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Entrevistas

13 de Diciembre de 2021

Camilo Escalona y apoyo del PS a Boric: “No hay que pedir nada, se puede malentender con la prebenda del Estado”

El dirigente integra el "Grupo de Tareas" del PS en apoyo a la candidatura presidencial de Gabriel Boric.

El vicepresidente del PS recalca que los socialistas deben apoyar la candidatura de Gabriel Boric sin pedir nada de vuelta. Ni siquiera una foto, tal como ocurrió la semana pasada con el apoyo de la ex abanderada del partido, Paula Narváez, gesto que califica como "inoficioso". "El Frente Amplio es estructuralmente débil en todo Chile", sostiene para argumentar los refuerzos socialistas al abanderado de Apruebo Dignidad.

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Este viernes 10 de Noviembre, el Partido Socialista protagonizó por un rato los titulares noticiosos de aquella jornada. Esto, luego que la ex abanderada del PS, Paula Narváez, entregara su apoyo al candidato presidencial de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric. Un gesto con acotada presencia de la prensa y realizada en la Casa de la Cultura de la municipalidad de Ñuñoa.

Algo que encendió el debate en los círculos socialistas, debido a que la señal no fue procesada en el diálogo institucional entre el comando de Boric y el PS. También surgieron los resquemores de quienes colaboraron con la candidatura presidencial de Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste. Hasta el día de hoy, en el equipo de campaña de la senadora DC esperan una apoyo similar al que Narváez dedicó al parlamentario magallánico, en concordancia con las formalidades propias de la política: el PS de Narvaéz y la DC Provoste aún comparten coalición.

Es en ese contexto, el vicepresidente de la PS, Camilo Escalona, sostiene con vehemencia que ese tipo de actos es “inoficioso” para el cuadro político que se avecina, cuestionando -principalmente- el momento político para hacerlo. Esto, debido a una advertencia de quien fuera el factotum del socialismo en los años de Transición: la instalación del “fascismo” mediante la candidatura del oficialista José Antonio Kast.

Kast no viene a jugar al gobierno, viene a echar para atrás los avances, por tímidos que hayan sido los avances que se consiguieron en el último tiempo”, dice el dirigente, miembro del “Grupo de Tareas” con que los socialistas apoyan la campaña del diputado frenteamplista a lo largo del país.

¿Cómo fue que una candidatura como la de José Antonio Kast se transformó en una apuesta competitiva y una real amenaza para las fuerzas progresistas?

-El factor principal no es culpa de la izquierda. El crecimiento de la candidatura Kast es el desgobierno que hay en Chile, el caos que vive la gente todos los días. Si una persona sale de la comuna de Puente Alto, de La Pintana, de San Bernardo o de Quilicura a su trabajo, no sabe si va a llegar a la pega o no. ¿Por qué? Porque o se encuentra con que hubo una una quema de neumático, o porque hubo un asalto, o porque hay una protesta. En consecuencia, el discurso del orden creció.

Esto es muy paradojal porque la izquierda no está en el gobierno, no es responsable del desorden. Pero no tuvo un discurso, no tuvo un relato como le llaman ahora, para poder explicarle a la población que la propuesta de reformas se encamina, finalmente, a recuperar la estabilidad del país con las urgencias que la situación reclama. Por el contrario, la gente piensa, o un sector de la gente piensa, que más reformas van a traer más inestabilidad.

-También hay una demanda por seguridad económica. ¿Habrá fallado en eso también las candidaturas de la oposición?

-Claro, o sea, perdimos. Nunca habíamos tenido un resultado tan desfavorable. Es la primera vez que las fuerzas de la ex Concertación, agrupada en el Nuevo Pacto Social, quedan fuera de la segunda vuelta. Tuvimos un problema de falta de orden, de débil entendimiento, una precaria unidad. Esto se reflejó en que nuestra propuesta programática no fue tomada por la sociedad. Si un partido es muy débil y su convocatoria está en descenso, y sus afiliados pasan peleando entre ellos y están llenos de conflictos internos, y no tienen ninguna capacidad de gobernabilidad entre sí, entonces no importa el programa: la ciudadanía se da cuenta que es una propuesta débil.

-En esa “unidad precaria” de la centro izquierda, ¿en qué medida influyó la fallida candidatura presidencial de Paula Narváez?

