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Ciencia & Tec

20 de Abril de 2022

China está tramando una misión espacial para encontrar la Tierra 2.0

La misión asiática aún está en proceso de diseño y será financiado por la Academia de Ciencias de China. Se espera que, en junio un panel de expertos revise y autorice el proyecto, con lo que comenzarían a recibir los fondos para la construcción del satélite necesario para la búsqueda. El equipo planea lanzar la nave espacial en un cohete a gran escala antes de finales de 2026.

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La revista Nature ha publicado que China poniendo sus ojos en otros sistemas solares. Después de enviar robots a la Luna, aterrizarlos en Marte y construir su propia estación espacial, los científicos de la Academia de Ciencias de China publicaron este mes un plan detallado cuyo objetivo sería estudiar planetas fuera del Sistema Solar en otras partes de la Vía Láctea.

El objetivo principal de la misión es encontrar el primer planeta similar a la Tierra que este orbitando en la zona habitable de una estrella como el Sol. Los astrónomos chinos creen que tal planeta, al que llamaron “Tierra 2.0”, podría tener las condiciones adecuadas para que exista agua líquida, y posiblemente vida. Hasta el momento se han descubierto 5000 exoplanetas en la Vía Láctea, la mayoría con el telescopio Kepler de la NASA, pero este dejó de funcionar en 2018 por falta de combustible. No obstante, ninguno de estos exoplanetas se ajusta a la definición de una “Tierra 2.0”.

Un satélite más poderoso que los de la NASA

El satélite “Tierra 2.0” está diseñado para transportar siete telescopios que observarán el cielo durante cuatro años. Seis de los telescopios trabajarán juntos para estudiar las constelaciones Cygnus-Lyra, la misma porción de cielo que recorrió el telescopio Kepler de la NASA. “Nuestro satélite puede ser de 10 a 15 veces más poderoso que el telescopio Kepler de la NASA en su capacidad de estudio del cielo”, dice Jian Ge, el astrónomo que dirige la misión asiática en el Observatorio Astronómico de Shanghái de la Academia de Ciencias de China.

Además, Ge agrega que “nuestro satélite esencialmente puede realizar un censo que identifique exoplanetas de diferentes tamaños, masas y edades. La misión proporcionará una buena colección de muestras de exoplanetas para futuras investigaciones”.

Como funcionan los telescopios

Los telescopios buscarán exoplanetas detectando pequeños cambios en el brillo de una estrella, que indiquen que un planeta ha pasado por delante de ella. De acuerdo con los científicos chinos, el uso de múltiples telescopios pequeños juntos brinda un campo de visión más amplio, que un solo telescopio grande como el Kepler.

Los primeros seis telescopios del “Tierra 2.0” se utilizarán para observar alrededor de 1,2 millones de estrellas en una región de 500 grados cuadrados, que es aproximadamente 5 veces más ancho que la vista de Kepler. Al mismo tiempo, el satélite chino podrá observar estrellas más tenues y distantes que el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA, que sondea estrellas brillantes cerca de la Tierra.

El séptimo y último telescopio apuntará al centro de la Vía Láctea y será un instrumento de microlente gravitacional para investigar a los “planetas rebeldes”, o sea aquellos objetos celestes que vagan libremente y no orbitan ninguna estrella. También será utilizado para examinar exoplanetas que están lejos de su estrella como es el caso de Neptuno. La gracia de este telescopio es que detectará distorsiones en la luz de las estrellas provocadas por la gravedad de un cuerpo celeste o astro que pasa delante de ellos. Si la misión tiene éxito, este telescopio de microlente gravitacional sería el primero en operar desde el espacio, indica el astrónomo chino Jian Ge.

¿Cómo se mide la igualdad de un astro con la tierra?

Para confirmar que un exoplaneta es similar a la Tierra, los astrónomos necesitan medir el tiempo que tarda en orbitar alrededor de su sol. Dichos planetas deberían tener un período orbital similar al de nuestro planeta y transitar sus soles aproximadamente una vez al año. Chelsea Huang, astrofísica de la Universidad del Sur de Queensland en Toowoomba y parte del equipo de “Tierra 2.0”, dice que los científicos necesitan al menos tres tránsitos para calcular un período orbital preciso, lo que requiere aproximadamente tres años de datos y, a veces, más, si faltan antecedentes.

Combinación de datos en la misión espacial china

Según Huang, el Kepler de la NASA estuvo a punto de encontrar algunos planetas parecidos al nuestro, sin embargo, cuatro años después de su lanzamiento algunas partes del instrumento fallaron, lo que hizo que el telescopio no pudiera observar una parte del cielo durante un período prolongado de tiempo.

Con el satélite “Tierra 2.0”, los astrónomos de todo el mundo podrían tener cuatro años más de datos que, combinados con las observaciones de Kepler, podrían ayudar a confirmar qué exoplanetas son realmente similares a la Tierra. Jessie Christiansen, astrofísica del Instituto de Ciencias de Exoplanetas de la NASA en California, espera estudiar los datos de la “Tierra 2.0” si están disponibles en el futuro: “Estoy muy entusiasmada con la perspectiva de volver al campo de Kepler”.

Jian Ge espera encontrar una docena de planetas con el satélite “Tierra 2.0”. Él dice que planea publicar los datos dentro de uno o dos años después de su recopilación. “Habrá una gran cantidad de datos, por lo que necesitamos todas las manos que podamos obtener”, dice Ge. Actualmente el equipo de la misión cuenta con unos 300 científicos e ingenieros, en su mayoría de China, pero Jian Ge espera que se unan más astrónomos de todo el mundo: “Earth 2.0 es una oportunidad para una mejor colaboración internacional”.

La Agencia Espacial Europea también está planeando una misión de exoplanetas, llamada “Planetary Transits and Oscillations of Stars (PLATO)”, cuyo lanzamiento está programado para 2026. El diseño de PLATO tiene 26 telescopios, lo que significa que tendrá un campo de visión mucho más grande que el de la misión china. Pero a diferencia del satélite asiático, el europeo cambiará su mirada cada dos años para observar diferentes regiones del cielo.

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