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17 de Mayo de 2021

¿Por qué fracasaron candidatos con campañas millonarias? Experto explica las razones

Walker, Cortázar y Blumel, tres candidatos con campañas millonarias que no fueron electos. Foto: Agencia UNO

Al parecer la relación entre dinero y votos estuvo en jaque durante esta elección. Hubo candidaturas que destinaron más de 140 millones de pesos en sus campañas, pero que terminaron sacando menos del 2% de los votos. The Clinic conversó con Octavo Avendaño, experto en adhesión y movilidad electoral, para saber si el marketing político está en crisis y si estamos ante una nueva forma de elección de candidaturas.

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Un verdadero golpe sufrieron las candidaturas con mayor cantidad de presupuesto. Por ejemplo, de las 20 candidaturas a la Convención Constituyente con mayor cantidad de aportes de todo el país, 11 quedaron fuera.

La lista es encabezada por René Cortázar (DC), quien ostentaba más de $141 millones para su campaña, siendo el candidato con mayor financiamiento. Sin embargo, apenas obtuvo 7.018 sufragios a su favor (1.55%), siendo el cuarto menos votado de los siete candidatos de su lista.

En el resto del listado, todas son candidaturas de Vamos por Chile y 10 de ellas no alcanzaron un cupo en la Convención Constituyente, pese a su elevado financiamiento. Es el caso de Pablo Herdener (distrito 23), Pauline Kantor (distrito 11), Alejandro Fernández (distrito 13) y Gonzalo Blumel (distrito 10), todas con un presupuesto que superaba los $100 millones.

El mismo fenómeno se puede rastrear en las elecciones a gobernadores regionales. Por ejemplo, Catalina Parot (RN) terminó cuarta pese a contar con un presupuesto de $760 millones. Muy por encima de los tres contendores que sacaron más votos: Claudio Orrego ($473 millones), Karina Oliva ($120 millones) y Nathalie Joignant ($11 millones).

PRIMERAS LECTURAS

Octavio Avendaño, doctor en ciencia política de la Universidad de Florencia y académico de la U. de Chile, explica que el fenómeno que afectó a las candidaturas con mayor presupuesto no se puede entender si no se considera el panorama global, que afectó a todo el escenario político.

A su juicio, esta elección “sobrepasó con creces las estimaciones que hicieron distintos analistas y estudios de opinión pública, quienes se concentraron en los posibles efectos que podría eventualmente generar el sistema D’Hondt más que en analizar las candidaturas listas. No se preocuparon de la constitución de los pactos”.

“Las proyecciones auguraban el predominio de las fuerzas más tradicionalistas, tanto de la derecha como de la centroizquierda. Pero ocurrió algo completamente distinto. Ocurrió un fortalecimiento en torno al eje del Frente Amplio y el Partido Comunista. Y por otro lado, la irrupción de estas candidaturas independientes”, plantea.

En ese escenario, el error estuvo en que los partidos tradicionales “no supieron hacer esa lectura y enfrentaron la coyuntura como si se tratara de cualquier otro tipo de elección, en circunstancias mucho más difíciles, donde prácticamente no se podía movilizar a un electorado tradicional”.

LA INGENIERÍA ELECTORAL

En esa misma línea, para Avendaño, más que plantear una bancarrota del marketing político, lo que existe son problemas de ingeniería electoral. “René Cortázar u otras candidaturas recibieron una baja votación porque, en el fondo, se les interpreta como representantes del status quo o provenientes de un sector que se ha opuesto o frenaron procesos de cambios sustantivos”.

Dicha situación se agudiza en sectores populares. En efecto, candidaturas como la de René Cortázar en el distrito 8, que agrupa a comunas del sector poniente de la capital, ya “no resultan a pesar de la propaganda, de los recursos y el marketing”.

René Cortázar, uno de los principales derrotados en estas elecciones. Foto: Agencia Uno

Una situación distinta ocurrió con candidaturas con un “discurso más extremo, más radical” como Teresa Marinovic, quien sí resultó electa y fue la cuarta candidata con más recursos del distrito 10. A su juicio, en este caso se canalizó una elevada cantidad de recursos en “una estrategia publicitaria dirigida a los sectores más conservadores y, desde luego, opuestos a los cambios que el resto del país está demandando”.

Ello también explicaría el holgado triunfo de Marcela Cubillos en el distrito 11, quien con 83.446 sufragios se convirtió en la mujer más votada del país. Sus recursos estaban en función de una candidatura en un electorado conocido por su talante conservador.

LAS NUEVAS REGLAS

También influye la configuración de listas considerando determinadas reglas, como la paridad. Hubo candidatos, como Gonzalo Blumel, quien si bien sacó más votación personal que Cristián Monckeberg en el distrito 10, se quedó abajo de la Convención porque Marinovic sacó tanta votación que lo arrastró en su subpacto. Lo mismo ocurrió con Macarena Venegas en el distrito 12.

Esto se puede leer especialmente porque, en las elecciones de constituyentes, no necesariamente se aplican los mismos criterios que en las otras. Por ejemplo, la Democracia Cristiana (DC) fue leído como un sector “poco confiable”, lo que se tradujo en sólo dos escaños para su partido. Sin embargo, tuvo un “buen desempeño en elecciones de gobernadores o municipios”.

“Habrá que ver si ocurre el mismo fenómeno en futuras elecciones, porque la elección de Constituyente tenía varios requisitos que no las tienen y no han tenido otras elecciones como la equidad de género y los escaños reservados“, concluye.

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