Yoel Gutiérrez, exentrenador de Tomás González, contraataca: “Yo tenía un trato enérgico. Él era un trato suave, pasivo, callado, lento”

Tras las revelaciones de Tomás González en su libro “Campeón” y de su entrevista a La Tercera, donde contó las verdaderas razones por las que despidió a su exentrenador Yoel Gutiérrez, quien lo dirigió entre 2007 y 2012, el extécnico sacó la voz, contraatacando las palabras de González.

“Estaba tan concentrado en llegar a los JJ.OO. que acepté tratos abusivos y maltratos de mi entrenador”, dijo el gimnasta, haciendo mención al relato de su autobiografía, donde revela que tras ganar dos medallas de plata en los Panamericanos de Río y oro en la World Cup de Glasgow 2007, su entrenador decidió subir la vara y probaron un salto nuevo, de alta complejidad, que el gimnasta falló.

González narra que tras ello, Gutiérrez le gritó: “¿Por qué fallaste? Maricón”. “Llegué a llorar de pura rabia, porque era súper ingrato. Mientras íbamos aumentando y mejorando en rendimiento, más se acentuaban sus problemas de ira, lo violento que se iba poniendo”, dijo González.

 “Me entristece y me desconcerta. Jamás imaginé semejante declaración, jamás imaginé eso”, dice Gutiérrez a El Deportivo de La Tercera. “Nunca manifestó ni dio señales de situaciones de esa índole. Nunca, nunca en los años que estuvimos juntos, luchando duro para lograr los resultados que obtuvimos, él nunca dio una señal. Estoy sorprendido, dolido”, aseguró.

“Nunca manifestó ni dio señales de situaciones de esa índole. Nunca, nunca en los años que estuvimos juntos, luchando duro para lograr los resultados que obtuvimos, él nunca dio una señal. Estoy sorprendido, dolido”, agrega. Y cuenta que no ha llamado al exgimnasta para pedirle explicaciones. “¿Cómo puedo hablar con él? Pensé en llamarlo, pero ahora me planteó lo siguiente: ‘¿cómo puedo hablar con él si él adoptó una postura adversaria con estas declaraciones?”, asegura.

Sobre las denuncias de maltrato, Yoel Gutiérrez se explaya en conversación con La Tercera y dice que “recuerdo esos episodios. Analicé lo que dijo y es lamentable. Ahí falta a la verdad, pero nadie es dueño de la verdad. Él puede decir lo que le plazca, pero no es correcto decir que algo no ocurrió. Eso no ocurrió, se lo juro por mis dos hijas, por mi familia”.

El ex DT de Tomás González asegura que nunca le manifestó su molestia. “Cada vez que se terminaba el año, nos juntábamos su mamá, su papá, él, mi señora, que era la encargada de gestionar los pasajes. Hacíamos una retroalimentación. Él me planteaba las cosas, y me decía que todo bien. Y lo hicimos desde el 2007 hasta el 2012. Después de los Juegos Olímpicos, nos reunimos en el Club Manquehue, siempre ahí, o por ahí cerca. Ese año, después de los Juegos Olímpicos, nos reunimos y le pregunté qué se pudiera mejorar. Yo era el entrenador, yo era el adulto”.

Y recuerda cuando en 2013 Tomás González lo despidió como entrenador: “En febrero, cuando entramos, yo hice los objetivos a lograr el 2013, y se lo entregué al Comité Olímpico. Cuando voy al gimnasio, y se lo entrego a él, me entrega una carta con los ojos bien llorosos. En la carta me daba los agradecimientos por todo, por todo lo que hice. Me dijo que no quería continuar. Me descompensé por las expectativas y la realidad de ese momento. Él no quiso hablar”, agrega. “¿Qué pensé? La mente construye cosas negativas. Pensé quizás la fama se le fue a la cabeza, quizás cree que puede solo, debido a la ignorancia. Pensé que quizás estaba cansado, que no quería más”.

Gutiérrez, además de defenderse, dio su versión de cómo veía al gimnasta: “Ahora dice que yo le dije mediocre, que yo lo maltraté. Yo lo único que hice fue exigir, buscar una feroz disciplina. Quizás eso pensó que era maltrato. Maltrato sicológico es decir barbaridades, o pegarle a alguien. Pero nunca pasó. Nunca entrenamos solo, siempre hubo más gente, en un club, en un horario de la tarde. Yo tenía un trato enérgico. Él era un trato suave, pasivo, callado, lento. Había que sacarle a reflotar su actitud y voluntad. Esa era su única falencia porque era disciplinado, tenía talento”.

Pese a las revelaciones de Tomás Gutiérrez en su autobiografía recién lanzada a librerías, dice que no tomará acciones legales de difamación. “Estoy tranquilo, no tomaré acciones legales. Nadie tiene el poder de manchar mi nombre, ni manchar mi imagen, al menos que yo lo permita. Yo no tengo el control de las cosas que por maldad puedan ocurrir sobre mi persona (…) Yo peleaba con las federaciones por él. ¿Qué maltrato? A veces pienso que en la sicología hay una especie de pensamiento mágico, que nos hace creer lo que queremos. Él se creo ese pensamientro destructivo, secuestró sus neuronas, secuestró su cerebro y se vio secuestra su ideología y su alma. ¿Cómo él puede odiarme cuando yo lo quiero? ¿Es la única persona que me odia de todos los deportistas?”, cerró.