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Entrevistas

24 de Febrero de 2023

Gonzalo Valenzuela desclasifica trastienda del show de Fabrizio Copano: “Hablé con Pailita, lo encerré en el baño, porque estaba súper molesto”

Gonzalo Valenzuela

El actor habla de su expuesto y relajado paso como jurado del Festival. Cuenta que se ríe del meme sobre él, donde tiene la misma cara ("Me cago de la risa y se lo paso enviando a mi gente") y revela que tuvo que contener a Pailita para que no confrontara a Copano por el chiste que hizo sobre su mamá y que también fue a advertirle al comediante: “Fui a decirle ojo, porque a este hueón le molestó”.

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Desde que se baja del ascensor hasta que se sienta en una mesa de la terraza del Hotel Sheraton Miramar, le piden al menos 10 fotos. Acepta sacárselas todas. Gonzalo Valenzuela fue uno de los jurados favoritos del público en la Quinta Vergara. Sentado en primera fila todas las noches, para calificar las competencias internacional y folclórica, cada vez que lo enfocaron en cámara se ganó los chiflidos del público, cantos de “mijito rico” y, por supuesto, los besos que le gritaron para dárselos a Pamela Leiva y Fabrizio Copano. 

Fumando un cigarro y tomando un jugo de naranja, vestido con zapatillas urbanas, pantalón negro y una camisa manga corta burdeo, habla de estos días festivaleros, desclasifica lo que realmente pasó entre Pailita y Fabrizio Copano (aunque ambos desmintieron un problema, sí existió), pero parte hablando de esos besos gritados por el público: “No fueron nada planeado. Hueón, riámonos un rato, está bien, si a eso vinimos. Este Festival partió con ciertas piedras en el camino -los incendios y la realidad en Chile, que está difícil-, pero estuvo bueno decir ‘entretengámonos’. Todos necesitaban eso”, señala Gonzalo Valenzuela.

-Se te vio muy distendido en el jurado y compartiste mucho con los artistas urbanos que lo componían. ¿Cómo se generó eso?

-Fue algo súper genuino que este jurado diverso y heterogéneo tuviera una buena onda impresionante. Fue una buena combinación, y esto ayudó mucho a llevarlo, porque son ene días, ene horas, así que llevarse así de bien fue un pilar fundamental de cómo lo hemos pasado. 

-Habías sido jurado también en 2004. ¿Qué diferencias viste entre esa vez y ahora?

-Esa vez había hecho recién Machos y venía a promocionar Hippie. Fui convocado por ser parte del Canal 13, entonces estaba en esa estructura. Había una obligación igual. En esa época era más chico y estaba súper defendido: meses antes salí en una tapa de un diario que hablaban de mi “trágica historia” y ni me habían consultado. Me sentí pésimo y me dolió mucho, entonces tenía miedo a lo que podían hablar de mí. Ahora no me defiendo, ya entendí, tengo muchos más años y caché el cuero que uno tiene que tener, hasta dónde las cosas te pueden golpear o no. 

-En su rutina, Fabrizio Copano bromeó con que actuabas mal. ¿Te molestó su chiste? 

-No, hueón, me cagué de la risa. Copano es un genio. Pasó una situación que no se relaciona tanto conmigo, y que en un minuto, no sé si hablar esto, porque debería hablarlo con él, cachai… Pasó una hueá con el Pailita, que quedó muy molesto. Yo hablé con el Pailita, lo encerré en el baño, porque estaba súper molesto y le dije: “Compadre, estai empezando. De estas van a venir mil más. Y tenís que aprender, hueón, a tener cuero de chancho y reírte y toda la hueá“. Pero son cabros que están empezando y que es súper personal para ellos. 

Estaba molesto el hueón. Después me encontré a Copano anoche y me acerqué a decirle. Pero no era el momento tampoco, porque estaban todos en la media celebración, obviamente y merecida, pero fui a decirle, porque estaban los cabros allá mismo y había una tensión. Entonces fui a decirle “ojo, porque a este hueón le molestó”. 

-Entonces no te acercaste a decirle a Copano que estabas molesto por el chiste dirigido a ti.

-No, está todo bien ahí, me cago de la risa. Imagínate, con las hueás que me dicen a mí, me molestara. Estaría… 

-… ¿Te molesta ese meme donde te molestan de que tienes siempre la misma cara?

-No, hermano, me cago de la risa. Es más: yo lo tengo y lo mando siempre, se lo paso enviando a toda mi gente. Me cago de la risa. Antes, yo creo que me habría dolido, pero ahora no.

Lo que yo le iba a decir a Fabrizio es que puta, había adentro de esas 15 mil personas cagadas de la risa una persona que le hizo daño, ¿cachai? Y eso él también tiene que tenerlo consciente. Una hueá es que le moleste, otra es que le haga daño, porque fue el tema con la mamá… Y esa hueá, puta, sí hace daño, tenís que tener cuidado, lo tenís que saber. Para mí era eso. Y, claro, después de la fiesta y la celebración habrá el momento para hablarlo bien. Pero yo todo lo contrario: me saco el sombrero por lo que hizo Copano y por lo que ha hecho siempre. Soy un fan, lo sigo en las redes y de toda la vida, ni un drama por ahí, todo lo contrario. 

