Óscar Godoy, cientista político: “Muchos anuncian que con Kast habría una regresión civilizatoria…¡me hace mucha gracia!”

A casi una semana de la segunda vuelta presidencial, que enfrentará al candidato del oficialismo, José Antonio Kast y a su contrincante de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, para muchos intelectuales ligados al liberalismo y el centro político llegó la hora de tomar definiciones.

En este contexto, Óscar Godoy, exembajador en Roma, miembro del Consejo Honorario del Centro de Estudios Públicos (CEP) y militante de Evópoli con un pasado cercano a RN, declaró a través de una columna de opinión publicada en La Tercera, que adhiere a la postura de su partido de apoyar a José Antonio Kast, no obstante las diferencias doctrinarias del ideario liberal respecto a la impronta conservadora de Kast.

Así, en un escenario en el que su partido obtuvo un magro resultado en los comicios parlamentarios -obtuvieron cuatro diputados y un senador-, Godoy aborda el complejo escenario político actual para los liberales y las claves de una elección que, asegura, está colmada de caricaturas hacia el ex parlamentario gremialista.

“Kast y su Partido Republicano no son esa ultraderecha de la que habla la publicidad y la retórica de la izquierda en la campaña de Boric”, afirma Godoy, quien también hace un repaso del complejo escenario que atraviesa su sector.

–Después de las últimas elecciones, en las que Evópoli obtuvo un magro resultado parlamentario, y del apoyo que dieron a José Antonio Kast, con una fórmula que los deja con un pie adentro y otro afuera de la campaña: ¿En qué pie queda el liberalismo en la derecha chilena?

-El liberalismo es una cosa más compleja e incluyente que sólo Evópoli y me parece adecuada la decisión de apoyar a José Antonio Kast y anunciar que no buscan participar en su gobierno.

Esta auto reflexión, estas legítimas diferencias que existen entre liberalismo y conservadurismo, obviamente yo tengo a ese respecto claro, y me parece que también Evópoli, que Kast y el Partido Republicano no son esa ultraderecha de la que habla la publicidad y la retórica de la izquierda en la campaña de Boric. Porque la ultraderecha real, en todos los países democráticos es anti sistema, es anti democrático de forma expresa y activa, y juega reglas que no son las democráticas en el escenario público. Eso no lo ha hecho ni el Partido Republicano ni José Antonio Kast.

Aquí muchos anuncian que con Kast habría una regresión civilizatoria… ¡me hace mucha gracia! Eso se lo escuché a una diputada del Partido Comunista, siendo que si ha habido regresiones en los últimos años, han sido en los países que han sido gobernados por un partido único comunista en los ochenta últimos años, con anulación de las libertades y con una escasa performance de bienestar de la población de esos países.

–Sin embargo, hay una tensión entre las propuestas de José Antonio Kast y algunos planteamientos liberales. Ejemplo: su propuesta de aumentar las atribuciones del Presidente para que se pueda tomar detenida a una persona en lugares no habilitados como cárceles.

Ahora, la violencia que está condenada fundamentalmente en la vida política es la violencia intencional. La violencia que es producto del azar, de las circunstancias, por ejemplo, cuando la policía se resiste a un ataque de manifestantes violentos, desgraciadamente pueden ocurrir cosas que son contrarias a la vida y a la integridad corporal y física, no me cabe la menor duda. ¿Pero eso es eso algo que no debamos aceptar en un sentido fáctico? Desgraciadamente, la fuerza monopólica del Estado va a tener que usar la violencia y, en ese sentido, la violencia está justificada en el liberalismo absolutamente. Entonces, desgraciadamente este mundo está hecho de esa manera.

En eso yo no tengo cuestionamientos. Y te voy a decir una cosa que es fundamental para toda la filosofía política: el comienzo de los fines colectivos es la paz.Y el orden está regulado, en última instancia, en el bien común.

