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Reportajes

26 de Mayo de 2021

¿Cómo las mujeres se abren espacios en el PC?: La ruta de las dirigentas comunistas que triunfaron en las elecciones

La imagen muestra a cuatro dirigentes del Partido Comunista. Patricio Vera y Agencia Uno

El éxito de Iraci Hassler y Javiera Reyes en las comunas de Santiago y Lo Espejo marcaron un punto de inflexión. Sus campañas, así como la de Barbara Sepúlveda, elegida constituyente por el distrito 9, tienen varios puntos en común: además de la militancia, quizá el más importante es que al mando de cada una de sus campañas había un equipo de mujeres. La exministra Claudia Pascual lo pone en contexto: “No son caminos de mujeres solitarias, porque estamos todas juntas”.

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El primer punto de prensa de la economista y alcaldesa recién electa de Santiago, Irací Hassler, el día después del triunfo ante Felipe Alessandri, lo hizo en la calle y rodeada de diez mujeres que asentían ante sus enérgicas palabras. La puesta en escena tenía concordancia con su campaña y con la novedosa articulación de preferencias hacia candidaturas femeninas que dejaron ver las elecciones del 15 y 16 de mayo.

En la nueva configuración, el Partido Comunista (PC) tuvo su propio paraíso electoral. De 36 candidatos y candidatas que llevó a la Convención Constitucional, 20 fueron hombres y de ellos sólo dos fueron electos (uno de ellos arrastrado por paridad).  En el caso de las mujeres, fueron 16 las candidatas y cuatro de ellas salieron electas. Si la lupa se pone sobre las elecciones a alcaldías, hay allí otro golpe de timón del PC: de las cinco candidatas que hubo dentro de la Región Metropolitana, dos fueron electas en comunas en donde el partido por años no se asomó más que en concejalías.

Por supuesto que los resultados gustaron en el PC, aunque al interior del partido reconocen que tras la candidatura de cada mujer militante y sus respectivos triunfos hubo años de debates, votaciones y discusiones internas por dar visibilidad a las candidaturas femeninas, conversaciones que aumentaron en los últimos años y que han dado frutos como la resolución del XXVI Congreso del Partido Comunista en el que el PC se definió como un “partido feminista de clase, antipatriarcal”.

La imagen muestra a Irací Hassler en el día de las elecciones, frente a una cámara de votación.
Irací Hassler, elegida alcaldesa por Santiago al votar en el Liceo República de Colombia. Crédito: Agencia Uno

Pese a su reciente definición, el trabajo de mujeres en escuelas internas del PC que apuntan a fortalecer la educación en temas de género tanto a hombres como a mujeres, así como la permanente modernización de la Comisión de la Mujer, Género y Diversidad que asesora al partido y al Comité Central en estos temas, es algo que se realiza desde hace muchos años. Aunque la estructura cerrada del PC no permite que exista una fracción feminista (ni de ningún tipo), los movimientos en sincronía de estas mujeres que triunfaron durante las últimas elecciones, y sobre todo en la Región Metropolitana, han dado a entender que existe una cohesión al margen de su militancia política.

¿Dónde convergen, entonces, las mujeres feministas del PC? Según cuentan ellas mismas, no sólo en el partido, sino también en las movilizaciones sociales de los últimos años, en organizaciones feministas, sindicales o en el trabajo en terreno que muchas de ellas hicieron durante sus respectivas campañas. Del liderazgo estudiantil es que salió de Valentina Miranda (21), ex vocera de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), la constituyente más joven elegida a nivel nacional. También, tras sus respectivas dirigencias estudiantiles es que convergieron en el PC las actuales alcaldesas electas de Santiago y Lo Espejo, Irací Hassler (31) y Javiera Reyes (31), ambas egresadas de Licenciatura en Ciencias Económicas de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), y quienes hoy comparten el hito de haber hecho historia de la mano del PC.