-No tengo una respuesta porque observando el despliegue por Chile, la militancia socialista se volcó con mucho entusiasmo para respaldar esa candidatura. Pero tuvo un techo que le impidió competir. No tuvo ninguna capacidad competitiva finalmente, aún cuando el entusiasmo que nuestra gente tuvo. Entonces, habría que llegar a la conclusión que la opción de Boric proyectaba mayor amplitud desde el comienzo, independientemente de su mensaje político.

-Profundice.

-Los mensajes políticos eran más bien dirigidos a un nicho electoral durante unos seis meses por lo menos. La competencia entre Jadue y Boric fue por un nicho específico de quien lograba tener para sí la bandera de la izquierda. No intentaron ni por un momento ampliarse, pero lograron proyectar con ese esfuerzo una alternativa capaz de competir y finalmente Boric se impuso. Dentro de un nicho se impuso

Pero no quiero eludir la respuesta. Pienso que la gran tarea del Partido Socialista en los próximos años es construir una gran fuerza socialista en Chile, con el PPD, con el Partido Radical y sin romper con la Democracia Cristiana, pero teniendo presente que en Chile hace falta y es fundamental contar con una fuerza socialista.

“La izquierda no tuvo un discurso, no tuvo un relato como le llaman ahora, para poder explicarle a la población que la propuesta de reformas se encamina, finalmente, a recuperar la estabilidad del país con las urgencias que la situación reclama”.

-¿Fuera de un eventual gobierno de Apruebo Dignidad?

-Si gana el gobierno.

-Por eso digo: “eventual gobierno”.

-Sí. Pongámonos en el caso que la derecha sea derrotada, que es por lo cual nosotros trabajamos. Mi posición es que hay que darle oportunidad a la posición que anunció aquí el día de la primera vuelta Álvaro Elizalde: apoyamos sin condiciones y sin ambigüedades. No somos parte del núcleo constitutivo del bloque que toma el gobierno. Pienso que no hay que pedir nada porque se va a malentender. Hoy día la sospecha es demasiado fuerte

-¿Qué se podría mal entender?

-Se podría malentender con la prebenda del Estado.

-“Quieren pega los mismos de siempre”, dirán.

-Eso está a flor de piel. Si el Partido Socialista dijera “queremos entrar”, eso no sería leído como “queremos entrar”, sino que “queremos pega”.

-¿Pero se abre a esa posibilidad?
-No nos tenemos que adelantar a esa posibilidad porque no nos tenemos que ofrecer, ni directa ni indirectamente, pero sí tenemos que respaldar al Presidente, porque desde el noventa para acá, nosotros aprendimos que la amplitud de un gobierno progresista, depende de un gobierno que quiera ser democrático y que quiera hacer cambios. Todo eso depende decisivamente de la voluntad del Presidente.

Por ejemplo, Patricio Aylwin fue al penal de Capuchinos para invitar a Clodomiro Almeyda. Tomó la iniciativa, le dijo que el sector socialista que Almeyda encabezaba, era necesario y le abrió la puerta. Frei hizo algo similar con el PS para que Germán Correa ingresara al gobierno como ministro del Interior. Claro, no funcionó, pero fue un gesto importante. Mi frase es muy fuerte, “no nos tenemos que ofrecer” porque la ciudadanía va a entender que se andan buscando prebendas y cuotas de poder, pero tenemos que apoyar

-¿Apoyar desde afuera?

-Apoyar en todo lo que se nos pida apoyar

-Finalmente, Paula Narváez apoyó a Gabriel Boric.

-A mí me parece inoficioso ese gesto porque todas las fuerzas ya lo han apoyado, todos lo hicieron en el momento que correspondía hacerlo. O sea, uno no puede apoyar para la tele. Uno tiene que apoyar de inmediato.

Se podrían hacer muchas críticas Álvaro Elizalde, también muchas de esas las comparto, pero tiene dos aciertos: la firma del acuerdo del 15 de Noviembre y decir “apoyamos sin condiciones”. Hay que hacer las cosas cuando corresponde que se haga, no después para ganar presencia. Eso es lo que legitima a los hechos políticos. Hay que jugarse cuando corresponde jugarse, para eso son los liderazgos políticos. Ahí es donde los liderazgos políticos se prueban. No hay que pedir nada, ni siquiera la foto para que sea de verdad creíble, porque hoy día, a veces, la foto vale más que los cargos.

