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Nacional

21 de Enero de 2019

Carta al editor: Marco San Martín hace sus descargos tras reportaje de The Clinic sobre el derrumbe del proyecto de la Universidad Iberoamericana

Las irregularidades que derrumbaron el proyecto de la Universidad Iberoamericana Tras firmar el convenio de reubicación con la Universidad de Santiago, la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología (Unicit) vive su etapa terminal. Una profunda crisis financiera azotó al plantel privado en marzo del 2017, causando que más de mil estudiantes no pudieran iniciar su […]

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Las irregularidades que derrumbaron el proyecto de la Universidad Iberoamericana

Tras firmar el convenio de reubicación con la Universidad de Santiago, la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología (Unicit) vive su etapa terminal. Una profunda crisis financiera azotó al plantel privado en marzo del 2017, causando que más de mil estudiantes no pudieran iniciar su año académico en 2018 y que gran parte de sus profesores y funcionarios no recibieran sueldo ni cotizaciones.

Por medio del presente deseo hacer mis descargos, y desmentir tajantemente la enorme cantidad de errores y falsas acusaciones que se hacen en mi contra en el reportaje “Las irregularidades que derrumbaron el proyecto de la Universidad Iberoamericana” (Ver link arriba) del 7 de enero pasado.

En primer lugar quiero manifestar mi profundo descontento por el hecho de que The Clinic no intentó siquiera contactarme para tener mi versión y sí darle cabida a la abierta difamación que hace en mi contra un académico a quién protege su identidad.

Dado que mi opinión no fue debidamente consultada es que, amparándome en el artículo 19 de la Constitución Política del Estado y los artículos 16 a 21 de la Ley 19733 sobre libertades de opinión e información, le pido a usted rectifique dicha información que paso a detallar:

1.- La carrera de Kinesiología, que dirigí tal como indica el reportaje logró una “acreditación ante un ente externo, según la ley vigente en ese momento lo establecía”, estando la Universidad sin “acreditación institucional”, suceso inédito hasta el momento en toda la historia de las acreditaciones de carrera. Es decir, la
carrera de Kinesiología de la Universidad Iberoamericana, con su acreditación que certifica la calidad de los estudiantes que formaba, contribuyó a elevar el status de la Universidad, pues demostró públicamente que sus procesos de gestión administrativa y académica cumplían con estándares de calidad exigidos por la CNA. Adjunto documentos del informe de autoevaluación, que dan cuenta de manera muy acuciosa de todo el proceso que involucra la acreditación.

2.- El profesor acusa que algunos profesores no cumplían sus horas e incluso recibían sueldo y que esto no era controlado pues no había libro de asistencia. Al respecto, debo decir que esta labor la cumple el Departamento de Recursos Humanos. Doy fe que los profesores cumplían con todas sus actividades académicas encomendadas, se cumplía con impartir todas las clases en todas sus modalidades e inclusive, los profesores de planta debían acudir a tomar exámenes de quinto año de carrera fuera de la Universidad, que obviamente también era parte de las horas de trabajo de los docentes. También dedicaban horas para dirigir tesis de fin de carrera, en tiempos extra-laborales. Por tanto, cumplían con sus horas y es más, a veces se excedían.

3.- El profesor menciona atrasos en pago de cotizaciones o pago de bonos. Sobre el primer punto, este tema lo abordaba el área de Remuneraciones y si bien entiendo que se producían ciertos retrasos, estos estaban dentro de lo que ley permite. Sobre el tema de bonos, la Facultad dispuso de dineros para devolver dichos gastos en pasajes, sin embargo de un momento a otro la Vicerrectoría de Administración y Finanzas recortó dicho reembolso y entonces nosotros como profesores comprometidos con nuestra Carrera y Universidad, continuamos con la labor sin que nos hicieran esa devolución.Lo que por lo demás, ocurría cada dos meses y como máximo dos salidas fuera de Santiago.

