Mira en exclusiva el tráiler y afiche de “El Estreno”, la última película del chileno Alejandro Fernández Almendras

El mundo de un joven director de teatro en un pequeño pueblo checo se derrumba luego de que decide realizar su sueño: adaptar una ambiciosa obra basada en el clásico de Eurípides, Fedra. Durante los ensayos pierde a sus dos actores principales y se enamora de una joven actriz, Karolina.

La tensión en su hogar crece. No es esposo ni padre presente. Y para peor, la municipalidad lo amenaza con cortar sus fondos por el contenido político de la obra. El día de la premiere llega y nuestro protagonista, abandonado por sus dos mujeres, desesperadamente trata de salvar su obra. Sin embargo la obra es un fracaso. Devastado, recolecta las últimas piezas de su vida, pero, ¿es demasiado tarde?

De esto se trata “El Estreno”, la última película de Alejandro Fernández Almendras, grabada íntegramente en Chequia y la primera del director nacional hablada en un idioma extranjero y grabada fuera de Chile.

Una de las almas creativas tras “Matar a un Hombre”, relata que la génesis de este nuevo film se dio en “uno de los muchos viajes que he realizado a varias ciudades y pueblos de la República Checa en los últimos dos años. En uno de estos viajes pude ver en un pequeño teatro de pueblo una obra que me hizo pensar en la posibilidad de un director que tratase de convencer a los funcionarios de la ciudad de la necesidad de hacer un trabajo de mucha mayor ambición artística”.

En este sentido Fernández Almendras explica que “este tema de la creación, de las vacilaciones y miedos de la creación, me parece que es una reflexión importante a la hora de pensar no solo en el cine, sino también en todas las artes, pues me parece que enfrentar este miedo implica correr el riesgo de equivocarse, riesgo que proviene de tratar de hacer algo en lo cual no existen certezas y donde uno puede esperar encontrar cosas nuevas”.

El director chillanejo manifiesta que es importante “hacer películas que nazcan desde motivaciones internas muy fuertes. Sean estas políticas, como en el caso de mis dos anteriores películas, Matar a un Hombre y Aquí no ha pasado nada, o sean personales y profesionales, siento que es responsabilidad del director, del creador, hablar de algo que signifique un grado de cuestionamiento de la realidad, de uno mismo, una mirada en la cual más personas se pueden sentir reflejados a partir de la honestidad, humildad y candidez con que se realiza”.

El también periodista además de hombre del cine, cuenta que “bajo una apariencia simple, de un drama doméstico con toques de comedia, la película esconde una reflexión que por muchos años he querido plasmar respecto de una serie de temas muy íntimos, en lo que espero que los espectadores se vean reflejados, sino en todos, en al menos algunos momentos que espero justifiquen la experiencia”.