El destacado artista es uno de los pioneros en la creación de Arte Ayuda, la iniciativa cultural de fundación Paréntesis, que con la ayuda de los artistas recauda fondos a partir de la venta de obras donadas para sus programas de tratamiento y prevención de consumo problemático. En el marco de una nueva exposición que se avecina, donde además de homenajear a Roser Bru y Gracia Barrios, habrá notables autorretratos hechos por acogidos de la organización del Hogar de Cristo.
Compartir
El 21 de julio se inauguró una nueva exposición de Arte Ayuda, el evento cultural y de beneficencia de fundación Paréntesis, del Hogar de Cristo. Esta iniciativa lleva más de 10 años, convocando a importantes artistas. Este 2018, la invitación fue a homenajear a Gracia Barrios y Roser Bru, y de forma inédita, se presentarán los autorretratos surgidos del taller “Pintando la Esperanza”, en el que acogidos de la organización aprendieron y se pintaron a sí mismos.
Benito Rojo, artista, es uno de los principales exponentes de Arte Ayuda. Participa desde 2006 y pertenece al Consejo de la agrupación. Hace unos días, fue parte de la ceremonia donde se reconoció a los artistas amateur que participaron, hombres y mujeres en situación de pobreza que presentan consumo problemático de alcohol y drogas.
¿Cuál es la importancia de realizar estos talleres?
-Además de la dimensión artística, está la cosa bella de que ellos pueden canalizar su tiempo, su interés, sus habilidades en una actividad que tiene que ver con algo tan íntimo como su propia imagen; pasando por el aprendizaje de ciertas técnicas y de historia del arte. Todo eso es educación y está orientado a un mejor vivir.
¿El arte puede servir como una terapia?
-El objeto de arte como resultado en sí no es tan importante como el proceso mismo, porque el resultado muchas veces está sujeto a las leyes del mercado, a la posibilidad de exhibir el trabajo en un lugar u otro. Pero el proceso del arte, de todas maneras tiene una importancia terapéutica porque es una gran forma de autoconocimiento.
Da lo mismo, entonces, si resulta en un Picasso o en un Van Gogh.
-Por supuesto, porque el arte es una gran torta donde cada uno toma su pedacito. Tendrá que ver con los tiempos, las habilidades, pero es algo que está, que hay que tomar, de lo que hay que hacerse cargo. El haber logrado los autorretratos es una cosa maravillosa.
¿El talento artístico es algo con lo que se nace o se estudia?
-Todos los seres humanos tenemos una capacidad de sentir y de apreciar el arte. De hecho, es muy curioso, si pones 10 obras y hay una o dos que son mejores, la gente que no tiene ninguna formación, generalmente se inclina por las mejores. Por las mejores bajo los parámetros que puede aplicar una persona que conoce. Y se nace con habilidades, pero fundamentalmente el arte es un hecho cultural, social y en el cual se puede avanzar mucho en el conocimiento de uno mismo.
¿Para alguien que vive en situación de pobreza, con talento, le resulta imposible llegar a las galerías a exponer su arte?
-De todas maneras. Habría que estudiar el tema del poder y cómo el poder también está mediatizado por la educación, incluso por la cuna. La desigualdad es un fenómeno que también afecta a los talentos, que se quedan ahí por falta de oportunidades. Pero creo que está cambiando en el mundo moderno. Hay miles de artistas que no son de origen muy elevado, pero que sí han tenido una buena educación.
Y luego está el tema de mantenerse vigente.
-Siempre se cree que el arte es como una actividad lírica, una gran volada. Pero detrás del trabajo artístico, hay una persona que necesariamente tiene que esforzarse día a día para lograrlo. No es fácil hacer arte. Es constancia, en una gran medida. Hay una frase que se atribuye a Picasso: ‘Maestro, ¿y la inspiración?’ y él responde: ‘Sí, la inspiración, pero ojalá que te pille trabajando’. Entonces esa constancia, ese rigor, visualizar un objetivo y tratar de establecer una disciplina para llegar a eso, es muy importante.
¿Qué busca Arte Ayuda este año con su homenaje a Roser Bru y Gracia Barrios.
-Es hacer un reconocimiento a dos grandes artistas, que además son colaboradoras muy cercanas e importantes para Arte Ayuda. Pero lo más importante también es que se dé este fenómeno de solidaridad entre los artistas y acogidos. Con esto estamos creando escuela, estamos incorporando artistas nuevos, gente que quiere integrarse en este proceso de solidaridad. Considero de verdad que Arte Ayuda está más vivo que nunca, en la medida que seguimos despertando interés en las personas. Y en un público que está dispuesto a colaborar, a comprar una obra a beneficio de los acogidos de la fundación, gente valiente que es capaz de superar su consumo problemático y recuperar sus vidas.