–Usted dice que José Antonio Kast puede garantizar orden, pero el candidato ha enfrentado no pocas funas en sus actividades de campaña, y en algunas encuestas sigue manteniendo altos índices de rechazo (la última CEP le endosó un 61% de rechazo a Kast, el índice más alto en este apartado registrado en toda la historia de la encuesta) ¿No es atendible la legítima duda de que esté plenamente garantizada la paz en su eventual gobierno?

Bueno, yo tengo dudas legítimas de todos los políticos, desde el más radical de los izquierdistas al más derechista de los derechistas. Y esa duda es milenaria en todo el pensamiento político. Obviamente que yo, justamente por prudencia política, es que pienso que Evópoli hace bien en apoyar aquello que es contingentemente lo mejor que puede oponerse a una postura política como la del otro candidato, que incluye fuerzas políticas que no quieren el bien común, sino que quieren el poder para destruir las instituciones democráticas.

Un candidato que ha ido lentamente tratando de diluir esa concepción que tiene la gente de que es así, porque esa percepción es producto de hechos concretos acontecidos en la historia contemporánea, en el siglo XX y parte del XXI, cuando nosotros vimos que existe un Estado omnipotente antidemocrático que reprime la libertad de manera absoluta.  

–¿Se refiere al Partido Comunista?

Bueno, no solo al Partido Comunista, pero principalmente el PC porque es el máximo y mejor exponente. Mirando las constituciones de las democracias populares que constituían a Estados que estaban gobernados por políticos comunistas, te das cuenta de que no son democráticos en su estructura, y eso sugiere una aplicación en la doctrina de Marx: la revolución pasa por una etapa de dictadura, que la llamó del proletariado, pero que en efecto, cuando se puso en ejecución, no fue del proletariado, sino que de una minoría que se llamó Partido Comunista. Entonces ellos son partidarios de aquello.

Ahora, yo no sé cuánto conocen a Marx los comunistas chilenos, porque me encuentro que entre ellos hay una ignorancia realmente increíble de su propia doctrina. Pero lo que es claro es que esta impregna a todos los partidos comunistas del mundo y que en ningún partido de comunistas que siga existiendo, sus miembros están dispuestos a aceptar las reglas de la democracia para impedir lo que ellos consideran una marcha universal y necesaria hacia la constitución de una sociedad sin clases, sin Estado y de bienestar absoluto.

–Ok…¿Y advierte cierto déficit orgánico en los partidos de Chile Podemos Más, quienes terminaron rindiéndose ante un candidato que, formalmente, no pertenecía a la coalición?

Creo que es por los déficit que tienen los partidos políticos. Si tu comparas todo el sistema de partidos de la democracia alemana, que tiene régimen parlamentario, te das cuenta que son partidos que están vinculados con la sociedad civil, instituciones que realmente expresan y llevan hacia la esfera superior de la política las demandas de la sociedad civil, sirven a la comunidad. Pero aquí da la impresión de que los partidos se sirven de la sociedad civil para su propio beneficio.

Entonces, es por eso que uno se explica que la Convención tiene la estructura que reflejó la elección de constituyentes: inorgánica y donde los partidos están desvanecidos o con una comparecencia que no corresponde que tuvieran si fuesen partidos como lo exige una verdadera democracia. Entonces, hay grupos muy heterogéneos con identidades particulares, y minorías que sustituyen a la mayoría que no está bien representada. Estamos preocupados de las identidades que imponen las minorías con una mirada autoidentificatoria, pero sin capacidad para abrirse al todo de la comunidad nacional y el bien común.

-Como exprofesor y votante de Ignacio Briones, ¿qué opina de que el exministro sea el único de los precandidatos de derecha que no ha apoyado a Kast?

Tendrías que preguntárselo a él. Yo lo estimo mucho, porque fue un gran alumno mío en varios cursos, pero no te puedo decir por cuál razón: me vino a ver, pero no hablamos de la coyuntura política inmediata. En consecuencia, no hablamos de adscripción a la política. Además, yo nunca pregunto y me abstengo de buscar definiciones políticas en la gente.

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