-Lo cierto es que fue un gesto que no se dio con la candidatura de Yasna Provoste, lo cual provocó malestar en la DC.

-Perdone que se lo repita de una manera, tal vez, más áspera: no tiene ninguna importancia para mí lo que pase con su inserción en el amplio bloque que respalda a Boric. Ya no es importante, porque la disposición que tuvo el Partido Socialista, la Democracia Cristiana, la que manifestó después el Partido Radical, la que le agregó el Partido por la Democracia, la que le dio todavía más empuje con la declaración de Ricardo Lagos…o sea, nuestro bloque ya se armó.

-Y se armó por fuera de Apruebo Dignidad.

-Este es un ancho bloque como el del 88. Por eso que yo aplaudo a Ricardo Lagos porque lo hizo de inmediato, lo hizo cuando lo tenía que hacer, no calculó nada. Es como cuando Charly García se tiró a la piscina; no sabía si había agua. Se tiró y se salvó.

La dirección clandestina del PS en el año 74 dijo “para recuperar la democracia hay que saber entenderse con la Democracia Cristiana” con algo que puede estar enteramente anticuado, pero para ese momento fue de un coraje político tremendo: construir un frente antifascista. ¿Qué es lo que importa de eso para hoy? El entendimiento de todas las fuerzas. Pero había que tirarse a la piscina en ese momento, de inmediato manifestar esa voluntad política que da continuidad a una línea ya de medio siglo del partido socialista. No regatear, no especular.

-Pero ahora ese espacio está debilitado, al menos, desde que el PS intentó hacer una primaria presidencial con Apruebo Dignidad.

-Pero no tanto como hace algunos años, que estuvo peor cuando la senadora Carolina Goic (DC) decidió levantar candidatura propia el 2017. Eso fue una decisión unilateral tremenda, fue peor que lo que estamos viviendo ahora. Pero yendo al problema de fondo, lo que estamos viviendo es un agudo debilitamiento del sistema político de partidos. Si la ultraderecha puede ganar, es porque los partidos políticos democráticos no habían estado tan debilitados como ahora. Carmen Frei (presidenta de la DC), por ejemplo, es una lideresa ejemplar, ella tiene una vocación unitaria.

-Pero su mandato llega hasta Enero.

-Sí, entiendo que también su liderazgo es limitado, pero no tendría por qué ser reemplazada por alguien que esté por quebrar las relaciones con el Partido Socialista. Pero el problema de fondo es que el sistema político de partidos en Chile está debilitado como nunca lo había estado y la irrupción del Frente Amplio no ha reemplazado a ese sistema político y esto lo puedo decir yo, ahora que estoy en este grupo de trabajo que apoya a Boric: el Frente Amplio es estructuralmente débil en todo Chile.

Puede que en algunas partes haya sacado más votos que nosotros, pero su textura, su tejido orgánico es débil. Ese tejido está muy dañado y no ha sido reemplazado por los nuevos actores. Entonces en ese vacío es donde creció la ultraderecha.

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“Si gana la ultraderecha, ¿Cómo vamos a resistir?”

-Su punto es inquietante, en el sentido de…

-Yo le pongo un caso peor, más grave. Si gana la ultra derecha ¿cómo vamos a resistir?

-Cuando dice resistir, ¿en qué está pensando?

-Resistir pues, porque la ultraderecha va a intentar una represión autoritaria. Kast no viene a jugar al gobierno, viene a echar para atrás los avances, por tímidos que hayan sido los avances que se consiguieron en el último tiempo. Yo le quiero decir de que la situación es muy delicada porque sin partidos que construyan una cultura antifascista, sin partidos que construyan una cultura de derechos y de libertades, la ultraderecha se puede imponer.

Por eso todo ese exhibicionismo con eso de las fotos, de los codazos para agarrar más fotos, todo eso lo veo como inoficioso, porque de verdad creo que la situación es muy grave.

Si el Partido Socialista dijera “queremos entrar”, eso no sería leído como “queremos entrar”, sino que “queremos pega”.

-Usted dice resistir, pero vamos a lo que realmente importa: ¿Cómo se gobierna?

