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Reportajes

13 de Agosto de 2020

El solitario regreso a clases del ministro de Educación

Foto: Agencia Uno

Se habla de un empecinamiento suyo por reactivar las clases presenciales. En el oficialismo y la oposición lo califican como terco y obcecado. Pero Raúl Figueroa se defiende subrayando que su plan está diseñado sólo para cuando las condiciones sanitarias se den. El Colegio de Profesores y la mayoría de los alcaldes se oponen rotundamente, mientras el Minsal se exime de promover un retorno donde el virus todavía esté latente. El punto es si las grandes ciudades volverán este año a clases o no, ante lo que el ministro insiste: “No me puedo cerrar a esa posibilidad”.

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El 5 de mayo pasado, el Ministro de Educación Raúl Figueroa recibió en forma presencial a representantes de la Conferencia Episcopal en su oficina. Eran las 15.30 horas. Según consta en el registro de audiencia en Transparencia, quienes visitaron al ministro se encontraban preocupados por el camino de la judicialización que han tomado apoderados y centros de padres en contra de establecimientos de sus congregaciones. También por reclamos al Sernac y denuncias ante la Superintendencia de Educación por supuestos incumplimientos de contratos en las prestaciones de servicios de colegios. 

La reunión duró una hora y, según explicita el registro, el ministro Figueroa escuchó los reclamos y tomó nota de la situación que afecta a los colegios en el marco de la pandemia. Tras eso ha señalado internamente que la justicia ha resuelto esos casos a favor de los colegios.  

Desde que asumió en febrero pasado en reemplazo de Marcela Cubillos, al ministro Figueroa le tocó lidiar con los efectos de la pandemia en Educación, como la que expuso en esa reunión la Iglesia. Y a poco andar, desde abril, su labor tomó un sello que hoy lo caricaturiza como un ministro terco y obcecado: diseñar el retorno a clases. 

Su insistencia en promocionar ese plan se materializa en apariciones mediáticas frecuentes donde se ve al ministro señalando cómo debe ser este regreso. Según explican en Mineduc, Figueroa ha sostenido alrededor de un centenar de reuniones para impulsar ese tema. 

Desde que asumió en febrero pasado en reemplazo de Marcela Cubillos, al ministro Figueroa le tocó lidiar con los efectos de la pandemia en Educación, como la que expuso en esa reunión la Iglesia. Y a poco andar, desde abril, su labor tomó un sello que hoy lo caricaturiza como un ministro terco y obcecado: diseñar el retorno a clases.

Mientras el Colegio de Profesores critica abiertamente el énfasis de Figueroa sobre el retorno a clases, parlamentarios, alcaldes y hasta el Minsal han preferido tomar distancia de promocionar explícitamente un regreso este año. 

“El ministro está actuando contra el sentido de la ciencia y contra el sentido de la salud pública”, opina el senador PPD, Guido Girardi. “Está en la misma lógica de Trump de querer forzar un escenario que no tiene fundamento porque no hay ningún fundamento científico para señalar que en aquellos lugares hiper poblados como son la región Metropolitana, Valparaíso, Coquimbo y Biobío, haya posibilidad de abrir los colegios”. 

Desde el Minsal se fijó una postura general  de determinar que mientras una comuna no alcance la fase 4 del plan Paso a Paso, no podrá pensar en un retorno a clases. Sin embargo, el Colegio de Profesores espera que eso se alargue un paso más allá y solo sea posible en fase 5. Hoy existen cinco comunas con colegios funcionando, que incluye a un total de 2.058 niños en clases, en cuya estadística el Minsal reporta cero rebrote y el 97% de asistencia. 

“El ministro está actuando contra el sentido de la ciencia y contra el sentido de la salud pública”, opina el senador PPD, Guido Girardi. “Está en la misma lógica de Trump de querer forzar un escenario que no tiene fundamento porque no hay ningún fundamento científico para señalar que en aquellos lugares hiper poblados como son la región Metropolitana, Valparaíso, Coquimbo y Biobío, haya posibilidad de abrir los colegios”.

