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Opinión

11 de Octubre de 2018

Queen Marlén: “No sé si a mí de chica me criaron más avispada o qué”

Exuberante y fascinante. Así es Marlén Olivari (44), la diva local que se apresta a presentar su nuevo videoclip: “Me importa un carajo”. Feminista “a su manera”, según afirma, Lavinlover y con vocación social, la showwoman habla con The Clinic sobre los temas que indignan y la cada vez más seductora carrera política que le ronda.

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La entrevista con Marlén Olivarí es pactada en una peluquería del barrio alto, donde trabaja desde hace cinco años con Alejandro, su peluquero y estilista personal.

Al llegar, la diva se para y luce a cuerpo completo su entero color rojo italiano. Saluda cordial e inmediatamente después toma sus extensiones para agregarlas a su fina cabellera. Antes muerta que sencilla, no puede salir sin ellas en las fotos. Disparo. Flash. Foto. Marlén se mira con deseo en el espejo y asume actitud entrevista. “Trátame con cariño”, solicita.

Recién me comentabas que este año cumples 25 años de carrera. ¿Hay algo que todavía te cueste respecto a tu propia performance como artista?

-Yo me encuentro un montón de defectos, soy súper perfeccionista. Y típico que uno nunca está conforme con lo que uno tiene. He ido aprendiendo cada día a tratar de ir sintiéndome a gusto con lo que soy. Lo bueno es que hoy ya conozco casi todos mis defectos. No es que no molesten, simplemente es que uno los acepta.

Esta edición está enmarcada justo en la fecha donde se cumplen 20 años de la detención de Pinochet en Londres. ¿En qué estabas tú en ese día?

-Fue justo antes de entrar a Morandé con Compañía. Recuerdo que había mucho conflicto. Toda la atención estaba puesta en ese tema, había mucha recriminación con lo que pasó: “que se haga justicia”, “que los derechos humanos”. No había paz, no había armonía entre los chilenos. Había mucha división. Lo mismo que en el SÍ y el NO.

¿Cómo viviste esa época?

-Yo era chica, no tenía derecho a voto. Entonces tenía amigos en el SÍ y en el NO. Iba a todas las protestas, corría detrás del guanaco. Yo iba a todas las protestas porque era súper entretenido. No tenía la menor idea de nada, porque no me metía en el cuento.

Tenía trece años. Yo vivía en Viña del Mar, estudiaba ahí, pero iba donde mis amigos del colegio Eduardo de la Barra a protestar por el NO a Valparaíso. Después, tipo dos de la tarde, era la protesta del SÍ en Viña. Y partíamos para allá. Mira, picoteábamos por todos lados, daba lo mismo. Nosotras éramos chicas y lo pasábamos bien.

Me imagino que ahora tienes tu opinión…

– O sea, por supuesto que tengo mi opinión. De hecho, de ambos lados me han pedido que postule a algún cargo político, desde hace muchos años.

¿Por qué no has aceptado?

-La verdad es que nunca acepté porque creo que estaba en una etapa súper importante de mi carrera televisiva y era muy joven para entrar a la política. Según yo, era muy lola.

¿Y ahora?

-En estos tiempos podría llegar a pensarlo, quizás. Ahora tengo mis cosas súper claras, soy más madura, estoy más grande. Tengo una visión más global de las cosas. Y también tengo una gran vocación de servicio y siento que como artista no puedo aportar en nada, pero sí estando dentro. Creo que si postulara a algo sería por eso.

¿A qué cargo te gustaría postular?

-Me han ofrecido de todo. Pero no sé, en lo que pueda ser útil. La verdad no he tomado decisiones aún, pero llegado el minuto creo que lo voy a tener que evaluar. A mí me llama mucho defender los derechos de la mujer. Ese es como mi tema, mi bandera de lucha. Me indignan mucho las cosas que pasan con las mujeres en Chile.

¿Qué cosas te indignan, por ejemplo?

-La desigualdad que hay. Pero no sólo me indigna lo que el género opuesto le hace a las mujeres, también me indigna lo que el propio género le hace a las mujeres.

¿Cómo qué?