Respecto del bono de acreditación, fue una estrategia de parte de la Vicerrectoría Académica, en que ofreció un bono equivalente a 11 horas a la semana para nuestra encargada de campos clínicos y al profesor aludido, para que las dedicaran al trabajo de acreditación de la Escuela, los que luego se convertirían en parte del contrato si lográbamos dicha acreditación, por tanto fueron usados como un estímulo. De esta manera, la encargada de Campos Clínicos pasaba a tener jornada completa y el docente aludido, pasaba a tres cuartos de jornada.

Como Ud. comprenderá, un Director de Escuela informa acerca de la necesidad de cargos y los fundamenta, para luego instancias superiores, tales como Vicerrector Académico (VRA) y Vicerrector de Administración y Finanzas (VRAF), son quienes dan el visto bueno a dicha petición, que en este caso fue concretado para la Coordinadora de Campos Clínicos, quien pasó a un contrato de jornada completa (lo cual fue un proceso no exento de dificultades). Sin embargo, ambas vicerrectorías pospusieron la petición hecha para este docente, seguramente porque estaban ya previendo la situación que se estaba avecinando para la Universidad.

Este bono de acreditación, fue cancelado en su totalidad a la Coordinadora de Campos Clínicos. Una vez conseguida la acreditación, el profesor indicó que no se le había pagado el primer mes y, pese a ser informado en reiteradas oportunidades por mi parte, y estando al tanto el Jefe de Remuneraciones, la Vicerrectoría Académica nunca regularizó dicha situación. Por tanto, resolver dicha situación excedía mis facultades como Director.

4.- Se me acusa sin pruebas de haber realizado declaraciones fraudulentas y adulterar información personal. Otra falsedad y posiblemente la más grave. Todos los informes de acreditación son leídos y releídos por otras autoridades, como por ejemplo Vicerrectoría Académica y el encargado de los procesos de acreditación de la Universidad. El informe económico presentado por la carrera fue confeccionado por la Vicerrectoría de Administración y Finanzas y se encuentra en el informe de autoevaluación. Más aún, los Directores de Escuela, no teníamos atribuciones para manejos financieros, por tanto, no se ha cometido ningún fraude, como menciona dicho profesor. Tampoco se“adulteró”algún documento, por cuanto estos -en que todos docentes de planta trabajaron-, fueron los presentados ante la CNA. De hecho el mismo docente participó hasta el último momento de la impresión en papel del documento que fue presentado para la acreditación de la carrera. Toda la información presentada era la vigente en ese momento y era respaldada por las distintas autoridades de la Universidad, llámense éstas Rector, Vicerrectoría Académica, Vicerrectoría de Administración y Finanzas y encargado de los procesos de Acreditación.

5.- El académico menciona que se le asignó el cargo de “Coordinador de Segundo Nivel Curricular”, el que nunca desempeñó y que se le asignaron horas de investigación que no realizó. Al respecto, debo señalar que todos los contratos de planta eran “contratos docentes” y luego las escuelas definían actividades administrativas, en acuerdo con el organigrama de funcionamiento de cada escuela.Hacer labores de Coordinación de nivel, no representaba un cargo, era una actividad administrativa, que por lo demás era bastante básica y la cumplía siendo profesor del nivel correspondiente. En cuanto a las horas de investigación la Carrera de Kinesiología estaba cumpliendo con un derrotero el cual aparece muy bien detallado en el informe de acreditación (Léase Criterio 3: Efectividad del proceso enseñanza aprendizaje. Punto J: Investigación).Parte de la jornada del docente aludido era dedicada a cumplir con ello, pues terminó siendo el docente a cargo del “Laboratorio de Biomecánica”. Luego, desconocer que no hacía esa actividad es negar lo que él mismo hacía en la Escuela de Kinesiología.

Señor director, como puede ver, todas las imputaciones son absolutamente falsas e injustamente enlodan una trayectoria que he construido de forma intachable por casi 25 años. Por tanto, exijo de vuestro medio, al cual respeto por su visión crítica, una rectificación ya que, antes de publicar debió tener mi versión de los hechos como amerita un periodismo serio, responsable y ético.

Atte.
Marco San Martín Avello
Kinesiólogo Universidad de Chile.
Magister en Educación y Gestión en Educación Superior

Stgo. 21 de enero 2019.

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