FOTO REFERENCIAL. Créditos: Agencia Uno

Pero para Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores, el punto no es en aquellos lugares donde no se concentró el mayor contagio de Covid-19, sino que las grandes ciudades. En ese sentido cree que ayudaría a aplacar la incertidumbre que el Minsal dijera abiertamente que en lugares como ésos no se volverá a clases presenciales este año. “Eso ayudaría, porque esto de querer forzar a volver desde abril genera mucha incertidumbre en la comunidades escolares. Y ayudaría también a cambiar el foco”, dice el dirigente. A su juicio, lo que él cataloga como empecinamiento por parte del ministro para retornar a clases, no es otra cosa que un gallito personal. “Creo que a esta altura pareciera que es como un gallito personal, muy en el estilo piñerista de esto de los winner de decir que me doblan la mano o que no me dejan hacer lo que yo quiero”, agrega Aguilar.

Desde el oficialismo se subraya, en tanto, que la idea que el ministro Figueroa está planteando no incluye un retorno inmediato. Así lo piensa el exministro Segpres, hoy senador designado e integrante de la Comisión de Educación, Claudio Alvarado, quien opina que esta es una polémica artificial: “Es una polémica artificial porque siempre se ha hablado que un eventual retorno a clases debe ser seguro, voluntario, de común acuerdo con la comunidad educativa y gradual. Por lo tanto, se va a dar en el tiempo cuando todas las condiciones sanitarias se garanticen”, dice. 

A su juicio, lo que él cataloga como empecinamiento por parte del ministro para retornar a clases, no es otra cosa que un gallito personal. “Creo que a esta altura pareciera que es como un gallito personal, muy en el estilo piñerista de esto de los winner de decir que me doblan la mano o que no me dejan hacer lo que yo quiero”, agrega Aguilar.

En misma línea, la exministra de educación Mariana Aylwin -quien se reunió en abril pasado junto a otros exministros de Educación con Figueroa-, no cree que el ministro presione, “sino que ha sido responsable de ir elaborando los protocolos para que, cuando se pueda volver a clases, eso sea posible. Pero es evidente que en la Región Metropolitana no están las condiciones, salvo algunas comunas rurales, y creo que al ministro no se le pasa por la mente estar presionando en eso. Lo que hay sí -dice-, es que algunos se han adelantado al decir que no vamos a volver a clases en todo el año; cosa que me parece legítima, ¿pero y si en septiembre y en octubre tenemos condiciones para volver? Yo no me anticiparía”.  

Al ser consultado Figueroa respecto a si este año habrá un retorno a clases en las regiones grandes, él responde a The Clinic dejando abierta la opción: “No puedo cerrarme a esa posibilidad”. 

Mariana Aylwin -quien se reunió en abril pasado junto a otros exministros de Educación con Figueroa-, no cree que el ministro presione, “sino que ha sido responsable de ir elaborando los protocolos para que, cuando se pueda volver a clases, eso sea posible. Pero es evidente que en la Región Metropolitana no están las condiciones, salvo algunas comunas rurales, y creo que al ministro no se le pasa por la mente estar presionando en eso”.

EL MENSAJE Y LA INEQUIDAD

Hace algunas semanas, hasta la mesa Covid llegó el ministro Figueroa para explicar acerca de su plan de retorno a clases. Algunos de los presentes se miraban en esa reunión y también pensaron en el empecinamiento que se habla en redes sociales sobre el ministro. Porque mientras recién se estaba instalando la leve mejoría, él ya tiene protocolos para el retorno, un kit para uso diario en los colegios y suma apariciones en medios que, en privado, algunos alcaldes han catalogado como un mensaje inapropiado para un momento como éste, en que la desobediencia social ha jugado en contra de los planes de confinamiento.

“Hay un apresuramiento por tratar de acelerar esta construcción”, dice el alcalde de La Granja, Felipe Delpin, integrante de la mesa Covid. “Yo he insistido en que no podemos pensar en el retorno a clases. Estamos llegando a la mitad del mes de agosto, no están dadas las condiciones para volver. Se debe tomar la decisión de que no se pueden reiniciar las clases por lo menos en las grandes ciudades durante el año 2020; y el ministro Enrique Paris es un férreo defensor del Paso a Paso, de no acelerarse”, agrega.  En ese sentido, expertos y senadores que se han reunido con Paris en las últimas semanas, señalan que el ministro ha dado señales de que un retorno a clases este año en la Región Metropolitana, por ejemplo, no está siendo avizorado por ahora.   

Aunque algunos sectores hablan de que el gobierno está siendo presionado por el poder económico que busca una reactivación económica a través de los desconfinamientos -que incluiría a la educación-, el ministro Figueroa ha rechazado toda conjetura y habla de cifras y deserción escolar. 

