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Actualidad

14 de Octubre de 2019

“El huevón me sacó la cresta”: Pepe Auth contó cómo fue el día que cambió su vida para siempre

En una entrevista, el diputado relató sus aptitudes para el fútbol y confesó que "perder una pelea a combos en el colegio fue decisivo en mi vida".

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El diputado, Pepe Auth, contó que uno de sus sueños frustrados cuando niño era haber sido futbolista.

En conversación con La Segunda, el legislador relató que “no es que fuera tan bueno, pero era muy goleador. Era un 9. Tengo la virtud de pegarle con las dos piernas, hago goles de hombro, muslo, taco, de cabeza”.

“Había un amigo que decía que yo desafiaba la ley de gravedad porque me iba cayendo y hacía un gol. Mi especialidad era la volea. Cada día me resulta menos, pero de repente veo venir una pelota de lejos y le pego. Soy de los mejores goleadores que conozco“, dijo sin atisbo de modestia.

Auth explicó que su hermano Patricio “se creía mi mánager. Creía que yo tenía futuro”, pero que su sueño se frustró cuando su familia se mudó de Santiago a Magallanes.

“Venía de Santiago, y era bueno para los combos, y me las sabía todas. Llegué de nueve años y no tenía restricción alguna, porque a ningún papá se le ocurría pensar que te van a asaltar o te vas a perder. Era un pueblo muy pequeño y rodeado por la pampa”, relató.

Sin embargo, su fama de buen peleador decayó cuando ingresó al Internado Barros Arana (INBA). “Mis compañeros, igual que yo, estaban acostumbrados a ser el mejor del curso, el mejor para la pelota, y cuando llegas son todos iguales, lo que es un choque”, narró.

En una de esas experiencias, culpó a un compañero del robo de un blue jeans y se desafiaron mutuamente a solucionarlo mediante los puños. “Rápidamente, se armó un círculo y los dos al medio. Te prometo que no le pude pegar ningún combo“.

“El huevón boxeaba como profesional. Era hijo de una mujer que regentaba un prostíbulo, y ella estaba casada con un exboxeador, el que le había enseñado a este cabro. Y este compadre entraba, me pegaba y salía. Yo peleaba como se peleaba en el barrio, con todo, ciego. Y este huevón me sacó la cresta. Y ahí me convertí en intelectual“, relató.

Auth concluyó que “decidí no pelear nunca más. Siempre les digo a mis hijos que perder una pelea a combos en el colegio fue decisivo en mi vida. Probablemente no me habría orientado hacia el estudio si no hubiera tenido un castigo físico así”.

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