– Me molesta que haya un grupo de mujeres que discriminan a otras por trabajar donde trabajan, por cómo se visten, por cómo tienen que actuar. Siento que están ocurriendo muchas cosas violencias por la forma en cómo se mira a las otras mujeres, cuando llevamos siglos y siglos tratando de lograr libertad. Ahora hay un grupo que se dice llamar feminista -que yo no creo que sean feministas-, que se están aprovechando de esto y que están criticando a algunas mujeres por donde trabajan, porque son sexys, por cómo se visten. He escuchado harto eso y creo que eso también es violencia y también puede considerarse como una forma de femicidio. Al hacer esto, tú estás matando a otras personas, las estás anulando.

¿Te refieres a ese grupo de feministas que cuestionan los estereotipos de género?

-Pero es que no sé por qué se hacen llamar feministas cuando lo que hacen es atacar a otras mujeres. Las mujeres debemos luchar por tener independencia económica, porque la independencia económica te da la libertad para tomar decisiones en la vida. Queramos o no. Porque con plata se compra pan y se compran huevos. Con plata se hace todo. Si tú no tienes plata ni siquiera puedes arrancar de tu casa donde te están golpeando. Porque se necesita plata para cargar la bip y subirte a la micro. O sea, hay que tener plata en la vida para todo. Para lo que queramos.

¿Pero no sientes que con este auge del movimiento feminista se está peleando para igualar la cancha y justamente, no tener que salir arrancando de la casa por miedo?

-Ahora sí, porque también está el ministerio y otras organizaciones que apoyan en todas las comunas. Lo importante es informarse. Meterse al sitio del ministerio, saber cuáles son las redes de apoyo que existen. La mujer tiene que estar informada de todo lo que tiene a su alrededor en caso de, y eso es pega de cada una.

El otro día, me contabas que también trabajas directamente con el ministerio de la Mujer y la Equidad de Género

-Yo no trabajo, yo colaboro en todo lo que ellos necesiten. Fui rostro de muchas campañas contra la violencia a la mujer. Lo hago porque me hace feliz y me llena el corazón, para las mujeres se sientan acompañadas porque uno también les habla de la vida que tiene uno, de las cosas que uno tiene en común, de la crianza. Algunas mujeres creen que a uno no le pasa, pero a todas nos pasa lo mismo.

SER MADRE

Lorenzo hoy tiene 7 años. ¿Cómo ha sido la experiencia de ser madre?

-Ha sido una experiencia maravillosa, pero también difícil. Criar es complicado. Lo que más me ha costado ha sido aprender el autocontrol, a ser un ser superior cuando le vienen las pataletas. Actuar con psicología y aunque yo esté media histérica, tratarlo con amor aunque me esté tirando el pelo. Tratar de calmarlo. Básicamente, porque esa es la única forma que me ha funcionado con él. Ante la histeria, la calma.

No soy madre, pero siempre he admirado la capacidad de conservar la calma, pese a la frustración de tener un niño llorando, gritando… ¿No te dan ganas de explotar de repente?

– Sí, dan ganas, pero uno no puede nomás.

¿Y pegarle a un mueble, morder un cojín, llorar?

-Sí, es súper fácil perder el control, sobretodo cuando te hacen pataletas en el supermercado o en un restaurante. Porque a los niños les encanta hacer escándalo donde a uno más le da vergüenza. Porque todo el mundo siempre está mirando a la mamá, a ver cómo reacciona, y si eres famosa, peor.

¿Has tenido que autorregularte mucho por la vida pública que has llevado?

-He leído un montón sobre cómo manejar esas situaciones y pucha también, aplicar el criterio. Lo niños también se cansan, se frustran, estresan. Es importante darles espacio.

¿Y cómo son lo roles en la casa con tu marido Luciano Marocchino?

-Ambos tenemos claro que los modales son súper importantes.

¿Pero sientes que hay una cosa desigual dentro de la casa?

-Hay un tema cultural desigual y es que los hombres siempre han sido un poco cómodos y es porque las mujeres los hemos malcriado.

¿Has contribuido a eso en tu propia relación?