En ese sentido, expertos y senadores que se han reunido con Paris en las últimas semanas, señalan que el ministro ha dado señales de que un retorno a clases este año en la Región Metropolitana, por ejemplo, no está siendo avizorado por ahora.

Según él mismo se ha dedicado a exponer en conversaciones y en las distintas instancias en que ha promocionado su plan, el rezago en educación entre un niño vulnerable y uno privilegiado bordea los tres años de diferencia, asunto que en el Mineduc vislumbran se incrementará con esta pandemia. También  Figueroa se ha dedicado a socializar la cifra de que entre 10%  y un 15% de niños hoy están perdidos del sistema; es decir, no se sabe dónde están porque no están yendo al colegio.

Pero las críticas en contra del ministro sobre ese punto también son severas, porque alcaldes y profesores perciben la postura como poco real y mañosa de su parte, puesto que a juicio de las fuentes consultadas por The Clinic el problema al respecto no es la pandemia, sino un tema de inequidad que afecta a Chile con o sin coronavirus.  

Al mismo tiempo, se le ha pedido al ministro enfocar su tarea en aumentar la conectividad, cosa que él refuta con la sola idea de que eso tampoco se arregla en tres meses.  

FOTO REFERENCIAL. Créditos: Agencia Uno

También  Figueroa se ha dedicado a socializar la cifra de que entre 10%  y un 15% de niños hoy están perdidos del sistema; es decir, no se sabe dónde están porque no están yendo al colegio.

REDES POLÍTICAS FRÁGILES

Figueroa estudió en el Colegio Tabancura, tiene cinco hijos y vive en Lo Barnechea. Se le acusa de poseer poca calle y ser muy técnico. Y aunque no parezca, quienes lo conocen hablan de que es disperso. Su relación como subsecretario de Educación de la exministra Marcela Cubillos no era buena, pero nunca tanto como para pelearse frente a alguien, describen. Sí con Gerardo Varela, exministro de Educación, tenía una buena sintonía, incluso describen que eran parecidos en forma de trabajo y pensamiento. 

El padre del ministro, Simón Figueroa Del Río, fue subsecretario de Interior, Agricultura y Bienes Nacionales de Augusto Pinochet, así como también Ministro Odeplan de la época. 

Como varios representantes de la derecha, él forma parte de quienes creen que el revisionismo histórico de la dictadura debe tener ambas miradas: la causa y el efecto. En la cinta “Chile, la Memoria Obstinada” de Patricio Guzmán, aparece un joven Raúl Figueroa sosteniendo un intercambio de palabras con Carmen Soria, respecto de cómo recordar la época de dictadura. Mientras la cinta mostraba el dolor de hijos o familiares de quienes habían desaparecido y muerto tras el golpe militar, el entonces estudiante de Derecho de la Universidad de Católica hacía el punto sobre considerar esa otra mirada, la de los dueños de las fábricas y predios, por ejemplo, que eran expropiados en el gobierno de Salvador Allende: “Falta la opinión del dueño de la fábrica, se muestra a una masa de trabajadores que se apoderan de una fábrica que no les pertenece”, dijo esa vez. 

Las redes políticas hoy del ministro son frágiles. No es militante de ningún partido y tampoco favorito de ninguna figura que pudiera impulsarlo. Él se ha dedicado a decir que no tiene afanes electorales en el futuro y que su rol es más sectorial. En la centroderecha no existe una estimación especial por Figueroa y hasta se resiente que el mensaje que está dando a la ciudadanía hoy sea de presionar una reapertura de los colegios en vez de calmar ansiedad. 

FOTO REFERENCIAL. Créditos: Agencia Uno

Las redes políticas hoy del ministro son frágiles. No es militante de ningún partido y tampoco favorito de ninguna figura que pudiera impulsarlo. Él se ha dedicado a decir que no tiene afanes electorales en el futuro y que su rol es más sectorial. En la centroderecha no existe una estimación especial por Figueroa y hasta se resiente que el mensaje que está dando a la ciudadanía hoy sea de presionar una reapertura de los colegios en vez de calmar ansiedad.

Entre los alcaldes de ese sector político las posturas son diversas. Ediles como Rodrigo Delgado han manifestado que no es momento de pensar en un retorno, mientras que Evelyn Matthei se encuentra en plena implementación de guarderías para Providencia, la única idea que se observa en línea con la travesía que el ministro Figueroa emprendió para volver al colegio. 

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