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17 de Septiembre de 2019

Constanza Valdés: “La invisibilización de las lesbianas se ha dado en todos los ámbitos, incluso en las organizaciones LGBTI”

Gentileza de Constanza Valdés

La abogada y codirectora de Abogadas Feministas de Chile asegura que la comunidad lésbica se ve enfrentada a una carencia legislativa y de reconocimiento y que esto ha repercutido en el trato social que se le da a la mujer lesbiana.

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“Vivir como lesbiana en Chile es estar sujeta al olvido y al estigma, a la desvalorización humana y la opresión sexual. La lesbiana es una figura desconocida e imposible, porque cómo poder existir si no es con un hombre al lado”, dice de partida Constanza, quien se apasiona al plantear sus ideas y sube el tono de voz.

Su posición de mujer trans y lesbiana le ha dado, en sus 28 años de vida, experiencia necesaria para identificar a los culpables de esta realidad.

¿Cómo es la situación actual de la comunidad lésbica si la comparas hace diez años atrás?

-Ha mejorado en distintos ámbitos, pero no en su totalidad. Hace diez años no contábamos con una Ley Antidiscriminación, que se centra en la discriminación por orientación sexual. Tampoco teníamos la sentencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que condenó a Chile por el caso Karen Atala, jueza a quien se le quitó la tuición de sus hijas por tener una pareja mujer. Pero no hemos tenido avance en cuanto a derechos de filiación, garantización de la adopción lesbomaternal y en la violencia de género que sufren actualmente las lesbianas y bisexuales. Para contextualizar esto: actualmente el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género no considera dentro de sus políticas públicas a las mujeres lesbianas y esto es porque no entienden que sufren una doble discriminación: por su identidad de género femenina y por su orientación sexual lésbica. Hay menos discriminación y una mayor aceptación que hace diez años, pero, lamentablemente, eso no se ha traducido en la aceptación de las mujeres lesbianas. Todavía siguen siendo objeto de deseo, fantasía sexual y no se han incluido completamente en las políticas públicas sobre igualdad y no discriminación.

¿Crees que existe una erotización de parte de la sociedad a la figura de mujer lesbiana?

-Completamente. De hecho, si nos metemos al buscador de Google y ponemos “mujer lesbiana” o sus derivados, uno de los primeros resultados serán páginas pornográficas. Ese ejemplo demuestra que las mujeres lesbianas están completamente erotizadas y son objeto del deseo sexual, particularmente de los hombres. Cuando a una mujer lesbiana le gritan en la calle, son improperios que se relacionan con lo sexual. Eso ayuda a entender que el trasfondo es que la mujer lesbiana al no estar como un “objeto” de dominación del hombre, tiene mayor reproche en esta sociedad machista, en donde se entiende que las mujeres deben estar al servicio del hombre, con un él y no con una ella. Existe un deseo sexual que gira en torno a las mujeres y eso también se ve reflejado en la invisibilización que se le da a las lesbianas y bisexuales. Cuando se habla de mujeres lesbianas, se piensa en mujeres con un cuerpo muy normativo, bonitas, según los estándares de belleza tradicional y cuando una lesbiana no cumple con estos ideales, es completamente rechazada y reprimida, demostrando que la mujer lesbiana solo existe cuando es el objeto de deseo sexual del hombre.

TERRORISMO LÉSBICO

¿Cómo crees que ha sido la labor de los medios a la hora de cubrir hechos relacionados con la comunidad lésbica?

-Los medios no han agarrado bien estos asuntos. Solo se ha visibilizado a la lesbiana bajo el contexto de ataque lesbofóbico, hechos de discriminación y no analizando el punto de vista de la realidad de las mujeres lesbianas en el ámbito de salud, educación, trabajo. No hay un análisis más integral. En cuanto a ataques lesbofóbicos, ha faltado hablar sobre que esto es violencia de género de la que son víctimas lesbianas, bisexuales y mujeres trans. En este sentido, los medios no han tomado bien los casos, han sido cómplices de la invisibilización y eso también se ve en que no hacen notar a las voceras lésbicas cuando hablan de estos temas. Invitan a hombres a opinar, los típicos voceros de los movimientos homosexuales y falta la opinión de las agrupaciones lésbicas, mujeres que llevan más de 15 años trabajando, con eso se ven las problemáticas en cuanto a legitimidad y representatividad de la comunidad lésbica, otro tema que no han abordado los medios.

Y en cuanto a los crímenes de odio, desde el de Mónica Briones hasta el ataque a Carolina Torres ¿ha cambiado la postura del sistema judicial a la hora de investigar?

-No existe una perspectiva de género en la investigación de los delitos y eso lleva a que no haya una de diversidad. De hecho, el asesinato lesbofóbico y feminicidio de Mónica, los motivos que se han indagado son en torno a su orientación sexual, fue un feminicidio lesbofóbico, y después en todos los casos que se vienen dando: el de Nicole Saavedra, Carolina Torres, quien por suerte no falleció, el de Susana Sanhueza y tantos otros, efectivamente ha habido fallas tanto por parte de fiscales, como de la Policía de Investigaciones, Carabineros. Se necesita una perspectiva de género en el análisis de estos delitos, porque el motivo no fue que las quisieron asaltar ni algo así. Fue por un odio en base a su orientación sexual y esos motivos, tienen un accionar de manera distinta: el actuar con ensañamiento, que les hayan propinado más de 15 puñaladas, la tortura.

Recién ahora el Ministerio Público está levantando un observatorio en contra de crímenes LGBTI, pero si eso se basa en tener estadísticas (efectivamente no existen para esta materia), no va a servir de mucho. Solo tendremos datos para decir: “Hay 40 femicidios lésbicos” y eso no sirve de nada si no cambian las políticas públicas y la legislación.