“¿Dónde convergen, entonces, las mujeres feministas del PC? Según cuentan ellas mismas, no sólo en el partido, sino también en las movilizaciones sociales de los últimos años, en organizaciones feministas, sindicales o en el trabajo en terreno que muchas de ellas hicieron durante sus respectivas campañas”.

Al alero de épocas de revueltas

El largo camino que llevó al PC a tener a tener cada vez más a más mujeres en cargos de representación no ha estado exento de polémicas internas. Una denuncia de acoso en 2010 fue la primera alerta, no sólo por el hecho sin sí mismo, sino también porque dicha denuncia interna no llegó a puerto en el Comité Central del PC. Tiempo después vino el embarazo de Camila Vallejo encontrándose en plena campaña quien, según cuentan al interior del partido, no tuvo pre ni post natal, sólo un par de semanas de receso y un conflicto que se resolvió sobre la marcha al interior del PC. Por último, el #MeToo y la ola de denuncias de abuso y acoso sexual a nivel nacional inevitablemente permearon en los ámbitos masculinos del Partido Comunista.

Algunos de esos hitos  fueron marcando el paso de la unión tácita entre las más jóvenes -y las no tanto- de las mujeres militantes, así como los temas que lideran los programas políticos electos.

Sin ir más lejos, que se iniciara una discusión sobre si era factible ser un partido feminista o no -y con una oposición visible de parte de algunos hombres- tuvo que ver también con la época determinante que se ha estado viviendo en el país durante los últimos años. “La primera discusión sobre el tema que dimos al interior del partido -recuerda la diputada Cariola-, fue sobre tener una suerte de cuotas para que ningún género superara al 60% de representación política”. Esa discusión generó un revuelo interno “porque dejaba a compañeros fuera, ya que la representación femenina siempre fue del menos del 40%. Finalmente la definición fue paridad; paridad en el Comité Central, paridad en la Comisión Política e incluso se planteó la posibilidad de establecer paridad en las autoridades nacionales”, cuenta la diputada.

La imagen muestra a Javiera Reyes, con mascarilla, aplaudiendo.
Javiera Reyes en la reunión para festejar el triunfo de mujeres de la oposición. Crédito: Agencia Uno.

Mirar los hechos restrospectivamente ha sido importante en este proceso. Revisar la historia de Gladys Marín, la primera mujer en ser candidata presidencial en Chile, también la primera mujer en ser presidenta de un partido político, que fue el Partido Comunista, recién entrando a la democracia, ha marcado las generaciones que siguieron a la suya. “A Gladys Marín la tenemos en nuestro ADN comunista. Con ella surgió una necesidad imperiosa de abrir espacios determinados”, dice la diputada Cariola.  

“La primera discusión sobre el tema que dimos al interior del partido -recuerda la diputada Cariola-, fue sobre tener una suerte de cuotas para que ningún género superara al 60% de representación política”. Esa discusión generó un revuelo interno “porque dejaba a compañeros fuera, ya que la representación femenina siempre fue del menos del 40%. Finalmente la definición fue paridad; paridad en el Comité Central, paridad en la Comisión Política e incluso se planteó la posibilidad de establecer paridad en las autoridades nacionales”, cuenta la diputada.

También destacan la figura de Teresa Flores, “una de las mujeres invisibilizadas de la historia del Partido Comunista, porque ella fue la fundadora del PC junto a Luis Emilio Recabarren, pero sólo se habla de él; entonces repasar su historia es muy reivindicador”, dice la exministra de la Mujer y la Equidad de Género, Claudia Pascual, quien hace años participa en la articulación de la Escuela Nacional Teresa Flores en donde el trabajo principal es la educación para erradicar la inequidad de género.

En ese sentido, la exministra PC agrega un hito histórico que marcó la mirada generacional y de género dentro del partido y también del país: el mayo feminista de 2018, movimiento que partió abril con tomas de carácter feminista en universidades, asociadas a denuncias de acoso o abuso sexual, y que explotó en mayo de ese año en donde las reivindicaciones feministas se volcaron a calle y salieron a marchar cerca de 150 mil personas, mayoritariamente mujeres. 