¿Otro Gonzalo Valenzuela? “Siempre he sido así”

-Retomando tu rol de jurado, subieron historias carreteando como grupo.

-Esa fue la euforia del día de Emi (Emilia Mernes, parte del jurado y que cerró la noche del lunes). Carreteando no, nos cagamos de la risa, pero en la sala de jurados no hay copete. Los cabros chicos no toman, Polimá y el resto son más sanos que la cresta. Se cuidan.

-¿Tu eres menos sano?

-Sí, poh, yo soy menos sano. Yo feliz me tomaba una piscola, poh, jajaja.

Esta semana dio la impresión de que estabas mucho más relajado con la exposición pública, pese a que siempre has cultivado un perfil menos expuesto...

-… No se me ve. Generalmente los actores aparecemos con los personajes que hacemos, y muy pocas veces nos metemos en el juego, de uno como Gonzalo. Entonces pocas veces se nos ve así. Es distinto con un animador, con los músicos. El actor se muestra a través de personajes, que es súper obvio.

-¿Y eso es cómodo o un problema para ti?

-Es una manera como de no involucrarse tanto. Por eso a mí, antiguamente, me molestaba tanto que se me metieran en la vida privada, porque son espacios que uno no abre, ¿cachai? Pero en este caso, acá sí, ahí estoy yo, hueveando. No hay ningún personaje, estoy yo. Pero yo siempre he sido así (se ríe).

Hay momentos para ser densos, para ser intelectuales, para ser fríos, otros para reírse, otros para llorar. De repente cuesta soltarse y poder mostrar como te ríes, lo frío que uno es también, como todos… no es una careta de querer parecer de una manera. Que está bien, uno lo hace a veces y lo he hecho, pero como que los actores tienen ciertas limitaciones ante la posibilidad de pasarlo tan bien. Y yo ya no, lo paso bien y lo paso bien. Y si lo paso mal, también, y si algo me cae mal, lo digo también. Puedo estar equivocado o no, pero es parte de estar más grandes y poder conversar.

Gonzalo Valenzuela, afuera del Hotel Sheraton Miramar.

Viviendo en Maitencillo y en una serie con Celeste Cid

Gonzalo Valenzuela ha pasado esta semana en Viña del Mar acompañando la promoción de la serie Planners, del streaming Star+, plataforma que por primera vez ha exhibido el Festival. La ficción tiene el actor protagonizando junto a Celeste Cid una historia sobre el lado b de una organizadora de bodas y los tiene como una pareja que se divorcia.

“Ambos tenían una gran empresa en Buenos Aires de wedding planners. Al separarse, ella se queda con la casa y con la empresa”, cuenta Valenzuela sobre la trama. “Cuando ella llega a la casa, se da cuenta que la estafaron, y no tiene con qué trabajar y que hacer. Ahí empieza el conflicto de ella, que es empezar de nuevo, sintiendo que este gallo se quedó con lo más importante, que le había dedicado toda la vida”, añade.

Junto al estreno de la primera temporada de Planners, ya está confirmado un segunda ciclo, porque la grabaron entre 2021 y 2022. “Tal vez se hace una tercera”, dice Gonzalo Valenzuela. Además, para este año estrenará la miniserie de cuatro capítulos Poemas malditos, de Juan Ignacio Sabatini, que recibió fondos del CNTV.

-¿Y teatro o TV para este año?

-Nada por ahora. Estoy viviendo en la playa, en Maitencillo. En Laguna, hace dos años. 

-¿Cómo ha sido dejar la ciudad y vivir en la costa?

-Me encanta, ha sido muy bueno. Ahí tengo el Club Ringo de box, que lo puse en casa Lagunita y que armamos un galponcito de madera muy bonito, en un lugar precioso al aire libre. Ese es como un objetivo chiquitito que quiero hacer cosas con la municipalidad, con niños. Es algo que me agrada mucho hacer y que tiene relación con lo que uno puede entregar a través del deporte, ojalá a toda la gente que vive en la zona. 

-Esta semana fuiste con el jurado y la alcaldesa Ripamonti al Sanatorio San Juan de Dios, para visibilizar la labor de cuidado que realiza a niños, jóvenes y personas mayores. Dentro de la vorágine del Festival, imagino que eso fue una instancia muy distinta.

-Es muy bueno que, además de esta entretención que hablamos, de esta “frivolidad”, hay cosas que si uno se pone a hilar más profundo, están muy buenas. Lo del sanatorio fue un momento que yo quedé bien triste, al ver estas realidades tan distintas. Que nunca se nos olvide que somos unos privilegiados por la salud que tenemos, y que nunca se nos olvide para que, desde este lugar, podamos ayudar un poquito.

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