-Absolutamente: “Mi amor, ¿qué quiere comer?”, le digo.  Sí, he contribuido mucho. Pero yo a esta altura de mi vida no puedo estar criando a un hombre grande. Tengo que criar a mi hijo, porque el otro ya está súper criado y viene con mañas. Ahí no es mucho lo que uno puede hacer, pero sí con mi hijo. Por eso trato de involucrarlo en las tareas de la casa, que vaya entendiendo poquito a poquito.

Alejandra Díaz, el otro día dijo en LUN que “El feminismo le estaba quitando la pega”

-Yo he escuchado eso de varias niñas que trabajan de promotoras y que hacen un trabajo súper lindo y digno. Escuché de sus propias bocas que para el “día del padre” no las contrataron por que ahora el asunto “no está bien visto”, y que mujeres de los propios municipios cuestionaban la decisión de contratar promotoras. Encuentro vergonzoso que otras mujeres discriminen a esas mujeres que hacen un trabajo. No puede ser que esas sean nuestras peleas. Tenemos que luchar unidas para que tengamos más derechos, los mismos sueldos, que las isapres no nos castiguen por ser mamás. Entonces, ¿cómo puede haber un grupo que piense así con todo lo que nos cuesta la vida? No logro entenderlo.

Tal vez tiene que ver con que las mujeres toda la vida han sido vistas y tratadas como objetos de consumo para otros, y que promover este tipo de prácticas o estereotipos no sirve para la causa.

-No po, si la mujer puede andar desnuda por la calle si quiere, el que tiene que cambiar la mentalidad es el hombre, no nosotras. Las mujeres tenemos que ser lo que queramos ser en nuestra vida. Es que entiendan: no vamos a cambiar el mundo por taparnos, los que tienen que empezar a cambiar la mirada sobre cómo nos ven son ellos. La mujer nunca debe perder la libertad de caminar como quiera. Si queremos andar en minifalda o con un escote hasta el ombligo.

LAVIN LOVER

Leía una entrevista que diste a The Clinic el año 2003. Hablaste de política y en especial de Joaquín Lavín. ¿Sigues siendo una Lavinlover?

-Obvio, sigo siendo una Lavinlover, pero dime, ¿quién no podría serlo?, el caballero por Dios que hace las cosas bien. Como alcalde siempre ha sido un hombre súper destacado. Y además es súper creativo.

¿Te gustan las iniciativas que promueve?

-Mira, yo admiro a todas las personas que hacen cosas, que están siempre inventando cosas nuevas para mejorar la vida de la gente. ¿Te acuerdas cuando no llovía? Él quiso dinamitar las nubes para que lloviera. Ahora, cuando volvió a ser alcalde, lo ha hecho muy bien nuevamente. Entonces, ¿cómo no voy a admirar a una persona así?

¿Te gustaría que se convirtiera en el próximo presidente de Chile?

-Creo que él perfectamente podría serlo. Lo único que le falta, creo yo, es hablar con mayor aplomo. Si yo fuera su jefa de campaña la tarea sería que hablara con mayor aplomo, apuntar más con el dedo al pueblo, más fortaleza y carácter. En este país no sirve tener a un presidente o presidenta “buena onda”. Chile es un país que necesita un patriarcado o un matriarcado, gente de carácter. Porque somos desordenados y el pueblo rápidamente se sube arriba de tu cabeza.

Oye, y en ese sentido, ¿cómo has visto estos meses de Piñera?

-Creo que es un proceso que hay que mirarlo con calma. Por supuesto que todos teníamos la ilusión de que esto cambiara rápido, pero también veníamos un poco con el vuelo del gobierno anterior. Los países se resienten y no podemos esperar que en seis meses se haga todo el trabajo que no se hizo en estos año.

Si entraras a la política, ¿cuál sería tu eslogan?

-Mi eslogan siempre ha sido: “Marlén, la chilena de todos”. Lo fome de entrar en la política es que en algún minuto uno se tiene que definir. A mí siempre me queda la tranquilidad que yo siempre he votado por las personas, porque es fome tener que definirse. ¿Uno no puede estar en la mitad, ponte tú? Si alguna vez postulara a algo, sería en Viña.

