La historia que une a la familia de Romain Gavras, nueva pareja de Dua Lipa, con Chile y la lucha contra Pinochet

Vestida completamente de negro y entre sonrisas. Así fue la llegada de Dua Lipa a la alfombra roja del Festival de Cannes 2023 realizado en Francia, uno de los eventos más importantes del cine internacional. No llegaba sola. A su lado estaba el director Romain Gavras.

Se trata de un cineasta de 41 años quien es reconocido por algunas experiencias en largometrajes. Su currículum, pese a esto destaca desde otra vereda. Entre algunos de sus trabajos se encuentran videoclips de Jay-Z, Kanye West, Jamie XX, entre otros artistas. También ha estado encargado de campañas de marcas como Louis Vuitton o Dior.

Muchos, sin embargo, rápidamente hicieron la relación que tenía su historia familiar con Chile, en un punto que algunos no tardaron mucho en remarcar.

Y es que su padre es el también director griego, posteriormente nacionalizado francés, Konstantinos Gavras, más conocido como Costa-Gavras.

Costa-Gavras y su historia con Chile

Una de sus películas más recordadas tuvo como foco a Chile. Se trató de Missing, titulada Desaparecido en español. La cinta de 1982, dirigida por Costa-Gravas, narra la historia de la desaparición de un periodista estadounidense tras el golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet.

Se trató de una película que provocó un hito en Europa y Estados Unidos, acumulando premios y exhibiendo la realidad que vivía Chile en ese entonces. Tal fue su impacto que la película llegó a ganar la Palma de Oro del Festival de Cannes, donde hoy su hijo Romain Gavras desfila junto a Dua Lipa como su nueva pareja.

La película también fue destacada por Hollywood, llegando a ser ganadora del Oscar al mejor guion adaptado en 1983. Basada en el caso real de Charles Horman, la película describe los horrores de la dictadura y las dificultades que vivieron reporteros producto de la censura.

Con los años, Costa-Gravas habló del impacto de la película, y su circulación de manera no oficial por el territorio nacional.

“Nosotros mandamos copias a Chile con carátulas de Walt Disney. Me contaron que la gente se reunía por las noches y la veía. Se las mandamos a amigos, gente que conocimos durante el rodaje de Estado de sitio. Así que sí hubo copias buenas circulando. Pero una copia mala es mejor, porque hace imaginar muchas más cosas. La película no fue censurada en ninguna parte, no sufrimos presiones. Pinochet no tenía muchos amigos en el mundo”, dijo sobre este hecho tal como recoge revista Qué Pasa.

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