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30 de Marzo de 2022Javiera Parada: “He borrado de mis consignas ‘ni perdón ni olvido'”
Foto: Agencia UNO
"Si alguien puede y quiere perdonar, está en su derecho. Y a veces el olvido de cierto dolor es condición necesaria para seguir viviendo", escribió la hija de José Manuel Parada, sociólogo que murió degollado por la Dicomcar en dictadura.
En vísperas del Día del Joven Combatiente, la actriz y exjefa de la campaña presidencial de Ignacio Briones, Javiera Parada, lanzó un comentario que causó revuelo en sus redes sociales.
En respuesta a un tweet del periodista Ignacio Iriarte, la ex-agregada cultural en la embajada de Chile en EE.UU. cuestionó la consigna “ni perdón, ni olvido”.
“Y se nos viene otro 29 de marzo y solo puedo decir: ni perdón, ni olvido. Y agregaría reparación y educación para que no se repita más”, escribió el primero.
Ante ello, Javiera Parada aseguró que “he borrado de mis consignas ‘ni perdón, ni olvido’. Si alguien puede y quiere perdonar, está en su derecho. A veces el olvido de cierto dolor es condición necesaria para seguir viviendo”.
“Si es por consignas prefiero ‘Con memoria y alegría, adelante con la vida’. Abrazo siempre”, cerró la actriz.
He borrado de mis consignas “ni perdón, ni olvido”. Si alguien puede y quiere perdonar, está en su derecho. Y a veces el olvido de cierto dolor es condición necesaria para seguir viviendo.
Si es por consignas prefiero “Con memoria y alegria, adelante con la vida”. Abrazo siempre— javiera parada (@javiparada) March 29, 2022
La respuesta de Iriarte a Javiera Parada
La conversación no quedó allí, ya que Ignacio Iriarte decidió responderle de nuevo a Javiera Parada. “Entiendo y empatizo”, partió aclarando.
“No es lo mismo ser víctima que ser espectador. Yo en esta última condición prefiero no perdonar ni olvidar tanta miseria. Y respecto de la consigna, la sumo feliz a las mías. En cualquier caso la memoria es también la negación del olvido”, subrayó.
Javiera Parada es hija de José Manuel Parada, sociólogo que trabajaba en la Vicaría de la Solidaridad y fue asesinado a manos de agentes de la Dicomcar. Su cuerpo apareció degollado al borde de una carretera cerca del Aeropuerto de Pudahuel, junto a Manuel Guerrero y Santiago Nattino, también muertos.
