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Opinión

8 de Julio de 2022

100 años del Court Central de Wimbledon: Historias en la Catedral

El Court Central de Wimbledon acaba de cumplir un siglo de vida. Un escenario que mantiene sus tradiciones y protocolos casi intactos, a pesar de los embates del tiempo. Es el pasto sagrado, al que cada año los más grandes tenistas peregrinan en busca de la gloria.

Matías Fuenzalida
Matías Fuenzalida
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Caminando a paso rápido, el inigualable y temperamental John McEnroe pisa nuevamente el pasto del Court Central en el All England Lawn Tennis and Croquet Club de Londres, Inglaterra. El norteamericano, ex número uno y leyenda del tenis, viste un impecable traje azul marino y no deja de hacer bromas junto a su co-anfitriona, la británica Sue Barker, campeona de Roland Garros en 1976 y que llegó a ser la tercera mejor del mundo. Ambos son los encargados de dirigir la ceremonia que celebra los 100 años de ese escenario, un lugar sagrado para el deporte blanco, la Catedral. Y bien lo sabe McEnroe, que en 1980 protagonizó ahí mismo una de las finales más memorables de todos los tiempos ante el sueco Björn Borg, que se quedó con el trofeo luego de 3 horas y 53 minutos de juego. Pero han pasado muchos años. Ahora es momento de conmemorar y recordar los momentos que marcaron al único Grand Slam que se juega sobre césped desde 1922.

Una a una, las grandes figuras que han reinado en esa cancha, comienzan a desfilar mientras la ovación de los espectadores no se detiene. Desde los que ganaron este torneo en una oportunidad, como el australiano Lleyton Hewitt y la helvética Martina Hingis, hasta los que lo lograron 6 veces: Billy Jean King y Novak Djokovic. Aunque la emoción estaba guardada para el último en aparecer. Roger Federer, que no pudo jugar este año por lesión, saluda a ese público que lo vio quedarse con 8 títulos desde 2001, cuando sumó su primera victoria en Wimbledon ante Pete Sampras por los octavos de final. A sus 40 años, dijo: “Espero volver una vez más”.

McEnroe, ex número uno y leyenda del tenis, viste un impecable traje azul marino y no deja de hacer bromas junto a su co-anfitriona, la británica Sue Barker, campeona de Roland Garros en 1976 y que llegó a ser la tercera mejor del mundo. Ambos son los encargados de dirigir la ceremonia que celebra los 100 años de ese escenario, un lugar sagrado para el deporte blanco, la Catedral”.

No es un día cualquiera. Se cumple un siglo de inolvidables hazañas que se vivieron en el Centre Court, ubicado en el barrio residencial de Merton, a unos 40 kilómetros del centro de Londres. Inaugurada por el rey Jorge V y su esposa la reina María, esta estructura casi no ha sufrido cambios. Solo se instaló un techo retráctil en 2009 para poder convivir tranquilamente con la invitada de piedra más incómoda y que siempre se las arregla para estar presente: la intensa lluvia estival del norte de Europa. Durante la Segunda Guerra Mundial, cinco bombas de las fuerzas alemanas cayeron sobre el estadio, pero ni eso ni nada han logrado que su forma original permanezca casi intacta hasta hoy. Como una verdadera joya de la Corona.

La Catedral guarda en sus pasillos y en su gramado, historias irrepetibles que marcaron los libros del tenis. En 2001, el croata Goran Ivanisevic tenía 29 años de edad y se encontraba en la casilla 125 de la clasificación. Estaba lejos de su mejor nivel, pero su trayectoria había sido espectacular: tres finales de Wimbledon y 21 títulos profesionales llegando a instalarse en el número 2 del escalafón. Aunque venía de una rebelde lesión en el hombro, decidió aceptar la invitación especial que le hicieron desde el All England Club. Y lo que vino fue una epopeya. Ivanicevic despachó a 5 rivales top 40 para instalarse en la final donde derrotó a Patrick Rafter, doble campeón del US Open. Es hasta ahora, el tenista de menor ránking en adjudicarse el campeonato y el primero en hacerlo tras recibir una invitación.

En 1988, la alemana Steffi Graf ganó uno de sus 7 trofeos sobre la hierba londinense imponiéndose a Martina Navratilova, lo que le permitió ser la única deportista en conseguir el verdadero Golden Slam: los 4 torneos grandes más los Juegos Olímpicos en un solo año. Poco tiempo antes, en 1985, otro alemán, un adolescente de pelo rojizo se convertía en el más joven en ganar en el Court Central con sólo 17 años. Fue el primero de tres capítulos dorados para Boris Becker en Wimbledon. Un recuerdo algo más reciente, el de 2008, cuando Rafael Nadal se enfrentó al campeón vigente Roger Federer y lo venció en 5 sets tras casi 5 horas de batalla.

Poco tiempo antes, en 1985, otro alemán, un adolescente de pelo rojizo se convertía en el más joven en ganar en el Court Central con sólo 17 años. Fue el primero de tres capítulos dorados para Boris Becker en Wimbledon”.

Son 100 años de la cancha central en la Catedral del tenis, del altar sagrado en el certamen más antiguo y prestigioso del planeta. Un lugar que se resiste a los embates del tiempo, donde aún se debe vestir de blanco y donde a las 11 de la noche, todos los partidos deben haber finalizado para respetar el descanso de los vecinos del club.

Antes de saltar a la pista, los jugadores y jugadoras pueden leer inscrita en una pared la frase “conoce bien el triunfo y la derrota, y trata de la misma manera a esos dos impostores”. Es la máxima que seguramente seguirá congregando a más peregrinos, en busca de la gloria.

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