La trastienda de los cientos de despidos en la Municipalidad de Providencia

X. (51) es jefa de hogar, tiene dos hijos menores de edad, arrienda un departamento pequeño y actualmente está armando canastas con huevos de chocolate para vender entre sus vecinos, amigos y familiares. Hasta las 9 de la mañana del miércoles 8 de abril cumplía labores para la Biblioteca Municipal de Providencia, pero una llamada de la encargada de sede la desconcertó. Era una de los 45 trabajadores a honorarios despedidos de la Red de Bibliotecas de la comuna. Tras cinco años laburando a tiempo completo, está desempleada sin mayores explicaciones, finiquito, indemnizaciones ni opción a optar al seguro de cesantía. Así como ella, cerca del 40% de los trabajadores chilenos boletea sin recibir beneficios laborales. 

“No sé qué voy a hacer. Obviamente voy a tener que priorizar por alimentarnos. Voy a tener que salir a trabajar como sea, con pandemia y todo. Nos botaron a la calle y dejan de manos amarradas porque sabemos que no vamos a encontrar trabajo. Es muy complicado todo porque se juega la vida en esto”, cuenta angustiada. 

Con solo un computador en su hogar, X. había sido reasignada a nuevas labores administrativas. “Hasta hace unos días atrás nos pidieron teletrabajo de la Biblioteca y yo no puedo creer que esto lo decidieron de un día para otro. Nos estaban pidiendo pega, nos pidieron hacer reseñas de libros. No entiendo el nivel de frialdad. Ni siquiera nos dieron la opción de trabajar de otra manera o de reducir un poco el sueldo. No hubo una conversación. Somos invisibles. Nosotros trabajábamos atendiendo público de tercera edad, adultos y estudiantes, conocemos más que nadie a muchos de los vecinos de Providencia. Sabíamos sus necesidades en un espacio que también se fue abandonando y lo fueron dejando. La cultura en Providencia no se abandonó de un día para otro, fue mucho tiempo ya”.

P. fue despedido del Café Literario del Parque Bustamante tras cuatro años trabajando allí. Luego del incendio que afectó en febrero al espacio cultural, las autoridades habían asegurado de palabra los puestos laborales y sueldos para el 2020. Sin embargo, recibió el miércoles el anuncio del despido en la voz de Patricia Benavides, Jefa del Departamento de Bibliotecas de Providencia. “Estamos esperando las medidas del gobierno para la gente que boletea, pero habrá que buscar el ingreso donde sea. Aquí hay gente joven pero también gente con familia e hijos. Está complicado el drama que hay detrás, porque ahora no hay oportunidades de trabajo, está todo parado”, dice P.

AMENAZAS

Desde el miércoles no han cesado los despidos y según cuenta Manola Pérez, vocera de los trabajadores desvinculados y ex Encargada de la Biblioteca al Aire Libro de Plaza Las Lilas, los 45 despidos corresponden al 80% de la red bibliotecaria comunal. 

“Los que quedaron con trabajo son cinco personas de planta y cinco personas que también están a honorarios que cumplen labores administrativas (Informática y Análisis de Documentación de Libros). Nosotros somos encargados de sedes, áreas culturales, áreas audiovisuales, préstamos y atención de público. Somos los funcionarios y todos nosotros llevamos más de un año trabajando con boleta, nunca se nos ha hecho un contrato tal y como corresponde para las obligaciones que hemos tenido. Esto quiere decir que cumplimos un horario de trabajo, tenemos un lugar de trabajo establecido, ocupamos uniforme, incluso. Tenemos responsabilidad y jefes directos a quien le respondemos órdenes y nunca hemos tenido un contrato de trabajo”, indica.

La alcaldesa de Providencia y ex Ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, abordó los despidos en el matinal Bienvenidos y especificó que en la red bibliotecaria “queríamos que funcionara el sábado o el domingo. Muchas personas eran estudiantes, les dábamos la oportunidad para hacer esos horarios (extensión horaria), y tuvimos que cortar. No son personales full time, son personas que hacían labores específicas”.

