entonces?
-Sí, hay que volver a la política de los consensos, los acuerdos y tener una oposición constructiva.

El discurso de Piñera fue en esa línea y se lo comparó incluso con el de Aylwin….
-Sí, recogió parte de los principios planteados en un momento muy difícil, donde el país estaba muy dividido en el año 89. Espero de verdad que lo que hizo Aylwin, él lo trate de hacer. Que intente buscar acuerdos para poder salir adelante. La oposición tiene que mirar a Chile y a nuestra juventud. Ahí es donde tenemos que encontrar acuerdos para salir del hoyo en que estamos. El país requiere de una oposición progresista, tranquila, que busque avanzar en en consensos y no en cosas conflictivas, lo que no significa renunciar a nuestros principios.

¿Cómo se logra esta política de acuerdos y consensos en una oposición tan disgregada?
-Tenemos que buscar primero los consensos dentro de la Nueva Mayoría y el Frente Amplio, y luego conversar con el gobierno. De aquí al 11 de marzo hay que definir políticas a seguir con el nuevo gobierno en lo social, en lo económico y en lo político.

La DC hoy en día está debilitada en el parlamento y dividida internamente ¿Cómo ve ese escenario?
-Sería mentiroso si negara lo que usted está diciendo. La DC está con problemas, está dividida, hay gente que ya renunció y algunos que van a considerar la posibilidad de irse. Yo soy militante desde hace 60 años y creo que el partido no debe morir, hay que buscar gente más joven, ojalá menores de 60 años para que dirijan el partido y miren el futuro de otra forma.

¿Cuánta gente de la DC votó por Piñera?
-Conozco gente de izquierda que es partidaria de la libre empresa, del lucro razonable y gente de derecha que dice “déjenme trabajar, aplíquenme impuestos, pero con una reforma tributaria clara”. Todos los partidos tienen que revisar un poco sus políticas, porque no es común que en una segunda vuelta vote más gente que en la primera. Ahora votaron casi medio millón más de personas.

¿Cree que esto sea el fin de un ciclo? ¿Qué es lo que muere después de esta elección?
-Aquí no muere nada, aquí nacen cosas nuevas.

¿Qué le faltó a Guillier en esta segunda vuelta?
-No quiero hacer crítica en este momento porque carezco de todos los antecedentes pero, indudablemente, el más preparado para manejar una economía era Piñera. La gente se dio cuenta de esa diferencia y buscó una cierta seguridad para el país. Ahora, Alejandro Guillier ha sido un excelente candidato que merece todo el respeto y todos los buenos deseos para seguir desempeñándose como senador. Creo, además, que no se va a embarcar en una política de oposición cerrada, sino que va a tratar de ser constructivo.

¿Hubo un poco de exceso de triunfalismo en el sector?
-Triunfalismo ha habido en los dos lados. Después de la primera vuelta se veía una llegada muy apretada de 2 ó 3 puntos, pero nadie pensó que la diferencia fuera de casi 10 puntos. Esa es una diferencia muy grande.

¿El fracaso de Guillier es también el fracaso de Bachelet respecto a las políticas de continuidad?
-Indudablemente hay algún efecto de eso en el legado. Cualquier persona que mire las cifras, los dichos y los hechos, va a llegar a la conclusión de que esa situación que usted señala sí afectó.

¿Hace un mes atrás daba la impresión de que existía un voto antipiñerista duro y ahora resulta que la balanza se cargó a favor de Piñera?
-Había indudablemente antipiñeristas duros, pero afortunadamente eran los menos, porque también había antiguillieristas duros, pero también eran los menos. Cada uno tenía que preocuparse de lo que estaba ofreciendo al país y como iba a cumplirlo, sin promesas desmesuradas ¡Por favor, si la gente no es tonta!

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