¿Una alcaldía ponte tú?

-Yo quiero volver a vivir a Viña. Feliz me iría de vuelta a mi mar, a mi tierra. Yo extraño harto. Pese a que vivo súper cerca.

¿Tiene que tener miedo Virginia Reginatto entonces?

-Jajaja. Oye, pero ella ya es como parte del inventario de la ciudad jardín, ¿cómo la voy a sacar a ella de ahí?

FEMINISMO, OTRA VEZ

Siguiendo con el tema del feminismo y la ola de denuncias en el espectáculo, cuesta creer que nunca te haya tocado lidiar con episodios incómodos…

-Mira, en mi casa lo que existía era el matriarcado. En mi casa mandaba mi mamá y era ella la que tenía las polleras bien puestas. Andaba a grito pelado con nosotras. Cuando uno andaba llorando por algún pololo, ella me la cantaba clarito y me decía: “dejate de llorar, yo no tuve hijas débiles”. Entonces cuando me vine a Santiago de Viña del Mar, mi mamá me aleccionó, me dejó super preparada. “Cualquier gallo que se te acerque, desconfía”.

Entonces siempre que alguien se ponía como fresco o patudo, yo me ponía pesada. Nunca permití que me jotearan mucho. Yo paraba los carros nomás. Tampoco nunca me engrupí con ese tema de que si yo dejaba pasar las cosas me iban a dar trabajo.

¿Qué pareció todo lo que pasó con las denuncias?

-Todas estas denuncias me parecen fantásticas y sobre todo que haya pasado a nivel mundial, porque de viejos cochinos, frescos y degenerados, ya está bueno ya. Todo lo que pasó era un secreto a voces. Me parece bien que las mujeres hayan perdido el miedo y que las jóvenes denuncien. Que no estén hablando a los 50 años, para contar qué les pasó a los 13. Que hablen ahora ya, porque este es el momento. Yo estoy súper feliz de que esto haya pasado, es como un alivio. Estamos frenando algo, estamos mejorando el futuro de nuestros hijos.

Tú fuiste parte de una industria bien machista…

-Pero yo eso del casting en mi casa, jamás me lo hubiera comprado.

¿Crees que algunas mujeres pecaron de ingenuas?

-Creo que hay que hablar con las hijas de uno y decirles clarito “no seai tontita”. No se puede cuestionar a estas niñas, pero la verdad es que tenemos que darnos cuenta que los casting no son en las casas, que no nos vuelvan a engrupir. O sea yo de chica sé que le echan unas pastillitas al copete. No sé si a mi de chica me criaron más avispada o qué.

QUEEN MARLÉN

Cambiando de tema completamente. La próxima semana se publicará una biografía de Kenita Larraín. ¿Qué te parece? ¿Harías una biografía de tu vida?

-No sé si me conviene mucho, jajaja. Siempre hay cosas que contar, pero la verdad es que yo soy súper discreta con mis cosas. A ver, biografías podemos hacer muchas, el tema es si vamos a contar la verdad o no. ¿Vamos a decir la verdad? Además, hay que ver los riesgos, en el camino tienes que delatar a muchas personas. Porque escribir una biografía puede hacerlo cualquiera, ¿pero qué vas a decir ahí?, ¿la verdad? ¿o una historia de Bilz y Pap? Yo puedo sacar varios libros, pero la gracia es que ahí salga lo real.

Ficcionemos, en el caso de que saliera una biografía tuya: ¿Qué episodio no puede faltar?

– ¿En la mía? Mi infancia, yo creo. Nadie se imagina que yo ordeñaba las vacas, que alimentaba los chanchos, ayudaba a parir a las yeguas. Tuve una infancia maravillosa, rodeada de naturaleza. De arar, de manejar el tractor, de ir a sacar los frutos de los árboles. Eso fomentó mi intuición e hizo que aflorara mejor la percepción y me enseñó a captar quién es quién.

El otro día me contaste que próximamente vas a lanzar un nuevo video. Tipo Maluma, pero con 12 hombres en la cama. Necesito saber más sobre eso.

