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Opinión

27 de Mayo de 2021

Columna de Pierre Ostiguy: Retroceder sin transar, la oportunidad perdida

Pierre Ostiguy Oportunidad perdida

Convergencia Social cometió la necedad de hacerse “hacedor de Papas”, de juzgar “quienes sí, quienes no” con pretexto de coherencia para un proyecto transformador, mientras tenía a mano la histórica transformación del sistema de partidos chileno.

Pierre Ostiguy
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“Apruebo Dignidad” perdió miércoles 19 la oportunidad de cambiar definitivamente el rostro establecido de la política chilena y más que todo, de reconfigurar por fin su muy estancado sistema de partidos. Por intransigencia y recelos, se echó a perder. Este tema es sin duda distinto al de la incorporación de los movimientos sociales, como ocurrió con la elección del fin de semana del 15 y 16 de mayo, políticamente, para la Constituyente. Hablo de sistemas de partidos, tercios y poder.

El “Apruebo Dignidad” quiso –por motivos electorales, por cierto– darle una oportunidad al PS de redimirse como socialista, pero “sin invitados”, para que dispute con Gabriel Boric y Daniel Jadue el liderazgo de la izquierda chilena en una primaria para la presidencia del país.

Hace bastante tiempo que la Concertación, producto del dilema histórico de la pelea plebiscitaria de hace 35 años, perdió sentido político. El problema siempre fue del Partido Socialista (PS) más que de los otros partidos de la Concertación, ya que el proyecto concertacionista encaja muy bien con una ideología del Partido Por la Democracia (PPD), del Partido Radical y del Partido Demócrata Cristiano (DC). Pero socialista, la Concertación no era. El “Apruebo Dignidad” quiso –por motivos electorales, por cierto– darle una oportunidad al PS de redimirse como socialista, pero “sin invitados”, para que dispute con Gabriel Boric y Daniel Jadue el liderazgo de la izquierda chilena en una primaria para la presidencia del país.

Durante el día 19, el PS tomó por finel coraje de históricamente romper esa Concertación, para asumirse como de izquierda en la contienda. Su hermano gemelo en el “progresismo”, el PPD en particular, le abrió gentilmente la cancha, bajando la candidatura de Muñoz y apoyando la movida por fin novedosa del PS. El asunto se hizo más fácil por el conflicto interno de la DC, agonizando electoralmente y a contratiempo de los vientos actuales en Chile.

Una victoria en una primaria amplia de Jadue o de Boric frente a Paula Narváez les abría, básicamente, la puerta de la Presidencia a uno de los dos, algo que era insoñable hace solamente tres años. Con lograr el compromiso del PPD (y de Trato Nuevo) de apoyar incondicionalmente el ganador de esas primarias, se fortalecía la posibilidad de “del triunfo amplio” de una izquierda para la Presidencia. Eso es lo que “Apruebo Dignidad” tenía que negociar, con firmeza, pero con cierre.

“Durante el día 19, el PS tomó por fin el coraje de históricamente romper esa Concertación, para asumirse como de izquierda en la contienda. Su hermano gemelo en el “progresismo”, el PPD en particular, le abrió gentilmente la cancha, bajando la candidatura de Muñoz y apoyando la movida por fin novedosa del PS”.

Pero no. Convergencia Social, a pesar del acumen de su líder Boric y de los gritos de Revolución Democrática, cometió la necedad de hacerse “hacedor de Papas”, de juzgar “quienes sí, quienes no” con pretexto de coherencia para un proyecto transformador, mientras tenía a mano la histórica transformación del sistema de partidos chileno. Se trataba, de hecho, de pasar de un sistema de dos tercios y medio (el medio siendo la izquierda marginalizada desde 1989) a otro sistema de partidos también de dos tercios y medio, pero esta vez con el bloque chiquitito siendo el del centro (DC aislada, moribunda y marginalizada; PR reliquia).

Tomando el riesgo de tener Narvaez Presidenta, el Frente Amplio se jugaba con el PC un control bastante hegemónico del “tercio grande dominante” del sistema de partidos chileno, más el apoyo de los movimientos sociales. Pero por este error de cálculo –el opuesto de la hegemonía– volvemos a lo de hace ya varios años: tres tercios de tamaño comparable, aún si no parejo. Hemos logrado en Chile retroceder sin transar.

*Pierre Ostiguy es Doctor en Ciencia Política de la Universidad de Berkeley (EE.UU.) y académico de la Universidad de Valparaíso

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