De bandanas a mascarillas de culto: cómo el uso de nanopartículas de cobre llevó a una pyme a las grandes ligas

Loreto Espina hace seis años ideó Bandalic. Ella venía del retail, donde trabajó por 12 años en distintas marcas como diseñadora de vestuario. Aburrida de esa vida y de tener que trabajar para otros, le propuso a su amiga Estefanía Segovia formalizar su marca en 2018 y transformarla en una pyme de diseños originales y exclusivos para bandanas. Actualmente funcionan con tienda en el Drugstore y a través del sitio web Bandalic.cl 

“La bandana para mí es la semilla de una marca. Nosotros hacemos colecciones de culto: hago un diseño en un color y no lo vuelvo a repetir. Además le hemos dado un vuelco a la bandana y ha prestado este soporte para que otros artistas muestren su arte en este formato”, cuenta Espina. Y así es. A la fecha ha colaborado con artistas, tatuadores e ilustradores como Tomás Ives, Max Puga, Delettering, Esteban Isaacson, Mythpress, entre otros.

Previo a los estragos del coronavirus en Chile, Segovia decidió independizarse, pero Espina perseveró: “Al principio con la pandemia dije: aquí se me fue todo a la cresta”, comenta.

Continuó trabajando, esta vez explorando un nuevo accesorio: mascarillas con materiales de cobre antibacteriano. “Hasta ese momento tenía todo mi stock de bandanas para marzo, abril y mayo. Ocurrió la pandemia y dije: hay que convertirlas en mascarilla. Las complementé con una tela de cobre que tenía guardada y las hice. Tuve la suerte de que se vendieron en una semana”, cuenta.

Cuando se le acabó el stock y también la tela de cobre, pensó en cómo higienizar su producto. En pleno encierro y mirando un cojín con estampado dorado, se preguntó qué pasaría si aplicara a sus productos partículas de cobre. “Lo intenté y compré nanopartículas en polvo y las mezclé con pintura. Fue un fracaso porque me quedó grumoso. Quise insistir en la idea y llamé por teléfono a Julio Schultz, dueño de Industrial Nano. Él creyó en mi propuesta y me patrocinaron para poder crear estampados con nanopartículas de cobre creando un producto 100% para mí, para Bandalic”, dice.

A raíz de eso, Loreto, además de sus productos de culto, vende telas con nanopartículas de cobre a grandes empresas.

En plena crisis económica, Loreto Espina y su marca Bandalic, parecen ser la excepción. El auge de las mascarillas y su giro con las nanopartículas le dio un plus que no se imaginó. “Hoy estoy vendiendo un 80% más de lo que vendía pre pandemia y eso tiene que ver con que ahora grandes marcas me hacen pedidos de tela con propiedades antibacterianas”, dice a The Clinic orgullosa.

Aunque su tienda sigue cerrada como resguardo por la pandemia. Bandalic, a través del sitio está sacando mascarillas, bolsos, bandanas y billeteras con nanopartículas. Además, abrió otra marca que donde trabaja junto a mujeres de la cárcel para fabricar telas de cocina higienizadas.

Actualmente dice, este giro a la nanotecnología y a las mascarillas específicamente ha potenciado clientes antiguos como Harley Davidson y la llegada de otras grandes marcas. “¿En qué estoy hoy?, pese a la contingencia, moviéndome más que nunca”, cierra.