-Me considero súper versátil, siempre me gusta incursionar en todo. Un día se me ocurrió hacer música. Ahí pensé: ¿y quién me va a escribir las canciones? ¡Qué mejor que hacerlas yo misma! Entonces hice mi primera canción que se llama “Yo decido”. Ahora escribí la segunda que se llama “Me importa un carajo”. La letra es bien potente, va a dar qué hablar.

Cómo es la tónica de mis videos: la idea es que las mujeres disfruten viendo hombres bellos. Ya que estamos hasta aquí con los reggaetoneros que muestran a las mujeres en paños menores, bueno, ahora vamos a cosificar un poquito a los hombres, ya que nos han cosificado tanto a nosotras las mujeres.

¿No te molestan las críticas?

-No, todo lo contrario. Encuentro muy entretenido cuando se genera debate, y a unos les gusta y a otros no. Eso estoy buscando. Que critiquen todo lo que quieran.

¿Te gustaría hacer otra cosa, tal vez volver a actuar?

– Me gustaría hacer stand up. Puede ser una de las cosas en las que puedo incursionar más adelante. Pero ¡ay! Encuentro tan lindo esto de escribir mis propias canciones y después musicalizarlas con un equipo, y luego idear el videoclip, y buscar al equipo que lo haga.

Tu primera canción era como una declaración de principios, ¿esta nueva canción qué vendría a ser para ti?

-Esta canción cuenta la historia de una mujer que le prometen la vida, que le regalan de todo, que la ilusionan y después le ponen el gorro. Entonces, no vale la pena sufrir. Porque te engañan y porque no son leales.Con esta canción, invito a las mujeres a que den un vuelco a su vida, a que no lloren por nadie y a que hagan lo que quieran.

¿Basada en hechos reales?

-Pucha ojalá. Sería bueno que fuera real. Pero como tú sabes, perro que ladra no muerde (risas). La verdad es que me veo mucho más liberal de lo que soy, aunque también tengo una parte bien conservadora.

¿Entonces por qué te importa transmitir esas ideas?

-Es el sueño del pibe. Lo que yo sí creo es que ser opacada por otros, jamás. Todos los días repito mi lema: “Que ningún hombre te opaque, te ponga el pie encima”. Todo lo que hablo es parte de mí y creo que son frases importantes. O sea yo me creo el cuento de que “yo decido” sobre mi vida. Esto también ayuda a que mujeres se empoderen. Mira, con que una mujer se crea el cuento con esa canción, yo ya me doy por pagada. Esto es para que las mujeres dejen de ser pacatas y dejen de ser víctimas de la violencia y los abusos que hay en contra de ellas. Si con esta canción las motivo a sacar pecho frente a la vida, me doy por pagada.

En algún momento de tu carrera fuiste súper cuestionada, criticada. Ahora estás convertida en Queen Marlén, este símbolo sexual con vocación feminista. ¿Cómo fuiste guiando tu carrera hacia allá?

-Es que soy un ser humano, igual que todos. La diferencia es que ante la caída, yo siempre me he levantado, entonces soy como media indestructible (risas). Tengo más vidas que los gatos. Entonces, soy como una inspiración a las mujeres que están tristes y bajoneadas y que puedan decir “pucha, si la Marlén pudo, con tanto que la atacaron y le dieron y le dieron, estuvo por allá abajo y salió de nuevo”. Yo pude salir con el amor que me dio mi familia, con el apoyo que tuve en momentos difíciles y con el orgullo. Porque si no sientes orgullo, te dejas doblegar. En algún minuto salió mi corazón, mi amor propio y dije no más.

¿El orgullo propio fue lo que te salvó?

-A mí la vida me ha costado mucho. A mi nadie me ha regalado nada, soy una mujer de mucho esfuerzo y todo me lo he ganado en la vida de manera súper honesta, por eso si entro a la política voy a ser más honesta que la cresta: es lo único que puedo prometer, porque no sé robar, no sé ganarme la vida de otra manera que no sea a punta de trabajo, sacrificio, esfuerzo. Y crear cosas nuevas para que la vida gire.

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