La imagen muestra a un grupo de personas con manos alzadas apoyando a Bárbara Sepúlveda.
La constituyente Bárbara Sepúlveda junto a su equipo. Crédito: Bárbara Sepúlveda.

“Recuerdo que eso generó que las mujeres nos coordináramos de algún modo; no como una coordinación orgánica dentro del partido, sino que de informarnos de lo mismo y de hacer algo todas juntas al respecto”, dice  Susana González, militante del PC y jefa de campaña de la candidatura constituyente de la abogada Bárbara Sepúlveda.  Desde entonces, agrega la exministra Pascual, se articuló de alguna manera la conversación de género en diversas mujeres del PC. Por lo mismo, cree que “estos triunfos de mujeres tienen que ver con el contexto nacional también, con una mirada y una visión de tener que tomar decisiones con el tema de las desigualdades de género y cómo estas no sólo tienen que ver con una relación de temas personales, porque a veces son temas estructurales también que nos abarcan a todas y a todos”.  Por último, agrega que no sólo ha habido una cohesión de fuerzas femeninas, sino que también hay  voluntades de todos para realizar “una búsqueda de rostros nuevos muy activa. Eso también tiene que ver con que la política tenga una mirada de género transformadora”.

Camila Vallejo y Karol Cariola a puertas abiertas

En el recorrido para ser constituyente por el distrito 9 que hizo la abogada Bárbara Sepúlveda, hubo sorpresas. Casi al cierre de su campaña, su equipo invitó sin avisarle a su familia y a sus compañeras de la Asociación de Abogadas Feministas (Abofem) -asociación que Sepúlveda fundó en mayo de 2018 y de la que hoy es directora ejecutiva- para entregar volantes informativos desde las 7 de la mañana a las 8:30 en la comuna de Independencia. La sorpresa venía con la diputada Camila Vallejo incluida, quien desde hace mucho antes acompañó en múltiples oportunidades a Sepúlveda para hacer campaña en conjunto. El mismo caso es el de la diputada Karol Cariola quien se integró activamente a los puerta a puerta por la población La Pincoya, por Recoleta, Independencia o Huechuraba que hacía la candidata del distrito 9.

“Karol es una máquina de hacer puerta a puerta. La gente la quiere mucho; se le acercan, la abrazan, es como una rockstar. Con ella la gente nos recibía bien y nos escuchaban, y así nosotros podíamos explicarles el proceso que se venía por delante”, cuenta la jefa de campaña de Bárbara Sepúlveda, Susana González. Sepúlveda, por su parte, agradece el apoyo: “Camila y Karol han abierto muchas puertas a otras compañeras”.

La imagen muestra a un grupo de mujeres celebrando la victoria de las nuevas dirigentas del PC en las elecciones.
Reunión para festejar el triunfo de mujeres de la oposición en las elecciones. Crédito: Agencia Uno.

Las diputadas fueron activas en las candidaturas de mujeres. A Cariola incluso se le vio en todo momento junto a la Hassler antes, durante y posterior al triunfo en Santiago. “Pasa que nosotras no hemos hecho nada oculto ni en las tinieblas, hemos sido bien abiertas y transparentes en manifestar nuestra intención política desde que fuimos dirigentas”, explica la diputada Cariola, quien además desde su vereda tuvo una dirigencia histórica siendo la segunda Secretaria General de las Juventudes Comunistas de toda la historia de la Juventud. “La primera fue Gladys, la segunda fui yo”, agrega.

La historia política de Karol Cariola, Camila Vallejo, Irací Hassler y Javiera Reyes, entre otras, parte precisamente con la Revolución Pingüina y las dirigencias estudiantiles de la época. Cariola y Vallejo también hicieron historia juntas: Carol fue la primera mujer presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (Fec) y Camila fue la segunda de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech). Como Hassler y Reyes, ambas partieron marcando hitos de género relevantes también para su partido.  “No nos voy a quitar mérito”, dice la diputada Cariola: “desde muy temprano, cuando empezamos a asumir estas tareas de dirigencia pública hemos sido para muchas mujeres del PC un camino recorrido para ir abriendo espacios de representación política y de jugar roles no sólo en el ámbito público, sino que también en el ámbito interno. Y no sólo nosotras, es que quizá hemos sido las más visibles de los últimos años”. 