-Pero eso lo tenemos claro: nosotros vamos a apoyar.

-Ya, pero usted me reconoce que la coalición que sustenta la candidatura de Boric es débil en el tejido social. A eso quiero llegar.

-El punto es cómo se recupera la gobernabilidad democrática con partidos políticos que están profundamente debilitados, o partidos que no han tenido el desarrollo como para reemplazar a los antiguos, para no colocarlo en términos peyorativos, simplemente constatando las cosas. Porque en términos objetivos: los antiguos están débiles y los nuevos no son capaces de reemplazarlos. Ese es un desafío profundo, por eso que no se pueden hacer las reformas sin recuperar la gobernabilidad, ese es mi alegato.

La estabilidad no es un proyecto burocrático, es para tener la capacidad de reconstituir a los partidos y junto con los partidos recuperar el Estado. Porque si hoy día hay desgobierno y hay un despelote gigantesco, que es culpa de Piñera pero que le echan la culpa a Boric, es porque el Estado está profundamente dañado.

-¿En qué sentido?

-Dañado. ¿En cuántos lugares de las poblaciones los Carabineros no entran? O sea el Estado está ausente y ese vacío de poder lo llena la ultraderecha, entonces este es el gran error del voluntarismo de izquierda. Si el Estado deja de existir, genera las condiciones para que la ultraderecha se imponga.

-¿Hace bien el candidato en morigerar expectativas de su programa? Por ejemplo, acotar el alcance de la reforma tributaria, reformar en vez de “refundar” a las policías.

-Con el Parlamento que hay yo creo que va a ser difícil el gobierno, un gobierno complicado, cuesta arriba. Y no se puede jugar con la paz social. Y lo más peligroso es que cuando se triunfa, los aires de la victoria nublan la consciencia, y después hay otra elección y el gobierno ya se fue, ya no sirve lo que se pretendía hacer.

Yo me acuerdo todos los días de Clodomiro Almeyda, con el que yo hablé mucho en el exilio. Le dije un día ‘Compañero Clodo ¿y usted celebró el 04 de Septiembre del 70?’. ‘No, yo no celebré. Me pregunté qué es lo que íbamos a hacer. Era muy difícil’ ”, me dijo.

-¿Y esa pregunta está vigente?

-Yo creo que está enteramente vigente. No le doy recomendaciones a Boric, pero mal que mal tengo cincuenta y dos años de militancia y tengo plena consciencia de que el tiempo se va entre medio de los dedos, y uno celebrando se olvida qué es lo que quería.

-Hay otros factores en juego: la economía, que probablemente va a ser peor que ahora, y una Convención Constitucional que va corriendo en paralelo y que perfectamente podría cambiar los tiempos presidenciales.

-Bueno, lo que pasa con la convención le da toda la razón a mi alegato: llevamos casi la mitad del tiempo. No soy un miembro de la Convención constitucional y no tengo más información que usted, pero ya se fue la mitad del tiempo. ¿Y cuánto de nueva Constitución tenemos?

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“Hay que estar, aunque nos pongan mala cara”

-A partir de este “grupo de tareas” del PS en la campaña de Boric, ¿Cómo ha sido esa experiencia?

-Buena. Tal vez Boric se enoje, pero voy a hacer una comparación que a lo mejor a él no le gusta: me recuerda el 2009, la segunda vuelta con Frei. En muchas partes los socialistas quedamos haciendo campaña solos porque los otros partidos se rindieron antes de tiempo. Mucha gente se dio por perdida antes de tiempo. Esa experiencia lo veo ahora de nuevo, desde otras perspectivas.

El Frente Amplio no tiene presencia en muchos lugares, no existe en muchas partes, o tiene una débil presencia. Entonces mucha gente está haciendo campaña por Boric y les he dicho que vayan con la bandera socialista, que no nos ocultemos y que se sepa. Porque no debe ocurrir que la imagen sea la que la derecha quiere proyectar, que la campaña de Boric es del PC. Tiene que ser una campaña amplia con todas las banderas, así que yo veo que nuestra gente está encantada.

-¿Y cómo ha sido la recepción del otro lado? Porque también me han llegado algunas historias de distancia entre ambos mundos en algunos territorios.

