Gobierno decidió no renovar estado de excepción en zona afectada por incendios en Biobío y La Araucanía

El gobierno decidió ayer sábado no renovar el estado de excepción que hace dos meses había decretado para las regiones del Biobío y La Araucanía, en el sur del país, a raíz de los incendios forestales que afectaron a esa zona.

El estado de excepción constitucional decretado por el Ejecutivo permitió que los militares se hicieran cargo de la seguridad y el mantenimiento del orden en las zonas afectadas

El intendente del Biobío, Jorge Ulloa, indicó que el presidente Sebastián Piñera resolvió no renovar la iniciativa establecida en los últimos 60 días.

“El resultado ha sido satisfactorio respecto de lo que han sido los controles (de los militares) hasta aquí. La temporada (período estival), claramente, está llegando a su fin”, aseveró Ulloa.

El estado de excepción o catástrofe fue declarado el pasado 5 de febrero a raíz de los incendios forestales que dejaron al menos tres muertos, cerca de un centenar de viviendas destruidas, varias decenas de damnificados y una vasta superficie de vegetación arrasada.

En la región del Biobío la Fiscalía analizó el origen de varias decenas de incendios ocurridos desde el inicio del verano (21 de diciembre) por sospechas de que hayan sido provocados de forma intencional.

Ulloa manifestó la utilidad de esta medida al comentar a los periodistas que esta permitió el movimiento mucho más libre del personal de las instituciones de la Defensa Nacional, que llegaron a colaborar.

“De hecho nos sirvieron mucho, para ayudar a controlar los incendios, a extinguirlos”, enfatizó.

En la misma línea, el Intendente de la región de La Araucanía, Jorge Atton, informó que tras la decisión presidencial el personal del Ejército se está retirando de la zona.

A nivel nacional, según datos de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), en la temporada se registraron 5.237 incendios forestales, un 5 % más que a igual fecha del año pasado, mientras la superficie afectada llega a 66.111 hectáreas de cultivos agrícolas y bosques, un 90 % más que el anterior año.