“Las diputadas fueron activas en las candidaturas de mujeres. A Cariola incluso se le vio en todo momento junto a la Hassler antes, durante y posterior al triunfo en Santiago. “Pasa que nosotras no hemos hecho nada oculto ni en las tinieblas, hemos sido bien abiertas y transparentes en manifestar nuestra intención política desde que fuimos dirigentas”, explica la diputada Cariola”.

Al interior del partido, una de las peleas de las dirigencias juveniles de esa época fue tomar en cuenta la palabra de quienes venían desde el movimiento estudiantil como ella y Camila Vallejo, pero no sólo ellas. En esa generación también se encontraban los militantes Camilo Ballesteros, Camila Donato, Gustavo Arias y precisamente Javiera Reyes e Irací Hassler. Todos ellos  son parte de la generación de movilizaciones estudiantiles que posteriormente han ocupado cargos de representación internos y a nivel nacional.

Asimismo, la representación de mujeres ha sido un tema histórico que en los últimos años ha llegado a buen puerto. “La inclusión de mujeres tampoco ha sido fácil, porque los partidos políticos no estamos ajenos a lo que viven los países y las sociedades culturalmente”, reconoce la diputada Cariola, quien agrega que hay un trabajo de mujeres al interior del partido que tiene que ver con abrir puertas a otras generaciones. “Claudia Pascual es una de ellas. En la orgánica están por ejemplo Vesna Madariaga, Danae Prado, Javiera Meneses, quien ejerció recientemente como jefa de campaña de Irací Hassler para llegar a la alcaldía de Santiago”, cuenta la diputada.

La exministra Claudia Pascual, que en su momento fue la militante comunista que rompió los años del PC fuera de los gobiernos de la Concertación, y quien además  encabezó por primera vez el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género inaugurado en 2016, asegura que el recambio generacional ha jugado un rol preponderante en las últimas elecciones: “Ha sido un aporte enorme el de las nuevas generaciones, y con eso no me refiero sólo a la edad, sino también a las nuevas militancias, aunque tengan más edad. Hoy abordamos no sólo la escuela de formación para las mujeres, sino que también debatimos sobre nuevas masculinidades, hablamos de los derechos de la población LGBTIQ+ y lo hacemos en terreno acompañándonos entre nosotras mismas, y creo que eso ha sido también importante. No son caminos de mujeres solitarias, porque estamos todas juntas”.

“Hay un trabajo de mujeres al interior del partido que tiene que ver con abrir puertas a otras generaciones. “Claudia Pascual es una de ellas. En la orgánica están por ejemplo Vesna Madariaga, Danae Prado, Javiera Meneses, quien ejerció recientemente como jefa de campaña de Irací Hassler para llegar a la alcaldía de Santiago”, cuenta la diputada”.

Mujeres tras mujeres

Cuando la exministra Claudia Pascual asegura que las candidatas ya no tejen caminos solitarios, probablemente tiene que ver con que las redes de mujeres se expresaron desde todo punto de vista en el proceso eleccionario, desde las votantes, los equipos que acompañaron a las candidatas y también los lazos que existen entre cada una de ellas.

En la comuna de Santiago, cuando se confirmó el triunfo de la ex concejala Irací Hassler (38,81%) por sobre Felipe Alessandri (35,32%), la alcaldesa ya electa de Lo Espejo, Javiera Reyes, llamó a su amiga de años para felicitarla. Detrás de sus respectivos celulares, ambas se emocionaron. Hassler y Reyes son amigas desde incluso antes de militar, desde el 2011. “Fuimos haciendo juntas este camino. Hubo de todo, buenos momentos, pero también dudas y también necesitábamos acompañarnos mutuamente y eso lo hacíamos conversando cada vez que podíamos”, reconoce Reyes.