Mediante un comunicado, los afectados denunciaron que la excusa para el despido es el déficit que ha estado acarreando el municipio desde octubre del 2019 y que la problemática se ve acentuada por el contexto de pandemia provocada por el coronavirus.

Además, Manola detalla que las justificaciones en cada una de las nueve sedes de la red bibliotecaria serían diferentes e incluso habrían sido amenazados. “El despido es absoluto y se nos notificó por teléfono. Los llamados fueron de varias personas. Como trabajamos en distintas sedes teníamos distintos jefes y ahí hubo versiones dispares. Nada de esto corresponde a una sola versión unificada de la Directora de la Red de Bibliotecas, por ejemplo. No hay una declaración por parte de ellos que sea coherente con el relato que se nos ha entregado a todos. Se nos dijo que nos iba a llegar en las próximas semanas  una carta certificada a nuestros domicilios y que si queríamos ser recontratados, cuando volvieran a abrir las bibliotecas, no podíamos demandar por despido injustificado. Está esa amenaza de por medio”.

Los jefes de sedes les dijeron a sus trabajadores que las bibliotecas abrirán, eventualmente, a final de año. En tanto, Evelyn Matthei afirmó por televisión que quizás la apertura de los recintos sea en 24 meses más.  

Desde el municipio, aseguraron a The Clinic que pasada la pandemia, los más de 120 profesores talleristas serían reintegrados a sus funciones a la comunidad dependiendo de las condiciones sanitarias. En tanto, recalcaron que hacen “todos los esfuerzos posibles” por no despedir personal y que muchos trabajadores “fueron distribuidos a otras labores” en torno a la emergencia, como la entrega de vacunas y mascarillas. 

En diciembre ya habían sido despedidas más de una decena de personas de la red de bibliotecas por las cierres de entidades municipales provocados por el estallido social: dos de las nueve sedes culturales fueron vandalizadas en los últimos meses.

SORPRESA EN EL CONCEJO MUNICIPAL

El abogado y concejal Pablo Jaeger (DC), lamentó los más de 285 despidos provocados en la comuna. “El tema me tiene muy preocupado. Creo que la Municipalidad podía haber hecho otro tipo de esfuerzos, haber evitado otro tipo de gastos y evitar tener que despedir gente. Es gente que queda en una situación desvalida y cruel. Lo que yo estoy haciendo es tratar, en lo posible, que estas decisiones puedan ser revisadas, y en lo posible, puedan quedar sin efecto hasta que en concejo podamos analizar en detalle los gastos que se pudieran ahorrar. Pero en esto, tengo que reconocer, son decisiones que puede tomar la alcaldesa sin preguntarle al concejo. Lo único que puedo hacer es opinar y fiscalizar a la alcaldesa y decirle que no estamos de acuerdo”, dice y advierte “de todos modos es ella quien toma las decisiones”. 

Según Pablo Jaeger, en la reunión de concejo del martes 7 de abril, la alcaldesa habría informado que la Municipalidad de Providencia, dada la situación sanitaria del país, enfrentaría una reducción importante en los ingresos. Por lo mismo, se revisarían las asignaciones presupuestarias y quedaría pendiente esa decisión. “Todo esto es muy sorpresivo. Esa comisión aún no se realiza, lo más probable es que sea el próximo martes. Yo no me explico por qué la alcaldesa ha tomado este tipo de decisiones de despedir gente sin que el concejo previamente haya podido manifestarse sobre el tema. El concejo no fue consultado al respecto”.

The Clinic consultó al municipio por las medidas, y a través de su departamento de prensa dijeron que no se referirán al tema. De todos modos aseguraron que no continuarán con los talleres asignados para el área de Cultura, Deportes y Tercera Edad, y que durante los próximos días seguirán notificando nuevos despidos.