Casi 100 mil bombas lacrimógenas: las cifras de los recursos que ha utilizado Carabineros durante la crisis y que reforzaron con reciente compra en Brasil

Los más de 40 días de manifestaciones en nuestro país han arrojado cifras que no dejan de sorprender. Esta vez fue el caso de los recursos que ha ocupado Carabineros durante la crisis.

Según informa La Tercera, la institución de orden publico acumula hasta ahora las siguientes cifras:

-6.100 eventos violentos.

-161.894 cartuchos de escopeta utilizados.

-98.223 bombas lacrimógenas calibre 37.

-18.032 granadas de mano.

Por ello, según detalla dicho medio, la institución realizó una compra “express” en Brasil ante el agotamiento de los elementos que utiliza en sus intervenciones a lo largo del país.

El alto uso de las bombas lacrimógenas, que alcanzan casi las 100.000 unidades en los datos de la Dirección Nacional de Orden y Seguridad a los que tuvo acceso La Tercera, con estadísticas del uso de dichos elementos hasta el pasado 24 de noviembre, deja patente el despliegue de la fuerza policial.

Por ello, a fines de noviembre, se realizó dicha compra en Brasil, por lo que se ha instruido a las prefecturas policiales cómo deben ser usados estos nuevos elementos.

“Conforme a nueva adquisición a la empresa Condor S.A – Brasil, del cartucho CS GL-202, proyectil único y CS GL – 203-T, proyectil triple, se solicita a esas altas reparticiones, reiterar las siguientes instrucciones“, dice la guía enviada por la Dirección de Logística de Carabineros.

Ahí se especifican tres puntos:

1) Sobre la técnica de disparo: “Siempre en forma angular, de parábola o indirecto, considerando que el cartucho lacrimógeno CS, necesita espacio y tiempo para expulsar la cápsula”, dice el documento.

2) La dirección del disparo: “No se debe efectuar disparos haciendo rebotar el proyectil para proyectarlo hacia la multitud, debido a que la dirección y velocidad será distinta a la deseada por el tirador“, agrega.

3) Contexto: “Debe ceñirse conforme a instrucciones, cuando su utilización tienda en forma efectiva a la consecución del objetivo deseado, que no es otro que disolver manifestaciones que no sean pacíficas y a la gradualidad como protocolo sobre el uso de la fuerza“, finaliza.