La imagen muestra en un primer plano a Camila Vallejo y Karol Cariola.
Las diputadas Camila Vallejo y Karol Cariola han sido un apoyo clave a la nueva generación de dirigentas del PC. Crédito: Agencia Uno.

Antes de tener siquiera una proyección sobre cómo podrían ser los resultados en las respectivas comunas a las que iban como candidatas, su entorno las llamaba medio en broma “las amigas alcaldesas”. El 16 de mayo ambas hicieron historia: Reyes será la primera alcaldesa mujer y comunista en la historia de Lo Espejo; e Irací será la primera comunista en ocupar el sillón municipal de Santiago.

“En la comuna de Santiago, cuando se confirmó el triunfo de la ex concejala Irací Hassler (38,81%) por sobre Felipe Alessandri (35,32%), la alcaldesa ya electa de Lo Espejo, Javiera Reyes, llamó a su amiga de años para felicitarla. Detrás de sus respectivos celulares, ambas se emocionaron”.

El factor común de ambas no es sólo su relación de años, es también la propuesta con enfoque de género que las llevó a ser electas -asegura Reyes-, ya que ambas tuvieron jefas de campañas mujeres –Aymara Salamanca y Javiera Meneses, ambas militantes PC- y equipos mayoritariamente femeninos. Al respecto, Reyes asegura que fue apoyada además por “un equipo de vecinas que principalmente son mujeres. No todas, pero sí la mayoría.  A nosotras la gente mayor nos paraba en las ferias para decirnos que sus sobrinas, hijas, nietas les habían dicho que la opción por la que había que decidir en la alcaldía era por nosotras. Las mujeres jóvenes fueron las grandes protagonistas, y no lo digo por mí, sino por mis vecinas que fueron determinantes en el resultado”.

La campaña de la abogada Barbara Sepúlveda fue liderada por Susana González y un equipo conformado, según Sepúlveda, por un 90% de mujeres. Respecto a cómo dicha decisión pudo influir en la elección de los municipios de Lo Espejo o Santiago, Sepúlveda dice que “en el caso de Irací Hassler creo que hay que reconocer también que  Javiera Meneses -su jefa de campaña- ha tenido además un rol muy fuerte en el partido de Santiago Centro en temas de género y territorio, y es un liderazgo que yo reconocería mucho, porque normalmente quienes están atrás como en segunda línea elaboran contenido, acompañan a las candidatas y arman las agendas políticas, o sea, hay un trabajo de coordinación súper, súper grande tal como ocurrió en mi equipo también”.

Por otro lado, Javiera Meneses, quien además es dirigenta del Colegio de Trabajadores y Trabajadoras Sociales de Chile,  explica que “el trabajo con mujeres de la comuna fue muy relevante. No sólo con militantes, sino que con la comunidad y habitantes”.

“La campaña de la abogada Barbara Sepúlveda fue liderada por Susana González y un equipo conformado, según Sepúlveda, por un 90% de mujeres”.

“Construimos esta campaña desde abajo y entendiendo que no basta con declararse un partido feminista antipatriarcal, que fue una tremenda alegría para todas, porque es un avance respecto a lo que hemos planteado durante muchos años, pero también tiene que tener expresiones concretas en las relaciones de poder que se establecen entre hombres y mujeres tanto dentro como fuera del partido. Entender eso y llevarlo a la práctica yo creo que fue una de las claves de estas candidaturas”, afirma.

Algo que Bárbara Sepúlveda cree que debería replicarse es la red de mujeres acompañando a otras mujeres: “Hay compañeras que trabajan constantemente por las demás, porque entienden que hay un proyecto colectivo y porque entienden que los nuevos liderazgos no son liderazgos personalistas tampoco. Eso también es bonito de ver y creo que es lo que debería empezar a replicarse”.

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