¿El trato de los medios y el gobierno hacia la comunidad lésbica ha afectado el trato social que se le da?

-Efectivamente, los gobiernos no han tenido un tratamiento efectivo ni real hacia la realidad de las mujeres lesbianas. Siempre ha existido una invisibilización de la lesbiana en el debate, que está siempre pensado en hombres homosexuales, por ejemplo: el libro “Nicolás tiene dos papás”, no es casual que se haya retratado una pareja homosexual de hombres y no una lésbica con un hijo. Además, el gobierno tiene una educación pobre en el ámbito sexual y de diversidad, en la que nuevamente se piensa mayoritariamente en el hombre homosexual y no en las lesbianas.

La invisibilización de las mujeres lesbianas se ha dado en todos los ámbitos, el gobierno siempre ha pensado que son las migajas que van quedando. Por ejemplo: en el proyecto Ley de Matrimonio Igualitario, uno de los redactores del proyecto dijo que se incorporarán las técnicas de reproducción asistida para las mujeres lesbianas y que esto sería como un guiño, o sea es una especie de regalo político. En ningún momento pensaron en hacer un proyecto de ley que no solamente regule el matrimonio igualitario sino que también la filiación de parejas lesbomaternales que actualmente tienen hijos. De acuerdo con una encuesta de Rompiendo el Silencio, entre el 75% y 80% de las mujeres lesbianas que tienen un hijo, éste proviene de una relación heterosexual pasada y ocurre que en caso de que la madre biológica muera y aunque el niño no tenga una relación con su padre y haya sido criado por la otra madre, ella no tiene ningún derecho sobre él. Ningún gobierno se ha hecho cargo efectivamente de esta realidad y en cuanto a la violencia de género, nunca se ha pretendido incorporar a las lesbianas, bisexuales y trans.

HOMOPATRIARCADO

En cuanto a las organizaciones que buscan la representatividad de la comunidad LGBTI, ¿qué rol han desempeñado con la comunidad lésbica?

-Las organizaciones tradicionales no han cumplido bien su trabajo. Es muy común que solo sean hombres a la hora de discutir sobre adopción, antidiscriminación, matrimonio igualitario. Ese actuar invisibiliza a las mujeres lesbianas. Ellos no conocen la realidad de ellas ni están dispuestos a ceder espacios de poder, de vocería a lesbianas que tienen mayores conocimientos del tema y una vivencia concreta. Es claro que eso impacta en la manera de ver las cosas. Lo personal es político y es por eso que necesitamos una representatividad particular en este ámbito y, en ese sentido, las organizaciones tradicionales han fallado. Las organizaciones más disidentes como Rompiendo el Silencio y Visibles, entre otras, siempre han tenido una postura mucho más crítica y se han distanciado de los acuerdos a los que llega el gobierno.

Existe un homopatriarcado al interior de las organizaciones tradicionales, lo cola no te quita lo misógino. Eso ha provocado que no haya una relación necesaria con las lesbianas y eso sucede porque no entienden la realidad y también porque no quieren perder el nicho de poder.

¿Por qué crees que la figura femenina se ha visto invisibilizada en estos movimientos?

-Tenemos que entender que es un movimiento mayormente visibilizado por hombres. Esto no quiere decir que ellos hayan hecho todo el trabajo, pero los medios de comunicación han tenido su foco en los hombres homosexuales. Por esto, al ver debates de búsqueda de derechos LGBTI, siempre la alusión es en base al hombre homosexual: ellos adoptan, se casan. Esto ha hecho que la comunidad gay se haya visibilizado y que haya ido adquiriendo el protagonismo en una lucha más amplia, donde hay muchas más personas.

¿Cómo consideras que es la resistencia lésbica actual?

-Ha crecido desde el primer colectivo Ayuquelén. Paulatinamente, se han ido integrando más colectivos, organizaciones. La resistencia lésbica se ha generado en base a redes de protección, de apoyo y contactos, que van más allá de, por ejemplo, la incidencia en ciertos debates públicos, los cuales son llevados por hombres homosexuales. Las organizaciones de mujeres lesbianas y bisexuales no tienen el mismo financiamiento que otras organizaciones, ni la misma cantidad de personas, pero sí cuentan con el conocimiento de que son invisibilizadas y que no se les han entregado las oportunidades para avanzar.

¿Cuáles crees que son las principales urgencias al interior de la comunidad lésbica?

-Tienen que ver con la prevención de la violencia de género hacia las lesbianas, ahí se ve involucrada la física (ataques lesbofobicos, violaciones correctivas) y psicológica, también. La necesidad de realizar políticas, por ejemplo, con la derechos de filiación -en este sentido no me refiero solo al matrimonio igualitario y la adopción homoparental-. Es necesaria la garantización y regulación de las técnicas reproducción humana asistida para dos mujeres, que una madre pueda reconocer el hijo o hija de la otra madre, cuando no tiene una paternidad determinada. Necesitamos avanzar en esta agenda y también incluir en ella la prevención de la discriminación hacia las lesbianas, las reformas necesarias a la Ley Zamudio, ya que tiene una normativa a la que puedes acceder si tienes dinero, el tema de la justicia es un tema económico complejo y es por eso que vemos mayor cantidad de casos de hombres homosexuales que acuden a esta ley que mujeres lesbianas, bisexuales y trans.

* Este trabajo forma parte de una serie elaborada por alumnos del ramo Entrevista dictado por Alejandra Matus en la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales.

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