-Con altos y bajos, con alto y bajo. En algunos lugares como Concepción, me he informado que el local del Partido Socialista pasó a ser el comando regional de la campaña Boric y eso me parece espectacular. Pero también hay experiencias ingratas como la que le pasó este fin de semana al alcalde de El Monte, que no querían que estuviera en la plaza con grupos socialistas haciendo campaña. Pero hay que estar, nos sonrían o nos pongan mala cara.

-¿Y cómo se construye así la amplitud de la que usted hablaba hace un rato?

-Es que está la sospecha. “¿A qué vino este gallo? ¿Qué es lo que querrá?” También nosotros tenemos culpa, no hicimos todo lo que teníamos que hacer, nos conformamos tal vez con poco y no con todos los cambios que había que hacer.

Tenemos que aceptar que la contraparte nos mire con ojo crítico también. Lo tenemos que aceptar, no somos infalibles y también tenemos nuestras deudas, pero hay que juntar las voluntades igual.

Con el Parlamento que hay yo creo que va a ser difícil el gobierno, un gobierno complicado, cuesta arriba. Y no se puede jugar con la paz social.

-A propósito de la campaña que hace la derecha con el anticomunismo: ¿Cómo ve usted al PC en la campaña?

-Ellos han resentido la campaña igual, han resentido. En muchas partes están afectados.

-¿Cuánta responsabilidad tiene el PC también en eso?

-También la tiene, cuando intenta vanamente imponer rigideces al programa. Si ellos saben, el Partido Comunista de Chile tiene más años que el Partido Socialista. Somos partidos muy viejos y sabemos perfectamente bien que no hay ningún programa que resista sin cambios. Su aplicación práctica es una rigidez absurda.

-Un eventual gobierno de Gabriel Boric ¿va a ser transformador o va a ser administrar lo que quede?

-Creo que si se limita a administrar, será un fracaso rotundo. Tiene que transformar también, está obligado a transformar.

-¿Y con ese Congreso empatado?

-Bueno, ahí el Presidente tendrá que empujar las cosas. Ahí habrá que abrirle el camino a los cambios, pero si se lo echan abajo, que quede claro que se lo echaron abajo.

-¿”Echarle abajo”? ¿En qué está pesando?

-Cuando le paren la reforma. Si le paran la reforma, que quede claro quién echó abajo la reforma… estaba pensando en el gobierno de Frei, en la buena época de la Concertación, donde la teoría que se impuso era la demostrar que éramos capaces de gobernar. La derrota del pinochetismo es que los civiles ordenamos el país, que no nos mandamos ningún estropicio, entre comillas y ese enfoque introdujo un factor de conformismo que fue muy nocivo al final.

Finalmente no había sólo que gobernar, había también había que cambiar el país. Entonces aquí es al revés: hay que cambiar el país, pero para cambiarlo hay que gobernar. El futuro político tiene muchas incógnitas como para andar peleando por la foto.

-Pero José Antonio Kast dice que “todo va a estar bien”.

-También decían lo mismo los nazis, es típico del autoritarismo: adormecer a la víctima. Yo no le creo nada. Eso es lo más peligroso, cuando él dice “todo va a estar bien”, no…

-¿Por qué es peligroso?

-Porque el fascismo moviliza y después reprime con la fuerza. En América Latina hay muchos civiles que se declararon dictadores después de ganar una elección presidencial, lo fue Bordaberry en Uruguay, lo fue Fujimori en Perú. Los ultraconservadores se proclaman dictadores desde el gobierno, así que hay que tener mucho cuidado. No hay que adormecerse, el que pestañea, muere. No pierde, muere.

En Chile hay una ultraderecha que no ha dicho “no los vamos a volver a perseguir como los perseguimos con Pinochet”, ni tampoco la derecha lo ha hecho. Nosotros hemos hecho la autocrítica respecto a la Unidad Popular. ¿La derecha ha dicho alguna vez que reconoce que sostuvo el terrorismo de Estado y que no lo volverá a hacer? Nunca lo ha dicho, nunca, ninguno.

-Y estos cambios programáticos de última hora que ha hecho José Antonio…

-No, eso es para quitarle un poco de fealdad al mono.

-Entonces, ¿qué tiene que hacer el PS a partir de Marzo?

-Apretar los dientes y resistir.

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